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El expediente Rudy

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Un blog para tratar el pasado, presente y futuro del baloncesto tanto nacional como internacional: ACB, ULEB, Euroliga, Eurocup y la NBA.

Autor: Juanma Rubio

El expediente Rudy

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Atribuía Winston Churchill a la region de los Balcanes la capacidad de producir más historia de la que podía consumir. Cuando me he sentado a escribir tenía una sensación parecida con el aparentemente interminable (terminará, suponemos) caso Rudy. Me rondaba esa impresión al observar los, por ahora, últimos movimientos de una partida de ajedrez tan larga y cada vez más emponzoñada y por momentos hasta tediosa: en la madrugada del martes, Portland Trail Blazers debutó en pretemporada con una sonora victoria ante Los Angeles Clippers (115-86). Rudy Fernández, más abucheado que aplaudido por los más de 18000 seguidores presentes en el Rose Garden, firmó 22 minutos de actividad frenética y acierto sobresaliente. 15 puntos con 5/6 en triples, 5 rebotes, 3 asistencias y 2 robos de balón. Apenas habían pasado 12 horas cuando el agente europeo del mallorquín, Gerard Darnés, se enzarzaba con la prensa de Oregon en la 'Morning Sport Page' de la emisora 95.5 y poco después emitía un comunicado en el que explicaba esa intervención y su acalorada defensa de las emociones del escolta español. Por entonces la prensa estadounidense descerrajaba el nuevo giro de tuerca en las redes sociales (de la crítica a la ironía) y yo sentía que perdía la orientación más básica. Confundía el norte con el sur y el suelo con el techo y desaparecía la noción de qué era bueno y qué era malo para la resolución de este asunto con trazas de culebrón y opera bufa (otra muesca de la prensa estadounidense). No sé si la última intervención de Darnés ayudará u obstruirá, ni siquiera sé si esos 5/6 en triples servirán o perjudicarán a Rudy en la consecución de sus objetivos, en teoría ya diáfanos. Del enredo al juego de espejos: nada es lo que parece. O sí.


Rudy Fernández, deja de llorar y muestra algo de amor

Pero el artículo, con un tono general que se puede considerar hiriente para quien esté más sensibilizado con la situación del jugador, también incluye una guía más o menos precisa para entender la mentalidad del aficionado medio de los Blazers: “Portland es una gran posibilidad para Rudy, la admitan o no él y su agente. Los fans le aman, sus compañeros le aceptan y su entrenador quiere darle minutos. Y por encima de todo, parece que los Blazers van a ser un buen equipo este temporada”.

Tras una intervención en 95.5 FM considerada extremadamente emocional al otro lado del Atlántico, Darnés se explicó sin matizarse demasiado en un comunicado en el que defendió el derecho del jugador a sentirse de una determinada manera y criticó la burla y la falta de comprensión con respecto a la libertad de una persona para ser o no feliz en una determinada ciudad o puesto de trabajo. En agosto, recordemos, Rudy había recibido una multa de 25.000 por parte de la NBA por expresar su deseo de dejar los Blazers al amparo de su agente norteamericano, Andy Miller. Después, en lo que pretendía ser una escenificación final de la ruptura, Rudy fue más allá en el Media Day, la presentación en sociedad mediática de la nueva temporada blazer, al asegurar que no contemplaba ni siquiera el traspaso NBA y que su deseo era jugar en Europa por razones deportivas y personales.

Para terminar el trazo cronológico inverso y antes de entrar en la interpretación personal, conviene recordar que Rudy tiene un año más de contrato con los Blazers, a la espera de lo que éstos decidan hacer con su opción sobre el jugador para la 2011/12. Esto marca ya una diferencia radical con la salida de la NBA de Juan Carlos Navarro (advierto por los paralelismos que se han sugerido). Ese contrato, y el actual problema, nace en junio de 2007 cuando Phoenix Suns elige a Rudy en el puesto 24 del draft para traspasarle inmediatamente a Portland Trail Blazers, franquicia que contrata al escolta en junio de 2008 y franquicia que vive malencarada con el baloncesto español por unas u otras razones (Fernando Martín, Sergio Rodríguez, ahora Rudy…).

Rudy tuvo una temporada de luces y sombras como rookie. Debutó al galope ante Lakers con 16 puntos y 4 asistencias y se convirtió en el primer jugador en encestar al menos un triple en sus primeros veinte partidos NBA; participó en el concurso de mates (elegido por los aficionados por delante de Joe Alexander y nada menos que Russell Westbrook: hoy seguramente impensable) y batió el récord de triples de un rookie: 159 tras anotar al menos uno en 72 partidos (jugó 78, se perdió cuatro por lesión). Buenas vibraciones mezcladas con los primeros trazos de la cartografía de un desencuentro. El problema de jugar en el puesto de la gran estrella del equipo (y súper estrella NBA), Brandon Roy. El sometimiento al rígido sistema de Nate McMillan en el que todo gira en torno a Roy. Un rol de poco contacto con el balón, de especialista en el tiro enviado a las esquinas a la espera de lanzamientos abiertos. Todo eso se multiplicó en el segundo año. Rudy jugó menos minutos (de más de 25 a más de 23), tiró peor de dos y de tres y en consecuencia anotó menos (de 10’4 a 8’1). Su peso en el equipo se diluyó, tuvo partidos en los que pareció desconectado de los sistemas, perdió la confianza y la alegría y escenificó su crisis personal en unos playoffs en los que los Blazers cayeron ante Phoenix Suns y en los que Rudy no pudo o no supo salir al paso con rotundidad cuando tuvo más minutos por la lesión de Brandon Roy.

El Mundial mostró a un Rudy ciclotímico (muy activo y con grandes momentos pero con alguna desconexión en momentos cruciales), víctima de sus circunstancias y de las de una selección desengrasada y decepcionante. Para entonces ya eran comidilla general los rumores sobre una carrera de la que pronto salió Olympiacos y en la que corrían Real Madrid y Barcelona con el equipo azulgrana en pole position. La situación ahora mismo y en espera de (nunca descartables en este asunto) nuevos giros es esa: Rudy ha expresado su deseo de irse. Rich Cho le ha negado la salida gratuita. Los movimientos veraniegos no le llevaron donde él quería (Chicago Bulls, New York Knicks…) y él no aceptó, si atendemos a todo lo que se filtró vía medios de Oregon, alguna salida que podría haber sido interesante (New Orleans Hornets). Su declaración rupturista tiró por tierra su precio de mercado (un juego de rondas de draft que nunca satisfizo a Portland) y sonó a órdago, golpe de efecto dramático. Se habló de contrato cerrado por el Barcelona, se dieron cifras mareantes para el entorno FIBA y se situó a Andy Miller muy cerca del acuerdo definitivo que lanzaría a Rudy de vuelta a la ACB. Todavía no hay nada: Rudy juega amistosos con Portland, los Knicks reactivan supuestamente el interés (¿haría la Gran Manzana que el mallorquín reubicara sus preferencias?) y todos parecen coincidir en que el Regal Barcelona será el destino del jugador en el momento en el que los Blazers den su brazo a torcer (un margen que algunos situaron en horas y que otros inclinan hacia el próximo junio).

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Algunos análisis en España, y esto entra ya en el juicio enteramente personal, sitúan a Portland Trail Blazers de forma injusta como el ogro malvado de la historia. Ni creo en la desconfianza elitista hacia lo español ni en la defensa demagógica de lo patrio. Rudy es un excelente (determinante) jugador de baloncesto FIBA pero no sabemos dónde empiezan y dónde terminan sus problemas con una NBA para la que le veíamos perfectamente capacitado antes del gran salto. Sucedió con Sergio Rodríguez: se demonizó a McMillan y Sergio tampoco convenció después en equipos de menos exigencia y sistemas más afines a su juego: los Kings de Westphal, los Knicks de D’Antoni. Pero Portland es, en términos generales, un equipo bien gestionado y bien entrenado, al que sólo las lesiones han apartado en la última temporada y media de convertirse en quizá la más firme alternativa a Lakers en el Oeste. McMillan es estricto pero obtiene resultados. McMillan piensa el juego para Roy pero Roy es, no lo olvidemos, uno de los jugadores más determinantes de la NBA. Con un Oden sano, un Miller integrado y un Aldridge con menos alergia a la pintura y mentalizado para extraer todo el potencial que atesora (calibre All-Star) sería un equipo realmente temible. McMillan usa a Rudy como él cree y poco podemos decir a pesar de que intuimos que hay en él más jugador NBA del que cree el ayudante de 'Coach K' en el Team USA. Este año las alas han quedado más despejadas con las salidas de Outlaw y Webster. Pero queda Roy y quedan (aunque Rudy en NBA sólo puede ser escolta, no alero) dos jugadores de corte totalmente McMillan: Batum y Wesley Matthews, un swingman de segundo año al que Portland ha puesto 34 millones de dólares sobre la mesa y que no para de crecer en la generación de sus propios tiros a partir de un perfil claro de jugador defensivo: perfil McMillan y perfil Rose Garden, que le recibió con una atronadora ovación en el partido ante Clippers, el de los 15 puntos de Rudy… y los 20 de Matthews. Así que me cuesta criticar a McMillan desde un punto de vista amplio y no centrado exclusivamente en Rudy y me cuesta criticar a Rich Cho, General Manager llegado este verano, que no ha hecho otra cosa que buscar las mejores opciones para su franquicia a partir de las piezas con las que cuenta para bucear en el mercado.

Parece obvio imaginar un impacto directo y brutal de Rudy si se produjera finalmente su desembarco en ACB. El Real Madrid, más necesitado en lo deportivo y en lo psicológico, parece (todas las fuentes conducen ahí) haber perdido una carrera que tendría más o menos asegurada (fuentes, fuentes, fuentes: siempre según qué fuente) un Regal Barcelona que se ha movido con la elasticidad habitual de Chichi Creus y la capacidad generadora de los movimientos pre y post electorales de Sandro Rosell. En Barcelona se habla de fichaje estratégico. Y lo es: no lo necesita hoy pero es una garantía para mañana. Con Navarro y Mickeal como jefes de las alas y un comando de secundarios de roles y labores perfectamente identificadas, Rudy parece un lujo asiático y escasamente necesario en el corto plazo para el campeón de Europa. Pero supondría por encima de todo un refuerzo de tal calibre que (no hay muchos en esta categoría) sería un error renunciar a él por mucho que obligue a reajustes. Un capricho ahora, un líder mañana a la vista de la edad de las dos estrellas citadas. Y supondría, no lo olvidemos, un golpe demoledor en la línea de flotación anímica del gran rival, un Real Madrid al que ya se le acumulan suficientes complejos sin falta de ver a Rudy de blaugrana junto a Ricky, Mickeal, Navarro y el juego interior más poderoso de Europa.

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Respeto a Rudy y supongo que los pasos que ha dado forman parte de una arquitectura definida por el eje Darnés - Miller para edificar un camino improbable hace un par de meses. Pero entiendo también que su imagen quede dañada por las formas y que desde el otro punto de vista de esta historia se critiquen sus declaraciones, no tanto su actitud (ejemplo: el partido ante Clippers). A quienes interpretan una desconsideración glacial hacia la institución que le paga se unen, y hablo más bien de la masa social, los que ven con sorpresa todo lo que se genera en torno al escolta mallorquín. No olvidemos que Rudy es una superestrella aquí pero un jugador de segundo año todavía por definir para el aficionado medio de los Blazers. Si Rudy se marcha, ¿habrá fracasado? No sé si ese es el debate como no creo que lo fuera en el caso de Juan Carlos Navarro. Pero el hecho es que viajó a la NBA con unas expectativas que hasta ahora no se han cumplido por un cúmulo de circunstancias que incluyen su propio naufragio deportivo en su segundo año. Y esto, atienda a los motivos que atienda, tampoco se puede obviar en un análisis completamente justo.

Quizá estemos a las puertas de que se renegocien las vías de comunicación y contratación entre Europa y la NBA, quizá los viejos modelos estén obsoletos. Pero entiendo algunos comentarios en América que dudan del valor de la inversión española en un hilo de sucesión que une casos tan distintos como los de Fran Vázquez, Ricky Rubio, Juan Carlos Navarro, Sergio Rodríguez o Rudy Fernández. Eso daría para otro artículo y eso además no quita para que Rudy realmente sienta que sería más feliz en España ni para que eso me parezca tan absolutamente respetable y tan plausible como cualquier otra opción de vida personal. Insisto en que me parece un jugador sobresaliente e insisto también en que a nivel personal me ha decepcionado su trayectoria en Estados Unidos. Ahora bien, como esta historia cambia y cambia y no sabemos cómo terminará, podría incluso producirse el triple salto mortal más improbable de todos: Rudy se queda en Portland, tiene minutos y es feliz jugando al baloncesto. No apuesto en absoluto por ello. Pero si sucede no tendré problemas en volver sobre mis pasos y rectificar. He empezado con una Cita de Churchill y con otra termino: “A menudo me he tenido que comer mis palabras y he descubierto que eran una dieta equilibrada”.

4 Comentarios

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Santos SS

Por fin, sabía que si leía algo sobre el tema Rudy objetivo, bien explicado, con conocimiento y calidad y sin caer en el españolismo de otros ejem ejem sería en este blog, enhorabuena Juanma, como siempre.

10/07/2010 08:36:13 PM

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alexes

Yo pienso que el problema es encorsetar a un jugador creativo como Rudy con el rol de triplista en una esquina. Es que este año ha estado desconocido hasta en el mundial que no daba pie con bola. Yo si critico a Mc Millan porque si lo que quiere es musculo pues estaba claro desde el principio que Rudy no era su hombre, aunque lo utiliza a su manera en lo que él cree que es mejor para el equipo. Creo también que Rudy tiene derecho a quejarse(en contra de la opinión de la NBA) porque el renunció a un contrato de 2M€ por jugar en la NBA y a mi me da la impresión que cosas que le prometieron no se han cumplido. Es esclavo de un sueldo bajo para un jugador de su calidad por lo que interesa a otras franquicias y los Blazers quieren sacar partido de un jugador interesante para otros equipos. Os imaginais que traspasan a Rudy a los Knicks y hace 20ppp, como lo explican en Portland? Se les iba a quedar la misma cara que al GM de los Grizlies después de traspasar a Gasol.

10/07/2010 08:59:01 PM

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HP

Muy buen artículo Juanma, de acuerdo contigo en todo. Solo una pequeña pega... o cambias el tamaño de la letra o creo que únicamente podré seguir leyéndote tres meses más. Luego con el bastón y el perro será complicado. saludos!

10/08/2010 12:29:00 AM

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Spaniardfan

Pues yo también estoy de acuerdo con lo dicho en este blog. Es un relato objetivo de lo que ha sido la historia de Rudy en la NBA hasta la fecha. Hubiera sido bonito ver a un jugador español como Rudy triunfar en la NBA en un puesto como escolta pero la realidad es como es. Del mismo modo igual sería una lástima echar por tierra las posibilidades del talento de Rudy en el basket FIBA a cambio de una carrera gris en la NBA como "role player". Además cuando un deportista juega en otro país lo hace o por cuestiones económicas o por retos personales deportivos y en ambos temas la balanza está decantada en el sentido contrario. Seguiremos soñando con ver un "swingman" español triunfar en la NBA...

10/08/2010 08:37:14 PM