Corazón Atlético

Luis Aragonés, Simeone y la afición son las mejores señas de identidad de un equipo diferente. Este rincón pretende expresar los sentimientos de un club que sigue peleando por estar en la élite mundial.

Autor: Manolete

Moyá es una buena alternativa para la mala suerte de Oblak

La lesión del portero esloveno es la culminación de la peor etapa del Cholismo. La comida de Navidad del jueves debe servir para que todos los estamentos entonen el mea culpa. La imagen contra el Villarreal fue una vez más peor que mala. Salvo el empate con el Barça no se ha ganado a nadie de los de arriba. Griezmann sigue perdido y sin encontrar su nivel de juego habitual. Gabi ejerce de capitán y mañana veremos la respuesta de la afición con las entradas para el Leverkusen. Se ha perdido la personalidad rojiblanca y hay que cambiar para que no dejar escapar entrar en Champions para el año que viene.

Ha sido la culminación a una noche aciaga ante el Villlarreal. Se confirmaron los peores presagios y al final Oblak va a tener que pasar por el quirófano y estará entre tres o cuatro meses de baja. El jugador que más en forma había en los colchoneros y que hacía los milagros para mantener la ilusión de la victoria dejará de estar. El recambio es de garantías. Moyá tiene experiencia y categoría como para conseguir que el resto del equipo sepa siempre que detrás de ellos hay una persona que pondrá más que complicada la labor de los rivales. Es la culminación a la peor etapa del cholismo. En los seis años que lleva Simeone en el Atlético nunca ha tenido su equipo una ausencia de identidad como la actual y en especial exhibir que no sabe muy bien el camino que tiene que recorrer. Incluso el sábado tienen el reto de la llegada de Las Palmas y en caso de otro tropiezo por primera vez se pueden escuchar muestras de enfado en las gradas del Calderón. No preocupa que la Liga esté perdida. Lo peor es que sobre el campo parecen once jugadores a la deriva y que hasta asegurar la Champions para el año que viene se antoja complicada y cuidado. No jugar esta competición supone perder una serie de ingresos económicos más que importante y dejar de ser uno de los grandes de Europa que permiten que no falten las firmas patrocinadoras. Muchas cosas en juego y es urgente buscar soluciones.


Un diez para Gabi. Ayer ejerció de capitán, salió a dar la cara y dijo la verdad de lo que está pasando. El peor momento del cholismo y es cuando se tiene que demostrar la fortaleza de bloque y unión que existe en el vestuario. Imperial y el primer paso para la reconstrucción de un proyecto que ya es historia en el Atlético. También se han hablado jugadores y técnicos para decirse las cosas a la cara y tirar hacia adelante. Incluso el jueves en la cena de Navidad se quiere aprovechar la ocasión para enseñar a los aficionados que no pierdan la esperanza que todavía no se puede dar nada por perdido. Mañana se inicia la venta de las entradas para el partido contra el Leverkusen de octavos de Champions y no tengo dudas de que irán a buen ritmo ya que se ha convertido en el sueño que todavía se puede cumplir. Otro que tiene que entonar el mea culpa es Griezmann. Ocho partidos sin marcar y a lo mejor es que el sistema no es el adecuado. Correr lo hace como el mejor, pero se le tiene que encontrar su ubicación ideal para que enseñe su calidad y marque las diferencias. Y, sobre todo volver a recuperar el orgullo que sentía en las pasadas temporadas. Nunca dar por perdido y sobre todo dejar claro que este Atlético es uno de los grandes. Todo tienen que remar en la misma dirección y apostar por un año de Copas llenaría de alegría al personal. Además con el cambio al Mega Metropolitano se tiene que trabajar para entrar por la puerta grande. Materia hay como para sentirse optimista y hasta es comprensible que en los seis años de Simeone de jefe puede existir un tiempo de dos meses en los que se ha perdido el rumbo, pero hay que ganar de enderezarlo.