Radcliffe: la mejor se va sin medallas olímpicas
Paula Radcliffe, batiendo el récord mundial.
El próximo domingo, día 26, en la Maratón de Londres, Paula Radcliffe pone fin oficialmente a su impresionante vida deportiva. De hecho, ya estaba retirada de las competiciones de élite, pero ella, y los organizadores londinenses, han querido que el The End tenga a la capital británica, escenario de su récord mundial de maratón, como lugar de despedida, supongo que apoteósica.
Londres, su urbe querida que la vio coronarse como la más rápida en los 42.195 metros, distancia que nació allí, en 1908, como metraje clásico de la maratón, aunque no se oficializó hasta París 1924.
Londres, su ciudad de la amargura, porque ni siquiera pudo competir en los Juegos Olímpicos de 2012. Juegos Olímpicos… La gran decepción de Paula Radcliffe, la chica que corría y corre con el gesto crispado, con aparente esfuerzo sobrehumano, como si llevase clavado un puñal en el corazón, según decían de checo Emil Zatopek, al que recuerda por la forma de desplazarse.
Paula es hija de un industrial cervecero llamado Peter, que se animó a correr en sus ratos libres para perder peso y abandonar el vicio del tabaco. En sus correrías, Paula le perseguía durante una milla, con siete años, se supone que ya con gesto crispado. Su padre no sospechaba, claro, que iba a ser la mejor del mundo en maratón.
Pero abandona el atletismo de élite sin haber subido a un podio olímpico. Pasa a engrosar la lista, no pequeña, de grandísimos atletas que no se han deleitado con la miel olímpica. Ya había una medalla olímpica en la familia: su tía abuela, Charlotte Radcliffe, fue medalla de plata en 4x100 metros libre de natación, en Amberes 1920.
La esposa de Gary Lough, un millero norirlandés que llegó a correr los 1.500 metros en 3:34.76 allá por 1995, ha sido campeona mundial en maratón y medio maratón, campeona de Europa en 10.000 metros, campeona mundial y europea de cross, campeona mundial júnior de campo a través y plusmarquista del mundo de maratón (lo sigue siendo) y europea de 10.000 metros… pero la madre de Isla (ocho años) y de Raphael (cuatro) nunca, nunca, ha conseguido subir a un podio olímpico. Con esa amargura se va. Con ese inmenso dolor cierra su trayectoria deportiva.
En Atlanta 1996 compitió en 5.000 metros y fue quinta; en Sidney 2000 subió a los 10.000 y terminó cuarta; en Atenas 2004 se retiró en la maratón, justo después de perder, sufriendo mucho, la tercera posición, pasado el kilómetro 30, y volvió a abandonar en los diez kilómetros; y en Pekín 2008 se negó a retirarse y, plusmarquista mundial como era (2h 15:25), llegó a la meta en el puesto vigésimo tercero, con 2h 32:38, la peor marca de su vida. En Londres 2012, lesionada, no pudo competir.
Esos han sido sus momentos más amargos, que no sé si al final han prevalecido en su ánimo. No debería ser así, porque las luces han superado a las sombras en su trayectoria: quince medallas en competiciones importantes, once de ellas de oro; dos récords mundiales en maratón (2h 17:18 y 2h 15:25, vigente), una plusmarca europea en esta misma distancia (2h 18:56) y otra en 10.000 metros (30:01.09), y, además, ha sido líder mundial en seis ocasiones, una en 5.000, tres en 10.000 y dos en maratón. Y líder europea en ocho, una en 5.000, tres en 10.000 y cuatro en maratón.
Podéis descargar aquí todos los datos de Radcliffe: Descargar PAULA RADCLIFFE EN DATOS
Pero vamos con lo más llamativo, sus dos plusmarcas mundiales en los 42.195 metros.
El primero lo consiguió en Chicago, el 13 de octubre de 2002. El récord anterior estaba en 2h 18:47, por la keniana Catherine Ndereba (2h 18:47 en el mismo recorrido, un año antes). El segundo, y hasta ahora definitivo, lo alcanzó en Londres, el 13 de abril de 2003, con un registro espectacular de 2h 15:25. En ambas carerras Paula dejó en la segunda plaza a Ndereba: en Chicago la africana terminó en 2h 19:26 y en Londres en 2h 19:55. Vendió cara su derrota, desde luego, pero en aquellos tiempos Radcliffe era absolutamente invencible en la carrera olímpica más larga.
Paula ha corrido hasta ahora doce pruebas de maratón, con un balance muy positivo. Ha ganado ocho de esas competiciones: tres en Londres (2002, 2003 y 2005), otras tantas en Nueva York (2004, 2007 y 2008), otra en Chicago (2002) y una en Helsinki, en los Mundiales de 2005. Fue tercera en Berlín 2011, cuarta en Londres 2009. Se retiró en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y fue 23ª en los de Pekín 2008.
Bueno, pues el domingo, homenaje y despedida a una gran estrella. A la mujer que corría extrañamente crispada, con un estilo poco estético, pero muy eficaz. A la mujer que lo ganó casi todo, pero que nunca acarició una medalla olímpica. A la mujer que sigue teniendo la plusmarca mundial de maratón, que, casi con absoluta seguridad, no será derrocada como reina el día 26, porque la distancia entre esos 2h 15:25 y las mejores marcas que se consiguen últimamente ronda los cuatro minutos, cuando no los cinco.
Se va una estrella y una atleta ejemplar, acosada a veces por el asma y siempre beligerante en contra del dopaje.
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