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Un blog para tratar el pasado, presente y futuro del baloncesto tanto nacional como internacional: ACB, ULEB, Euroliga, Eurocup y la NBA.

Autor: Juanma Rubio

Minnesota Timberwolves: proyecto fallido

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Era una intrigante temporada para Minnesota Timberwolves. E importantísima. Más allá de Ricky, pero también por él, la hemos seguido con lupa. Y en mi caso con desconfianza. En mis quinielas de principio de temporada lo situé como el equipo que no iba a estar a la altura de lo que se esperaba de él. No es ventajismo: fallé en casi todo lo demás. Sólo es la constatación de que muchas veces cuestas más accionar el interruptor que reformar la casa y renovar toda la instalación eléctrica. Ya hablé de que la manada de lobos puede disgregarse porque llega un punto en el que no avanzar es retroceder. Y hace poco señalé que bien haría Flipe Saunders en valorar si los brotes verdes de Dieng (12 puntos, 15 rebotes ante los Spurs) no son una oportunidad de redefinirse con, quién lo hubiera dicho hace algo más de un año, un traspaso de Pekovic. Pero la realidad va más allá de esta temporada o del ciclo de Kevin Love y Ricky Rubio y engloba los diez años sin playoffs, la racha en activo más larga de cualquier equipo NBA. La rúbrica del constante proyecto fallido.

Los Wolves han vuelto a quedarse fuera de playoffs, condición sine qua non para seducir al desenamorado Love (el juego de palabras facilón ha salido sin pretenderlo) y para apuntalar uno de esos proyectos que estaba en el punto de mira de todos hace no tanto y que se ha caído por su dificultad endémica para volar por encima del 50% de victorias. En números que en el Oeste no llevan a ningún sitio, el lugar al que aspiraban lo han ido ocupando (la NBA es una entidad darwiniana) Clippers, Warriors, Rockets y hasta Blazers. A los Wolves, se ha analizado hasta la saciedad, les ha fallado la ejecución, el factor que convierte en sistémico lo que en el equipo de Adelman ha sido anecdótico: cuando juega bien, juega muy bien; Cuando se desinfla, no gana a nadie. Incapaz de tapiar su zona en defensa, sin más referencia como generador de tiros que Kevin Love, con la versión unidimensional de casi siempre de Kevin Martin y con un Ricky Rubio enredado entre la progresión y la falta de ella. Incapaz de solventar partidos igualados y con la mosca detrás de la oreja: Love ha sugerido que se le ha agotado la paciencia, los Lakers como canto de sirena constante para un californiano sobrino de un Beach Boy que todavía no sabe lo que es un jugar un partido de playoffs y al que se le va a ir al limbo una temporada de tres triples-dobles y casi 26+13 por partido.

Love

Kg

Los despachos tampoco ayudan: el fugado David Kahn, por orden del dueño Glen Taylor, le negó a Love un contrato máximo de cinco años y le firmó un tres+uno por más de sesenta millones… y una opción de salida que será efectiva el próximo verano. Si sigue allí. El jugador franquicia es la reina en el tablero de ajedrez. Si cae, un tsunami dará la vuelta al roster en planes otra vez a medio/largo plazo que lanzarán al mercado casi todos los contratos con muchos ceros o de jugadores que de repente dejarán de ser estratégicos. Ahí se enmarca la encrucijada de Ricky Rubio, con un año más garantizado (más de 5 millones) y a la caza de su gran contrato, asunto que le puede distanciar de su actual equipo, hasta hace poco enamorado perdidamente de él, y vinculado directamente a lo que suceda con Love y un Pekovic que seguirá cobrando más de once millones y medio en la 2017/18.

El problema no tiene tanto que ver con este proyecto sino con el proyecto. Los Timberwolves llegan a la NBA en la expansión de 1989 junto a Orlando Magic, que ya ha jugado dos finales después de ganar el Este en 1995 y 2009: con Shaquille O’Neal y Dwight Howard. Tiene cinco títulos de División por uno, el de 2004, de unos Wolves que no tienen nada más que llevarse a la boca. Aquel año, su año, lo tenían todo para ser campeones pero se estrellaron en su primera y única visita a la final del Oeste, donde los Lakers les hicieron pagar la novatada en el primer partido (88-97 en el Target Center) y les llevaron ya con la lengua fuera hasta la sentencia del sexto partido: 96-90 con remontada en el último cuarto, al que entraron por detrás en el marcador pero ya en ruta hacia una final donde les desnudaron los Pistons, Bad Boys 2.0.

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Minneapolis, si se mantiene la comparación con los Magic, no es Florida. Ni es un gran mercado ni es un lugar donde las estrellas de la NBA se peguen por vivir. Tiene una amplia comunidad afroamericana pero también una temperatura media de 7’4 grados durante todo el año. La más fría de todo el área continental de Estados Unidos. En Orlando no nieva desde enero de 2010 y el turismo supone una industria boyante y desde luego expansiva. Franquicias de ciudades como Minneapolis (o Milwaukee, o por otras circunstancias Toronto, o…) necesitan el doble de acierto para obtener la mitad de resultados. Y en los Timberwolves nada ha salido demasiado bien en los últimos diez años. Y ahora la amenaza es quedarse en el camino: despegue abortado. "¿Os acordáis de aquel equipo que…?" Hay ejemplos casi cada temporada. Hace no tanto, los Blazers parecían encaminados a dominar el mundo con un equipo liderado por Brandon Roy y Greg Oden. Ahora, los Thunder post Sonics (desde Oklahoma, otro mercado remoto) han construido su fuerza vía draft (Durant, Westbrook, Ibaka, Harden, Green).

Vuelvo a 2004 y a lo de acertar el doble para conseguir la mitad. En aquella temporada 2003/2004, la última en playoffs y la de la única final de Conferencia, los Timberwolves ganaron 58 partidos (en el banquillo Saunders, ahora equilibrista en los despachos) con una versión sobrehumana de Garnett, MVP en una de las mejores actuaciones individuales de la historia: 24’2 puntos (50% en tiros de campo), 13’9 rebotes, 5 asistencias, 1’5 robos y 2’2 tapones por partido. Quien tenga cierta edad quizá recuerde el tremendo séptimo partido de la tremenda semifinal del Oeste ante los Kings: 83-80 con (hay que coger respiración) 32 puntos, 21 rebotes, 4 robos y 5 tapones de un Garnett que siguió hasta 2007 pero que vio como las 58 victorias pasaron en esos tres siguientes años a 44, 33 y 32. Primero lesiones, después cambios de roster y entrenadores… y finalmente a la deriva. En esos tres años, Garnett pasó de formar en un quinteto con Cassell, Sprewell, Hassell y Olowokandi o Ervin Johnson como pívots a hacerlo con Mike James, Ricky Davis, Hassell y Mark Blount. Cambios, cambios y más cambios. Para nada. En la temporada 2009/2010, los Timberwolves ya estaban en 17-65 en medio de una década horribilis en la que casi nada ha funcionado y en la que sólo parte de la culpa es de los elementos. En la 2012/13, por ejemplo, sí es obvio que las lesiones tuvieron una influencia capital: Kevin Love jugó 18 partidos, Budinger 23, Ricky 47 y Kirilenko 64.

Portada

La de Minnesota Timberwolves es la historia de la eterna reconstrucción y un aviso con moraleja en estos tiempos de glorificación del tanking y de las revoluciones copernicanas. No todas las franquicias tienen "Miami" en su nombre y a Pat Riley en su despacho. Y no a todas las va a salir bien el constante órdago a grande que le está funcionando a Daryl Morey en los Rockets. Los Timberwolves no han sacado provecho ni del megatraspaso de su megaestrella ni de casi constantes años de altas elecciones en el draft. 

El 31 de julio de 2007 Kevin Garnett se fue a por su anillo, lo ganó, a Boston Celtics. Minnesota recibió un lote con Ryan Gomes, Gerald Green, Al Jefferson, Theo Ratliff y Sebastian Telfair con dos primeras rondas de 2009 que acabaron siendo Wayne Elligton y Jonny Flynn. De todo eso no salió nada. Hay dos que están firmando una excelente temporada lejos, hace ya mucho, de Minny: Al Jefferson se fue a Utah Jazz a cambio de Kosta Koufos y dos interesantes elecciones de draft que ahora juegan en los Rockets: Donatas Motiejunas y Terrence Jones. Y Gerald Green se fue también a Houston por Kirk Snyder y la futura elección de Paulao Prestes. Vía draft han contado con ocho elecciones de top ten desde 2006 y sólo ha sido un acierto rotundo y sin asteriscos el número 3 invertido en OJ Mayo y cambiado en 2008 por el número 5, Kevin Love.

En esa lista: Brandon Roy (6 en 2006, traspasado inmeditamente por Randy Foye), Corey Brewer (un número siete de 2007 que al menos ha vuelto tras vagar por Knicks, Mavs y Nuggets), Wesley Johnson (4 en 2010), Derrick Williams (2 en 2011) o el 9 del año pasado invertido en Trey Burke para intercambiarlo por dos proyectos todavía en formación: Shabazz Muhammad y Gorgui Dieng. Es dramático que en tres años ya no estuvieran ni Johnson y Williams, un 4 y un 2 en años consecutivos y elegidos por delante de Cousins, Monroe, Paul George, Bledsoe, Klay Thompson o Kawhi Leonard. Y como epicentro del desastre, el año que tenía que ser el del punto y aparte, un draft de 2009 al que los Wolves llegaban cargadísimos gracias a traspasos anteriores y del que salió un borrón que ha hipotecado al equipo: el número 5 fue para Ricky Rubio y el 6, para otro base como Jonny Flynn por delante de Jrue Holiday o… Stephen Curry. El 18 fue para Ty Lawson, enviado a Denver a cambio de una primera ronda de 2010 que fue a parar a Luke Babbitt. Con el 28 llegó Wayne Elligton, con el 45 Nick Calathes y con el 47 Henk Norel. Es decir, sólo Ricky Rubio sigue en el equipo. El resto ni están ni dejaron nada importante a cambio con sus salidas. 

También se ha movido la rueda de entrenadores durante esta década maldita: de Flip Saunders a Kevin McHale (éxito rotundo en los Rockets), Dwane Casey (que ha reestructurado con enorme éxito a los Raptors), Randy Wittman, el fiasco de Kurt Rambis y finalmente un Rick Adelman para el que esta temporada apunta a fin de trayecto: 67 años y uno de los ocho entrenadores con más de 1000 victorias en la historia de la NBA. Y en los despachos, de Kahn a Saunders. Los Timberwolves lo han probado todo. Pero hay lesiones, hay mala suerte y malas decisiones y la mezcla de ambas es muy indigesta en lugares del país que para muchos jugadores son sencillamente recónditos. Y así se pasa de ser un proyecto al que todos miran a un equipo al que pocos prestan verdadera atención.

Hay malas elecciones de draft y traspasos fallidos pero también operaciones con pinta impecable que acaban dando mal resultado. Hay una mezcla de muchas cosas para que un equipo mantengan la racha más larga en activo de temporadas sin playoffs sin más consuelo que su (cuestionable, de hecho) pertenencia al Oeste: en el Este pelearía por la sexta plaza. Esos son los Timberwolves que miran con el gesto torcido a la temporada 2014/2015. Este tendría que haber sido el año del siguiente paso adelante, ya imposible de aplazar y al que le han pasado por la derecha hasta unos Suns que partían desde la verdadera tierra quemada. Quizá convenzan a Kevin Love aunque parece imposible. Quizá acierten con el próximo contrato de Ricky Rubio, al firmarlo o al no hacerlo. Y quizá sepan hacer un traspaso que cambie por completo la dinámica de la franquicia. Nada de todo eso merece ahora mismo una apuesta en firme. En tierra de nadie, fuera de playoffs y en la cola de los que elegirán en la lotería del draft. Ni lo uno ni lo otro, en un incómodo páramo congelado dentro esta NBA darwiniana y de movimientos sísmicos. Este año le han pasado unos cuantos por delante, el riesgo es que lo hagan también los que están poniendo cimientos y que son ahora muy malos con la esperanza de ser muy buenos mañana. Los Timberwolves, mientras, no son ni buenos ni malos sino todo lo contrario. Y mientras, Kevin Love mira a California y tararea: “The West coast has the sunshine And the girls all get so tanned…”.


9 Comentarios

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ruben

Muy buen post! me ha gustado. Me gusta desde hace poco la NBA y me ha servido para hacerme una idea de la franquicia! Felicidades

04/09/2014 01:15:15 PM

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natxo

Ke iban a ser un fracaso ya se sabía. Seamos sinceros, sin ricky nadie se fija en minnesota

04/09/2014 04:38:50 PM

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nacho

muy bien escrito. No tengo muy idea de la NBA y escribes de tal manera que me vaya enterando de todo hasta ponerme, mas o menos, al día. De lo mejor que hay por As

04/09/2014 10:17:50 PM

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oscarnava

Brillante! Gracias por redactar algo tan elaborado de la NBA!

04/10/2014 09:25:10 AM

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Nachete

El problema principal del equipo es la falta de intensidad en defensa, sobre todo de los titulares. 3 no defienden y los otros 2 intentan robar todo el rato y descolocan al equipo. Cuando sale bien ganan por los puntos al contraataque y, cuando sale mal, bueno, un desproposito

A mi el que menos me ha gustado del equipo es Martín, un buen jugador de banquillo pero horrible titular. Con él de sexto hombre y de titular alguien que defienda, la cosa hubiese cambiado mucho. Una pena Budinger que no ha acabado de coger el tono.

Adelman tampoco me ha gustado. A Dieng no lo ha aprovechado hasta el final (con excelentes resultados) y a los demas suplentes no les ha dado la confianza necesaria para ser buenos secundarios

Y Ricky, bueno, como soy fan de él, me quedo más con las cosas buenas. Jugador con cabeza extraña, cuando todos creíamos que buscaría stats en este final de temporada, baja sus registros en asistencias y robos y empieza a anotar y a tirar mejor. Esta claro que las cosas que tiene en mente son las que le salen mal. Cuando deje de pensar tanto será un jugador excelente ( algo parecido a lo que ha pasado con el chacho )

04/10/2014 09:25:31 AM

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Miguel

Hombre, enooorme artículo, que bien escribes macho. Lo único que en 2004 los Wolves por mucho Garnett que tuvieran, hay que tener en cuenta que ni con los fichajes de Casell y Sprewell (creo que llegaron ese año) eran ni medio candidatos al título ante los fab4 de los Lakers y no eran precisamente mejor plantilla que los Pistons. Pero en fin, gran artículo enhorabuena, seguid así con la NBA, y como digo las pocas veces que me da por comentar, HACED LOS COMENTARIOS TIPO FORO, que os comeis a la competencia en cero coma.

04/10/2014 10:09:49 AM

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moisés

Pues como se vaya Love veremos a ver si no son otros 10 años de sequía con Ricky de jugador franquicia (si es que sigue). En fin, no entiendo lo del draft, decimos que los Blazers han elegido fatal históricamente pero en la corta historia de los Wolves andan por el mismo camino.

04/10/2014 10:15:35 AM

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mediterraneo

Buen artículo! Kevin Love se va a ir si o si. Yo creía que el año bueno de los Wolves iba a ser el anterior, pero con las lesiones tuvieron mala suerte. Y este año no han estado a la altura. Estoy de acuerdo con el comentario que dice que si no jugase Ricky nadie se fijaría en Minesota, pero esto es sobretodo en España. Y no nos engañemos, la temporada de Rubio ha sido flojita en su mayoria con porcentajes de tiros impropios de un base titular y que está arreglando ahora cuando ya está todo decidido. Saludos.

04/10/2014 10:23:28 AM

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Stock_GonZaGa

El problema de Minnesota es que desde que se creó esta franquicia, es la peor gestionada con diferencia y teniendo en cuenta el tipo de mercado que representa esta toma de malas decisiones les lastra el doble de tiempo.

El draft de Rubio es el mejor ejemplo de como se mueve esta franquicia, teniendo 3 picks de primera ronda en un buen draft se dedican a draftear a 3 bases, Rubio (5), Flynn(6) y Lawson (18 creo), hasta el mismo K.Love se cabreó con la gerencia.

En resumen, Love se va a largar(en otra gran maniobra de la gerencia) y Rubio en cuanto se libere del contrato rookie lo hará también

04/10/2014 10:54:11 AM