El año de la peor crisis económica del deporte español, el balonmano nacional aún puede sacar pecho. Pase lo que pase en Colonia, no está mal haber metido a dos equipos en la Final Four, como los alemanes, que tenían a cuatro en los cuartos de final. Nos falló, eso sí, la clase media, porque el San Antonio sí debía haber disputado la final de la Recopa, mientras que el Naturhouse, su paso por las semifinales ya es un éxito.
Pero el balonmano es un deporte de hombres y de mujeres, y han sido estas las que han dado un empujón a la temporada, con el Itxako y el Mar Alicante en dos finales continentales. Es más, el equipo estellés, en la Champions, rozó la proeza. Mi valoración es que las mujeres han sido más consistentes que los hombres en esta temporada.
Por eso, porque creo en una especie de justicia general en el deporte, espero y deseo que en un equipo español levante el domingo la Champions en Colonia en este doble duelo entre la Bundesliga y la Asobal. Además, en un escenario único, con 20.000 espectadores en la grada, si es que la final no es española.
No tengo favorito, y entre el Ciudad Real y el Barcelona, pues como aquello de que “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”. El Ciudad Real se merece un título importante, y podría ser este, pero Iker Romero se marcha del Barcelona, y lo haría a lo grande, con un doblete, aunque me da la nariz que jugará poco. Y luego, tengo la sensación de que el Barcelona llena en mejor momento que el Ciudad Real si tomo al Kiel como vara de medir de los dos: el Barça le apabulló en Alemania, mientras que el Ciudad Real tuvo que claudicar en Catar.
Me gusta, por otra parte, la convocatoria de Valero Rivera, más que por los jugadores a los que cita, que son los habituales, ya que el seleccionador apuesta por lo conocido, pero aparece Montoro. Estaba cantado que tenía que estar entre los mejores, porque al lateral derecho del Ademar hay que mimarlo, cuidarlo y darle todos los mimos del mundo con la exigencia propia del deporte. Tiene lo que no tiene nadie en España; 2,10 metros. Y eso no se aprende. Es lo que hay. Es el futuro inmediato en la posición que aún no tiene amo, porque los diestros son siempre los mismos, pero los zurdos…ya han pasado unos cuantos por el equipo nacional.