En las declaraciones de Marta Domínguez el día antes de la San Silvestre Vallecana quedó claro, o al menos a mí me lo pareció, que el atletismo es algo secundario en su vida. De entrada anunció que ganar en la carrera vallecana era imposible. Luego dijo que se entrenaba menos de lo que ella quisiera. Después afirmó que no tenía planes para este 2013. Que irá paso a paso, sin objetivos concretos.
Yo creo que Marta ha echado el cierre a su etapa como atleta, porque si quiere pasarse al maratón llega un poco tarde (o muy tarde) y, creo yo, sin ilusión alguna. Si quiere afrontar los 42.195 metros debería tener ya un plan de ataque a la distancia. No lo tiene. Lo reconoce sin problemas. El tiempo pasa y con su edad pasa muy rápido.
Marta es madre, senadora y atleta. Demasiados frentes abiertos. Como madre estoy seguro de que será extraordinaria; como senadora, sus intervenciones se pueden seguir en la página oficial de este organismo, que muchos no sabemos para qué vale; como atleta creo que está en una etapa terminal, sin objetivos, con poca ilusión...
Sus declaraciones chocaron con las de Natalia Rodríguez, que tiene claro que pretende hacer pista cubierta, resumida al Campeonato de España, a algunos mítines internacionales y a los Europeos. Y en verano a los Mundiales. Natalia lo tiene claro.
Lo malo de la pista cubierta es que está sin mítines, por primera vez en un sinfín de años. En tiempos había hasta cinco reuniones internacionales en España. Ahora no va a haber ninguna. Natalia no tendrá muchos problemas para competir fuera de España, pero otros atletas no tendrán la puerta abierta. Crisis sobre crisis.