Fernando Alonso podría estar en el segundo puesto de la estadística junto a Juan Manuel Fangio, dos de habla hispana. Podría. Pero no está. Allá va la opinión, con permiso. Si las cosas hubieran sido como deberían, es decir si hubiera contado con la confianza de McLaren y en Ferrari fueran como eran el español tendría, además de sus dos coronas con Renault, las de 2007 y 2008 con el equipo británico y la de 2010 con el italiano. Y es que si Ron Dennis hubiera dado al bicampeón que ficharon las armas y el apoyo que merecía sin duda hubieran vencido en 2007, de hecho terminó con el mismo número de puntos que su compañero a pesar de todos los problemas, y un año después hubieran luchado de igual a igual y también hubiera ganado. Aunque eso es opinable, claro. En 2009 no se le hubiera escapado el título a Button con su Brawn. Pero en 2010, con un poco más de ayuda de Ferrari, recordemos que terminaron terceros en constructores, el asturiano también se hubiera proclamado campeón en su primer año con la Scuderia.
Esa es una primera parte, la segunda es si, como pudo haber hecho, hubiera fichado por Red Bull después de dejar McLaren. Se hubiera pasado un año, 2008, casi en blanco, pero estoy seguro de que en 2009 hubiera ganado su tercer título con el coche de Newey, hubiera repetido la pasada temporada sin duda y qué decir de lo que hubiera sido capaz de hacer este año con el monoplaza que ahora lleva Vettel. Otros tres títulos más a unir a los de Renault.