Se acabó el All-Star de Las Vegas y llega la hora de la reflexión. Desde un punto de vista muy particular, sólo salvaría de la gran cita de la NBA los concursos del pasado sábado. El partido de las estrellas de este domingo resultó aburrido, sin tensión, incluso sin mucho espectáculo y quedará para el olvido. ¿Por qué no se centran algo más los jugadores y tratan de ofrecer ese espectáculo de una manera organizada? Sin más, me remito a varias ediciones recientes del All-Star. Una en 2001, en Washington, donde Bryant por el Oeste y Marbury y Iverson por el Este se batieron en duelo de canastones en un último cuarto de infarto. O en la edición de 2003 en Atlanta, con canastón de Jordan al terminar la prórroga y una inoportuna falta de Jermaine O'Neal en el último segundo sobre Kobe que dio la victoria al Oeste.
Si los jugadores que disputan este partido están ahí por su calidad, ¿por qué no dejar los saltos y acrobacias para los rookies, en plena efervescencia? No se está pidiendo un final apretado siempre, pero tampoco un resultado de más de 20 puntos de diferencia (153-132). Y parte de esa culpa la tienen los egos de Bryant, Wade y James, siempre tirando y pocas veces pasando. En especial este último, del que pronto hablaremos en CampoAtrás. Parece que Paris Hilton, Eva Longoria, Beyoncé y compañía no opinan lo mismo, porque se lo pasaron en grande en el Thomas and Mack Arena de Las Vegas.
Por tanto, lo mejor de este fin de semana fue el espectáculo de los concursos, sobre todo el de mates y el de triples. Eso sin contar la carrera entre el mítico Charles Barkley y el árbitro Dick Bavetta, de 67 años, que sucumbió por poco ante el siempre abultado físico de 'El Gordo'. Jason Kapono se coronó campeón de los triples con la segunda mejor marca de la historia (24) y Gilbert Arenas, un auténtico crack, vio que iba a perder y lanzó los últimos triples con una mano. Llegó a anotar varios de ellos. Impresionante. En cuanto a los mates, ya dijimos que Gerald Green era nuestro favorito y así fue. Potencia, salto y bastante originalidad. Lástima que el jurado del concurso fuese tan duro con las notas, sobre todo Michael Jordan. Como dijo Antoni Daimiel durante la retransmisión en Cuatro y Digital+, el 23 parece triste y no le faltaba razón. ¿Qué le pasará?