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Hola, me llamo Manuel Franco y soy el enviado especial de AS a los grandes premios de Fórmula 1. También me podéis escuchar en la SER, en El Larguero y en Fórmula SER. Espero vuestra participación en esta nueva aventura.

Autor: Manuel Franco

Grazie Stefano

Ciao, ¿cómo estás? ¿bien? Dime que bien. En español, haciendo un esfuerzo que después de las primeras palabras relajaba en italiano, Stefano Domenicali me saludaba en Melbourne, en ese paddock del circuito de Albert Park que inicia la temporada. El jefe de Ferrari, para mi lo será siempre, estaba con un grupo de ingenieros con ese gesto que mezcla el enfado y la tristeza cuando, les dejó ahí con sus papeles, se colocó la sonrisa y hablamos un rato. Apenas diez minutos, una eternidad para lo que se estila en ese universo de espantapajaros, falsedad, mentiras y mediocres que se creen dioses que es la Fórmula 1. Domenicali es una buena persona, pero también un buen profesional, y un tío educado, expecie en extinción allá donde habitan las poses de nobles de barrio y engaños que uno acaba por creer verdad. Qué lugar, señores. Ahí estaba Domenicali, hasta hace poco, luchando por ganar un Mundial, por llorar en la línea de meta ese día en el que su Fer ocupase el lugar que merece. Avanti, siempre. Ya saben... Ese día en Australia, Stefano me reconoció que otra vez habían fracasado al principio, que los primeros grande premios serian difíciles, pero que irían mejorando, que tenía a Allison en Maranello, que confiase. Confianza. Una vez más. Pocos la tenían ya. Cuando conté todo esto en el AS y en la radio, incluso en las tertulias de televisión, la mayor parte se rieron ayudados por la evidencia de los resultados. Pero yo confiaba en Domenicali. Y confiaré siempre. Y también me dijo, como siempre, que tenían a Alonso, que el asturiano era un león, que con él a poco que el coche mejorase iban a estar delante, que quería ganar con Fernando. Avanti... El italiano, era (hablo en pasado en la F1), un hombre de detalles. Recuerdo en diciembre pasado... 

¿Te gusta? Si ganamos el Mundial te la regalo para ti, como símbolo de la victoria. Mientras el resto de los periodistas que representabamos a los medios más importantes de Europa charlaban con Montezemolo, intentando encontrar en los ojos de halcón del Advocatto alguna señal de la esperada resurrección de Ferrari, yo hablaba con Stefano Domenicali. El jefe del equipo se había presentado en la tradicional comida de Navidad con la prensa con una chaqueta de tweed que le hacía parecer un investigador en busca del santo grial y se lo dije. después de algunas risas, llegó la apuesta. Tenía ilusión Stefano. Mucha. La misma que cuando hablamos en el aeropuerto de Melbourne, y en Kuala Lumpur, o aquella vez que se unió a una cena de Burger King con otros colegas españoles en algún otro lugar del mundo que ya no recuerdo. Así era Domenicali. Habrá quien piense que a los periodistas nos gusta que nos hagan caso, que se nos gana con tenernos en cuenta, con hablarnos y tal, quizá sea cierto, pero en este caso apelo sólo a la educación, a saber que cuando llevas años viajando por el mundo, encontrandote a gente por ahí, esa misma gente debería ser educada. Detalles, digo.

Hay muchos más detalles, como cuando hace poco en el aeropuerto de Dubai me metió en la fila de Primera Clase para que no perdiera el vuelo posterior, ya ahí me habló de su afición al baloncesto, próxima parada parece. Detalles, instantes de un tío grande. Como el saludo a mi mujer en autorretratos o la cascada de Madonna di Campiglio. Momentos.

Es una buena persona, dicen, un buen tipo, añaden los que escriben en argentino para parecer más sofisticados, un tío de puta madre, corrige el de más allá. En fin... Lo era, lo es. Todo eso y más. Pero también es un extraordinario profesional. Ser el jefe de un equipo de F-1 es gestionar personsa. Sobre todo. Y ahí Domenicali es un maestro, alguien que sabe confiar en los mejores. Y eso no es siempre fácil. Está la envidia, las predilecciones personales, las apuestas y tal. Domenicali hizo algo, por ejemplo, que no fue capaz de hacer Ron Dennis, dar la confianza total y absoluta al mejor de los mejores. Algunos incluso llegaron a decir que era Alonso realmente quien mandaba en Ferrari y no Stefano. Error. Pero sí es cierto que Domenicali sabe quien es el mejor piloto del momento, el único capaz de hacer cosas más allá de la lógica y le otorgó los plenos poderes que merece. Y además, siempre dio la cara, hasta en los momentos más difíciles apareció ante la prensa para defender a su gente, a su Maranello, su cavallino y la leyenda de una marca que otros ensucian cuando se van a mitad de la carrera. Firmeza. Valor, que también así se demuestra. Como en una entrevista con este diario, con este periodista el año pasado, cuatro páginas en las que contaba la verdad, le gustase a quien gustase, en italiano, con coraje. No, el no era el problema. 

En dos ocasiones estuvo a punto de hacer realidad su sueño: ganar el título mundial y hacerlo con Alonso. En 2010, muchos le echaron la culpa del desastre de Abu Dhabi. Siempre el máximo responsable es el máximo culpable sí, pero no fue suya la decisión de meter a Alonso entre el tráfico, ni tampoco del hecho de que el asturiano llegase con un motor que ya estaba en las últimas, quizá el hecho de tener ese año un coche minimamente competitivo, al menos para luchar con Red Bull y McLaren sí hay que tenerlo en el haber del italiano. Igual que en 2011 no lo fue. Y eccharon a Aldo Costa en Mónaco. Ahora, muchos de los que pedían mano dura con su entonces director técnico recuerdan que estuvo en el podio junto a los dos pilotos de Mercedes en Bahrain. Falsos todos. En aquel año el coche de Ferrari era lento una vez más y lo que se hizo era algo que había que hacer. Como traer a Pat Fry, después a James Allison. Renovar toda la estructura técnica, hacer un nuevo túnel del viento, otro simulador más efectivo, la nueva fábrica... todo esto es obra de Domenicali. 

El jefe italiano ha hecho por Ferrari mucho más de lo que los meros resultados indican, mucho más. Y los resultados futuros tendrán mucho que agradecerle a Stefano. Por eso cuando comencé a ver los rumores de su marcha en la prensa italiana no podía creer que fuera verdad, por la mañana hice un par de llamadas que me confirmaron lo que me temía, no me hizo falta escuchar nada más, pero no podía creerlo. Entre otras cosas porque en Bahrain hablé con Stefano y seguía con fuerza. Algun día contaremos toda la verdad sobre la marcha de Domenicali, algún día.

MIentras, sirva este recuerdo para dar las gracias a uno de los mejores de la Fórmula 1 en los últimos años. Ya no podré quedarme con la chaqueta de tweed, pero cuando Ferrari gane algún campeonato próximo, me compraré una en recuerdo de este compañero de viajes por el mundo que siempre me ayudó en el camino. Grazie Stefano. Y buena suerte. Aunque los buenos no la necesitan. Ciao caro. Avanti Stefano, Avantiiii.


5 Comentarios

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Ayax32

Llegue hasta "... hizo... lo que no fue capaz Ron Dennis.. el mejor de los mejores..." bla bla bla.

Confieso que me enganché por un momento, pero el pequeño "periodista" salió con su acostumbrado alonserismo, si es que vale el término.

Le recuerdo pobre señor, que Dennis trabajó con Prost y Senna. El resto son mamadas. El "mejor de los mejores". Ja.

06/20/2014 09:21:51 PM

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pako

Solo le dire que gracias tambien porque ya no acude aquella gentuza antialonsista a este su blog, Don Manuel.

06/29/2014 06:47:50 PM

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Jesús

Ya lo había leido anteriormente y ahora vuelvo otra vez, si es una pena

pero yo tengo también mi opinión al respecto. Sigo la formula 1 desde

los tiempos de Rene Arnow, John Watson, Jaquest Laffite, Clay Regazzoni, etc. etc. y peco de Español y soy de Gran Canaria, hasta el

momento presente creo firmemente que Fernando Alonso es con mucha

diferencia sobre el 2º, y digo hasta ahora y todo lo visto y leído anteriormente por mi, el mejor piloto que he conocido nunca en lo que la

TV y las revistas me ha dejado ver, el mejor de todos los tiempos. Y eso lo sabe mucha gente del paddock hoy mismo.

07/06/2014 10:55:54 PM

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pako

Don Manuel , espero que escriba algo por aqui.

Yo solo dire que habia un tiempo en el que un listillo presumia aqui de ser experto en F1 .presumia de Vettel.

Y ahora ,como es de esperar de esta gente miserable,calla.

Por ejemplo un tal D.A. que no da la cara.

Las ratas son siempre las primeras en abandonar el barco.

SALUDOS DON Manuel.

07/27/2014 07:14:05 PM

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pako

Es un enorme placer ver como D.A. presumia de seguir a Kimi.

Luego presumia de seguir a Vettel.

Y ahora calla.

Posiblemente ahora sea seguidor de Niko.

Que se puede esperar de este tipo de gente?

Saludos Don manuel.

07/27/2014 07:17:59 PM