Javier Timón
En estos días donde todas las miradas se centran en lo que ocurre en Indian Wells, uno de los jugadores que allí han participado se marcha a casa con la derrota y la desesperación en su rostro. Se trata del brasileño Gustavo Kuerten, uno de los mejores tenistas de la última década que no está logrando ser el que fue pese a sus muchos esfuerzos. Guga, al que todos conocimos en el año 1997 cuando se impuso en la final de Roland Garros a Sergi Bruguera, se pasea por torneos de poco tirón en busca de una recuperación cada vez más imposible.
Este viernes, mirando el cuadro de Indian Wells, pude comprobar la presencia de Gustavo en el cuadro final gracias a una invitación de la organización. Sin embargo, la promesa argentina Juan Martín Del Potro (ojo con este jugador), pasó por encima del brasileño con una clara victoria en dos sets. Y esto me llamó tanto la atención que me pregunté qué había sido de este jugador. Efectivamente, la culpa de todo la han tenido las lesiones, aunque el componente psicológico siempre importa. Tanto que en 2005, harto de no reencontrarse con su tenis, Kuerten decidió romper su relación con Larri Passos, que había sido su entrenador durante 15 años y el que le había llevado hasta lo mál alto de la ATP. La situación del brasileño no mejoró y, hace más o menos un año, decidió volver a contar con los servicios de Passos y comenzar de cero.
Guga ha sufrido distintas intervenciones de cadera en los últimos años y parece difícil que vuelva a recuperar su mejor nivel. 2006 se lo pasó en blanco y al menos este año ya ha participado en cinco torneos, aunque con resultados muy discretos. Esperemos volver a escuchar muy pronto los gritos de sus fans en la grada, tan peculiares, o verle de nuevo en la tierra batida de Roland Garros, donde cosechó los mejores éxitos. Por cierto, la página web de Kuerten no tiene desperdicio. Noticias, fotos, etc. ¿Se puede pedir más? Sí, que vuelva a ser el que fue. Ojalá se cumpla.