Moyá ya tiene asegurada su continuidad y Thomas cada día pise paso con más fuerza. Se va a buscar la llegada de un central de garantías. Ante el Deportivo llega la primera de las finales de marzo. Tampoco estaría mal visto la opción de que Griezmann tuviera que quedarse en el banquillo, que es una garantía y la fiesta de despedida del Calderón es un sueño que gusta más que la Champions.

Ante el Depor, Fernando Torres volverá a tener que pasar su examen particular. Se juega su renovación. Con la llegada de Simeone no valen los nombres propios. El técnico quiere que su gente se gane a pulso su confianza. Mientras Moyá prácticamente ya tiene asegurada su continuidad que se anunciará en los próximos días, el delantero sabe que todavía genera dudas. Los primeros contactos existen y hasta se le ha insinuado la opción de que pase a los despachos, pero el Niño entiende que todavía tiene fútbol en sus botas y en especial quiere apoyar al Atlético en el sueño que sería poder conquistar la Champions. Lo que si se está convirtiendo en una garantías es el banquillo. Hasta el momento cuando el Cholo hace cambios y tira de sus suplentes la realidad es que han conseguido 11 goles y solamente el Sevilla es mejor con 14. Una prueba evidente que Simeone siempre quiere tener a su plantilla a plenitud de revoluciones y que sabe que llega el momento decisivo para que dejarse el alma en el campo. Incluso tampoco se descarta que en un momento determinado hasta Griezmann pueda quedarse en el banquillo. Sería una motivación especial para volver a encontrar al jugador que marcaba las diferencias en años anteriores y que desde que ha empezado el 2017 la realidad es que está lejos de exhibir sus mejores virtudes. Incluso hoy ha ensayado con Gamerio y Torres en la línea de ataque. A lo mejor en Riazor nos llevamos una sorpresa.

Lo que sigue provocando una gran emoción en la afición es la fiesta de despedida para el cierre del Calderón. Ya se han agotado las entradas para el último concierto en el feudo rojiblanco que será de Alejandro Sanz y ese partido entre viejas glorias rojiblancas de toda la vida es algo que nadie quiere perderse. Todos quieren estar ahí, ya que saben que es el momento de poder estar con sus ídolos de todas la vida y que le dieron gran felicidad. El partido contra el Depor es la primera de las finales que se esperan en marzo. La consigna es que hay que salir a ganar todos los encuentros. No valen descuidos y es que en el fondo no se renuncia a la posibilidad de pelear con el Sevilla por la tercera plaza. Saben que por el Calderón van a pasar los rivales de esta lucha y estiman que es el momento de dejar sufrir angustias. Cada día se utiliza más la pizarra y el vídeo para corregir los errores que se están cometiendo y en especial en el vestuario se habla mucho de que tienen potencial para conseguirlo y mirando de reojo a la Champions. Esperan superar al Leverkussen y luego esperar que para cuartos el rival sea asequible y que no les toque uno de los peces gordos como ha sucedido en las últimas temporadas. Cardiff sería el mejor homenaje que darían a los aficionados en el adiós al Calderón.