Tomás de Cos
El argentino Willy Coria ha vuelto a ser noticia a pesar de que su tenis sigue lejos de la brillantez que le aupó a la tercera posición del ranking ATP. El ganador de los Masters Series de Hamburgo (2003) y Montecarlo (2004) y finalista de Roland Garros, ha demandado por su positivo a una compañía norteamericana de suplementos alimenticios.
Según esta información el juicio comenzará el próximo lunes en el tribunal superior de Nueva Jersey, en New Brunswick, y el argentino busca que un jurado le otorgue más de 10 millones de dólares (unos 7.5 millones de euros) como compensación por la pérdida de premios y patrocinios sufrida durante su mejor época de tenis.
Coria tenía 19 años cuando fue suspendido en julio de 2001 tras dar positivo por esteroides mientras jugaba en un torneo en Barcelona, por lo que recibió una sanción de dos años. Después de que quedara demostrada la contaminación del citado suplemento vitamínico con esteroides (reconocida por la misma empresa) le fue reducida la sanción a siete meses. Entre 2003 y 2005 Coria no abandonó el top-ten y en 2004 disputó una 'épica' final en París frente a su compatriota Gastón Gaudio (en la que desperdició dos bolas de partido y sufrió numerosos calambres) que le situó en el tercer peldaño mundial.
Pero ahí se acabaron las mieles. Después, y coincidiendo en el tiempo con la crisis del australiano Lleyton Hewitt, inició una dramática cuesta abajo en la que quedó en evidencia una notable incapacidad para soportar la presión, un calvario inexplicable con el servicio, más de una inoportuna lesión y varios cambios de entrenador. Entre sus malogrados preparadores está el ex capitán español de Copa Davis, Josep Perlas. En la actualidad ocupa el puesto 344 de la lista de entradas de la ATP.
Nada se sabe sobre su supuesta vuelta al circuito y poco más sobre los problemas reales que devaluaron su tenis. El Mago reconoció hace unos meses estar entrenando fuerte junto a Hernán Gummy con la vista puesta en Roland Garros y negó los rumores sobre su supuesta retirada. "Voy a volver seguro, no sé cuándo pero voy a volver. Cuando lo haga quiero disfrutar del tenis y no presionarme tanto con el ranking. Yo ya fui número tres del mundo", afirmó a una radio de Buenos Aires. Pero Rafa Nadal levantó el domingo su tercera Copa de los Mosqueteros sin que el de Rufino pisara una pista del afamado club parisino.
¿Qué ha pasado con uno de los mejores tenistas argentinos y uno de los grandes especialistas sobre tierra batida del circuito de los últimos años? ¿Es el suyo sólo un problema tenístico? ¿Es posible esperar una resurrección?
Cierto es que la soberbia rivalidad que Federer y Nadal mantienen desde hace dos temporadas ha desatado de nuevo la pasión por el tenis. Pero no lo es menos que el circuito necesita de más Djokovics y Davydenkos para no perder interés a corto plazo. Sobre todo teniendo en cuenta el bache en el que andan sumidos jugadores como Rodddick, Blake, Ljubicic, Nalbandián o el propio Ferrero.