Carros de fuego

Un blog sobre atletismo y todo lo que lo rodea: historia, competición, actualidad, debate... Todo lo que te interesa del atletismo y que no podrás encontrar en ningún otro sitio.

Autor: Ángel Cruz

Dopaje: otra puñalada trapera al atletismo

DIACKAhora resulta que el senegalés Lamine Diack recibía dinero (presuntamente) a cambio de tapar casos de dopaje de atletas rusos. Atletas rusos que, por cierto, siguen cayendo como moscas: este jueves se han conocido cinco nuevo casos. Podéis leerlo en as.com y en el Diario AS. Bochornoso. ¿Quién va a seguir enamorado de un deporte tan bello, tan espectacular, el rey de los Juegos Olímpicos, ese deporte que ha producido mitos deportivos…

Sí, quién va a seguir enamorado de esta fruta podrida. Siento escribir esto, pero es que estoy al borde de no creerme ya nada de nada, de ver dopados por todas partes. Pero todavía me resisto. Sí, sigo enamorado del atletismo. Creo que lo voy a estar siempre, a pesar de los pesares.

Pero lo de Lamine Diack es una puñalada trapera. Una más. Y especialmente sangrienta cuando procede de la que fue máxima autoridad mundial del atletismo, del hombre que mandaba en todo esto. Si la cabeza de una organización está corrupta, apaga y vámonos.

Ya lo escribí en twitter. ¿por qué no me extraña lo de Lamine? Ya tuvo sus más y sus menos con el Comité Olímpico Internacional, también a cuenta de ciertos dineros más sucios que limpios. Presuntamente, claro. La IAAF negociaba un contrato de márketing con la compañía ISL, de la que, también presuntamente, ya sabéis, recibió cierto dinerillo. No fue expulsado, pero podría haberlo sido.

Para más inri, uno de sus hijos, Papa Massata Diack, tuvo que dimitir a causa, también, de unos turbios asuntos relacionados, cómo no, con Rusia. ¿Le gustará a esta gente el atletismo? ¿Prefieren el dinero presuntamente oscuro? ¿Utilizan el atletismo para forrase, ellos que ya son ricos?

De los cinco atletas rusos sancionados ayer, mejor ni hablar. Ninguno de ellos tiene medallas internacionales de relumbrón, así que esto es una gota en el océano de dopaje de Rusia, en el que se han ahogado medallistas olímpicos.

Me temo que todo el mundo está bajo sospecha. Gracias a las diversas puñaladas sufridas por este deporte bello y ancestral, que prostituyen ciertos personajes.

Por favor, dejadnos en paz. Dejad que disfrutemos sin pensar mal. Marcharos. Así estaremos más limpios.

Y compadezco a Sebastian Coe, el sucesor de Lamine Diack (juntos en la imagen inferior). Un hombre íntegro que tiene ante sí una labor ingente para limpiar todo esto, para iluminar de nuevo este deporte, al que dio momentos de auténtica gloria.

COE DIACK