Menuda sorpresa que nos hemos llevado esta pasada madrugada. Se sorteó la lotería del Draft y el gordo fue para Portland. Tanta especulación y tantas páginas hablando de que Oden sería compañero de Gasol en Memphis y nada de nada. Los Grizzlies partían con la probabilidad más alta de salir como número uno. Sin embargo, la franquicia se fue al cuarto puesto, olvidándose de Oden y de Durant, los dos mejores jugadores del próximo Draft.
Resulta increíble poder comprobar como todo el proyecto de un equipo puede irse al traste en pocos minutos. A buen seguro que en Memphis se han llevado las manos a la cabeza y no saben qué hacer. Jerry West ya ha dejado de ejercer como director de operaciones y ya sabemos que los cambios han de ser muy notables para afrontar la próxima temporada. Y todo ello sin un pivot dominante para acompañar a Gasol, salvo traspaso de altura que para nada podría compararse a elegir 'gratis' a, según dicen, el heredero de Shaquille O'Neal.
Por tanto, ninguno debería dudar de que Gasol tiene que salir de Memphis cuanto antes. Tanto en la cancha como en las oficinas la franquicia es un desastre. El juego dejó mucho que desear, no hay entrenador (suenan Larry Brown o Marc Iavaroni) y por arriba no se aclaran. Salida sí o sí. Ya no le queda otra a Gasol. Además, no hay pivots destacados en el Draft que pudieran cumplir con los requisitos del español. Se podría esperar un traspaso, pero dudo de que eso solucionaría algo. Veremos qué ocurre en las próximas semanas.
