Almagro
Por Tomás de Cos
Es uno de los grandes desconocidos del tenis español. Nicolás Almagro (Murcia, 21-08-85), actual campeón de España como su proveedor de raquetas (Dunlop) se encargó de recordar ayer en un homenaje celebrado en el stand de la marca en el Mutua Madrileña Masters Series, no dio opciones en su debut al veterano Fabrice Santoro. Los golpes ultracortazos del tenista francés no fueron suficientes para frenar el ritmo del murciano, que acabó imponiéndose por un doble 6-4 en el encuentro matinal de la pista central del Madrid Arena.
Nunca antes había disputado un partido del cuadro final del octavo Masters Series de la temporada pero superó la presión de jugar en casa y de comenzar algo nervioso (3-0 abajo en el primer set). Igualado el duelo, Almagro acabó encontrando el ritmo y la intensidad habitual de sus golpes para eliminar al viejo zorro de origen tahitiano.
Para quienes no le conozcan, Nico Almagro es un tipo sencillo y humilde, consciente de sus posibilidades y de su necesidad de seguir aprendiendo en el mundo del tenis. Elude comparaciones con los grandes pero confía en sus posibilidades y es consciente de que su tenis sobre pista dura ha ganado muchos enteros tras la temporada americana. Así afronta el siguiente peldaño: el chileno Fernando González, quinto favorito del torneo y apodado ‘Mano de Piedra’ por su enorme fortaleza. Un tenista de una calidad incontestable con el que el español sólo se ha enfrentado en una ocasión. Fue en territorio enemigo (Viña del Mar, Chile) y con derrota (7-6, 7-5).
Pero Almagro también es un tipo robusto y corpulento experimentado en despeluchar bolas con sus violentos golpes. Por lo que el duelo será promete ser espectacular y no conviene perdérselo. Almagro es un gran desconocido para el gran público pero es un diamante aún por pulir, al que condiciones físicas y técnicas no le faltan. Su punto fuerte es su vehemente agresividad. Le gusta llevar la batuta y ser él quien ataca al adversario. El débil es una cabeza que a veces tiende a la distracción y la desconcentración y que aún le juega demasiadas malas pasadas. Está en el camino de resolverlo y da gusto verlo cuando muestra su mejor versión.
