LOS HIJOS DE FEDERER
CUARTA PARTE: SOBRE LOS HIJOS DEL AGOBIO Y OTRAS PATERNIDADES
Bueno, Juan, después de tantos preámbulos, iré al meollo de la cuestión, que es el análisis de esa “teoría familiar” que has creado para explicar los éxitos de Federer. Yo creía que si un tenista es capaz de jugar 16 finales de Grand Slam en cinco años es porque es muy bueno, pero, si nos guiamos por lo que das a entender, el caso de Federer es distinto pues tal logro, muy superior a lo que merece, se debe a un premio que le tocó en la “tómbola de la paternidad”.
Observando los datos, a veces ladinamente mutilados, que aportas como prueba de la esplendidez de su tropa filial, es fácil llegar a una conclusión digna de Caruso: no es que Federer sea bueno, es que casi todos juegan peor cuando se enfrentan a él y así triunfa cualquiera. Visto de esa manera, yo también podría hacer lo que ha hecho Roger: “ganar a jugadores acobardados e inferiores”, aunque, en mi caso, tendría que recurrir a jugar con niños. Esto me recuerda el chiste que soltó un amigo mío cuando supo que el cantante ciego Serafín Zubiri iba a subir al Aconcagua: “Supongo que irá sin guía porque, si no, no tiene mérito”. Me estoy convenciendo: para que los 13 Grand Slam (GS) de Roger fueran un éxito significativo, tenía que haber derrotado a gente superior a él, con dos cojones; como no fue así, no debería magnificarse lo que ha conseguido.
De todos modos, al estudiar las sagas familiares, según convenga, uno se puede ir varios años hacia adelante o hacia atrás. Y, así como tú compusiste tu tabla de hijos del agobio del modo que a ti te pareció, yo me voy a referir al momento en el que Federer alcanzó el nº 1 (el 2 de febrero del 2004, con 22 años, 5 meses y 24 días de edad y dos triunfos de GS en su haber). Voy a poner los nombres de algunos de sus contrincantes (que coinciden, en parte, con los que tú escogiste), la edad que tenían en aquel momento y cómo se habían desarrollado hasta entonces sus enfrentamientos directos con “el padre”. He recogido los datos deprisa y corriendo y es posible que haya pequeños errores, pero, como esto no es una tesis doctoral, tampoco creo que la existencia de fallos menores tenga demasiada importancia.
Empezaré por estos ex nº 1, ganadores de algún GS:
Roddick, de 21 años, 1-5 contra Federer.
Hewitt, de casi 23 años, 7-3 contra Federer.
Ferrero, de casi 24 años, 3-4 contra Federer.
Safin, de 24 años, 1-4 contra Federer.
Resulta evidente que, a Roddick, desde el principio, le tocó jugar el papel de hijo modelo cuando se enfrentaba a Federer; es el típico caso de jugador al que se le atraganta un adversario. Safin llevaba, contra Federer, una trayectoria desfavorable, pero la prueba de que no se amilanaba está en que le eliminó en las semifinales del Open de Australia de 2005. Con Ferrero, las cosas estaban bastante equilibradas y Hewitt dominaba al suizo claramente. Como hace tiempo que el australiano no derrota a Roger, aparecía junto a tus hijos del agobio como hijo pródigo, de modo que pareciera que no le había ganado nunca, aunque eso no sea así; de hecho, alguna de las derrotas de Federer con Hewitt fue muy dolorosa, como la que se produjo, en 5 sets, con una espectacular remontada, en la Copa Davis del 2003. Que Federer fuera capaz de invertir la tendencia que existía en sus enfrentamientos con Hewitt es una prueba de su afán por superarse; la trayectoria ascendente de uno coincidió con la descendente del otro.
También me interesa fijarme en estos jugadores:
Nalbandián, de 22 años, (5-2 con Federer); Henmann, de 29 años, (5-1 con Federer); Haas, de 25 años, (2-2 con Federer); Kiefer, de 26 años, (3-2 con Federer); Stepanek, de 25 años, (1-0 con Federer); Ljubicic, de 24 años, (3-3 con Federer); Agassi, de 33 años, (3-2 con Federer).
¿Y cómo estaba la situación en el caso de sus hijos más fieles? Los datos indican que todavía no eran lo bastante hijos; a alguno, ni siquiera se lo habían presentado y nadie se había hecho, que se sepa, ninguna prueba de ADN:
Davydenko, de 23 años, (0-1 con Federer); González, de 23 años, (0-0 con Federer); Blake, de 24 años, (0-1 con Federer).
Después de visto, todo el mundo es listo, pero, de lo que he puesto, ¿se podía deducir que Federer iba a estar tantas semanas encabezando la lista de la ATP? ¿Acaso los resultados mostraban ya una superioridad abrumadora respecto a sus rivales? Es una pena que no existiera este blog por entonces; quizá podríamos comprobar que habías adivinado que aparecerían hijos donde sólo había simples conocidos y que incluso había padres dispuestos a intercambiar papeles. Esos jugadores en los que basas tu teoría no figurarán, sin duda, entre los mejores de la historia, pero tienen un nivel estimable (la mayoría ha ganado alguna vez a Nadal, por ejemplo). Eran todavía jóvenes, en su mayoría, y, si Federer fue capaz de ejercer un poder intimidatorio sobre ellos, lo logró en la cancha con su esfuerzo. Las victorias, lógicamente, aumentaron su confianza y disminuyeron la de sus adversarios, pero éstos no salían derrotados de antemano y, si Roger hubiera bajado su nivel, en muchas ocasiones hubiera sido derrotado. La prueba está en que, recientemente, ha perdido con González, Blake y Roddick; por cierto, Federer debería tener pronto un detalle con Davydenko; de lo contrario, el ruso va a sentir celos de sus hermanos; no debe olvidarse que nada es tan importante como una familia bien avenida.
Para terminar, dado que Nadal, que rima con paternal, ha llegado a ser el nº 1 (con 22 años, 2 meses y 15 días de edad y 5 GS ganados), repetiré el análisis que he hecho con Federer, para que quede claro que Rafa es el padre que todo padre quisiera ser; eso sí, como, a diferencia del perverso y engreído suizo, Rafa es una excelente persona, no hablaré de hijos del agobio sino de hijos predilectos.
En este caso, no mencionaré la edad y me limitaré a poner los resultados que se han producido en los enfrentamientos directos (lógicamente, “el número paternal” corresponde a Nadal). Empezaré por estos jóvenes:
Djokovic (10-4); Murray (5-1); Wawrincka (3-0); Gasquet (6-0); Baghdatis (5-0); Del Potro (3-0); Nishikori (1-0); Querrey (3-0); Gulbis (2-0).
Y, ahora, para resaltar el carácter filial de los que se están convirtiendo en hijos perfectos a marchas forzadas, haré lo mismo que hiciste tú con los datos de Hewitt y Berdych respecto a Federer y, centrándome en los últimos resultados, descontaré las derrotas previas de Rafa en los siguientes casos:
Berdych (3-0); González (3-0); Hewitt (3-0); Blake (2-0)
Dejo para postre al “hijo padre”, Federer, que presenta en sus enfrentamientos con Rafa un balance negativo de 12-6 (9-1 en tierra batida; 4-0 en los últimos partidos).
Todo esto indica que Rafa inicia su “reinado” al frente de una descendencia numerosa, que, en gran parte, también pertenece a la familia de Federer. Rodeado de “seres menores” o en el tramo descendente de su carrera, no debería tener problemas para ser nº1 durante incontables semanas (aunque no conviene olvidar que, en el deporte, las situaciones cambian de modo rápido y sorprendente). A diferencia del caso del suizo, donde pronto se intuyó que Nadal sería su Némesis, todavía no se ve quién va a ser la auténtica horma del zapato de Rafa (aparecerá; no lo dudes); quizá se esté fabricando en las Baleares; ya se sabe que no hay peor cuña que la de la propia madera.
Viendo este panorama, ¿se podría decir que los futuros éxitos de Nadal son debidos básicamente a que los demás están acojonados por ser “hijos suyos”? ¿A que no? (aunque eso influya; que, a menudo, sus rivales comenten que Rafa es casi invencible prueba que no están convencidos de poder derrotarle y eso siempre facilita las cosas) Pues en algo estamos de acuerdo.
Desde hace años, Nadal y Federer se enfrentan a los mismos jugadores; si alguien considera que los rivales de Federer son mediocres, lo mismo tendrá que decir de quienes juegan contra Nadal. Si Federer no es un gran tenista, ¿por qué se resaltan tanto los triunfos que Nadal ha logrado frente a él? ¿Y por qué le costó tanto a Rafa ser el nº 1 (de modo continuado, nadie ha estado de nº 2 tantas semanas como él) si Federer es incapaz de resistir la presión? Quien pretende devaluar a Federer, indirectamente, también está devaluando a Nadal.
10/22/2008 02:15:34 PM