Yohan Blake venció ayer en Lucerna con 9.85 y da un nuevo golpe de autoridad en los 100 metros. Sus rivales están en sus casas, reservándose o curando sus molestias y lesiones. Él corrió en la ciudad suiza en una marca relevante. La quinta de su vida, tras los 9.75 de este año, los dos 9.82 de 2011 y los 9.84 de esta temporada.
Cada vez le veo más candidato al oro en Londres, porque ya os he contado aquí que las molestias y lesiones de Usain Bolt y de Asafa Powell me inquietan. Veo a Yohan Blake con una seguridad inmensa. La Bestia (el apodo, que no me gusta, se lo puso Bolt) está como un tiro. Además, no forzó en los últimos diez metros, aproximadamente.
Y vamos con Jason Young, otro jamaicano. No estará en Londres, porque no se clasificó en los Trials, pero ayer corrió en 19.86, un marcón. Se coloca tercero del mundo tras sus compatriotas Blake y Bolt.
¿Quién es? Pues un chaval del que se sabe poco. Que tiene 21 años, que su marca en 100 metros es de 10.19 y que hasta ahora lo más rápido que había corrido en 200 era en 20.42. ¡Ha pasado de 20.42 a 19.86! No hay duda de que Jamaica tiene un vivero interminable de velocistas. Después de Powell llegó Bolt, después de Bol ahí tenemos a Blake, después de Blake… una cadena interminable.
Es que están en la Isla de la Velocidad.
Por cierto, algún día, si la actualidad lo permite, os contaré que Jamaica no ha aparecido de la nada en el mundo del sprint, que ya tuvo fantásticos atletas en el pasado, como Don Quarrie, por ejemplo, que en los Juegos de Montreal 1976 fue plata en 100 y oro en 200 y que cuatro años más tarde, en Msocú, fue segundo en la media vuelta a la pista. Pero antes que él hubo otros.