Vicente Añó y Fermín Cacho han decidido unir sus fuerzas en un frente común para intentar arrebatarle la presidencia a José María Odriozola, que dirige el atletismo español desde enero de 1989. Me parece una buena decisión. Creo, sinceramente, que la candidatura de Añó era más sólida que la de Cacho y Martín Fiz, según los resultados de las elecciones a la Asamblea que debe elegir presidente el día 16 de diciembre. Y creo también que la unión de ambos fortalecerá ese frente anti-Odriozola que existe en el atletismo español.
Me parecía también una gran idea la posibilidad de adjudicar a Martín Fiz la responsabilidad e intermediación entre la Federación Española y las carreras urbanas, llamadas comunmente populares. Martín es un hombre integrado en ese aspecto del atletismo, ídolo de miles de atletas que se dedican a correr habitualmente fuera de los circuitos de élite, y tiene mucho que aportar en ese aspecto. Pero el campeón mundial de maratón en 1995 ha renunciado porque tiene otros proyectos profesionales. Es una pena.
No hay que olvidar que mientras el atletismo en pista languidece, el atletismo en ruta crece por momentos. La decisión de la Federación Española de crear el Carnet del Corredor ha enconado las cosas. El Carnet del Corredor ha sido un fiasco deportivo y económico y no pocos responsables de carreras populares lo han calificado de “impuesto revolucionario”. ¿Por qué alguien que no tiene relación alguna con la RFEA tiene que pagar para correr en una prueba que ni siquiera organiza este organismo? Alguien me puso un día un ejemplo curioso. “Esto es como si los que tenemos coche tuviéramos que pagar a la Federación Española de Automovilismo”.
Las elecciones del día 16 de diciembre son las más apasionantes de los últimos tiempos, en los que Odriozola solía ser candidato único. Nunca me han parecido bien las candidaturas únicas. Implica pobreza. Ahora Odriozola se va a enfrentar a duros rivales. Desconozco quién va a ganar, porque creo que hay mucho voto oculto o indeciso, pero, al menos, el atletismo ya ha ganado porque se ha creado debate.
Mi opinión ya la conocéis: José María Odriozola fue un extraordinario presidente, pero en los últimos tiempos ha perdido los papeles. Gravísimos problemas económicos (algunos de ellos independientes de la crisis, a la que ahora se quiere echar la culpa de todo), fracasos deportivos reiterados, incapacidad de vender el atletismo, dudas sobre el papel de la RFEA en los casos de dopaje, empeño del presidente en coleccionar enemigos… Todo eso debe cambiar, por el bien de todos.