Tomás:
A lo mejor no hacéis periodismo "de boina". Pero lo que seguro que si hacéis es un periodismo servil, complaciente con los poderes y políticamente correcto.
No hace tantos años, el periodismo tenía un valor supremo: independencia. Fiscalizaba, investigaba, criticaba y hasta derribaba a poderes muy fuertes, independientemente de su signo u orientación; llevaba a la opinión pública la información que otros se esforzaban en ocultar, trabajaba bajo la premisa de sacar a la luz la verdad. En definitiva, el periodismo era el azote de los poderes. Hoy, desgraciadamente, sois sus voceros, sus portavoces, encargados de repetir hasta la saciedad las mentiras que de ellos emanan para manipular a la opinión pública, convirtiendo en verdades todas las patrañas y estafas con los que se atonta a la sociedad.
No se trata de que Contador sea español. Daría igual que fuera francés, italiano, uzbeko o congoleño. De lo que se trata es de que esta gente pueda cargarse a un deportista sin la menor prueba. De lo que se trata es de que no hay garantías jurídicas, donde se ha visto que haya que demostrar la inocencia, en que fuente del derecho se fundamenta tal cosa. De lo que se trata es de por que están por encima de la justicia ordinaria. De lo que se trata es de saber por qué pueden estar casi 2 años para emitir un fallo lleno de contradicciones, sin ningún fundamento de derecho positivo y, en definitiva, una prevaricación flagrante.
Me hace mucha gracia el argumento de que la "presunción de culpabilidad" es justa porque es igual para todos. Es lo mismo que decir que los nazis al fin y al cabo eran justos porque pasaban por las mismas cámaras de gas a todos los judíos. El concepto de igualdad ante la ley es una condición necesaria, pero en absoluto suficiente en el ámbito del derecho. Y si esa igualdad es sobre una justicia arbitraria, caprichosa, política y carente de fundamentos de derecho lo único que significa es que, en lugar de algunos casos excepcionales, la injusticia y la prevaricación se convierten en norma.
El caso Contador es una vergüenza, un insulto al deporte y a lso deportistas. Como lo han sido muchos otros. A Pantani, estos señores que dicen preocuparse por el deporte y los deportistas, lo mataron y aun no he visto quien se haga responsable de ello. Condenan y destruyen a personas cuyo único delito probado es haber destacado, haber trabajado, sufrido y entrenado más, tener más talento y ser campeones.
Y si fueráis periodistas de verdad quizá investigárais quien son esos señores que están en la AMA y en el TAS. Investigariais que intereses, que presupuestos maneja esta pretendida lucha contra el dopaje, quien se beneficia realmente de este tinglado que ha sido capaz de saltarse a la torera garantías jurídicas y derechos fundamentales, os preguntariais por qué actuan solo sobre determinados deportes, por qué los procedimientos son tan irregulares al punto de que este caso, por ejemplo, ha tardado el tiempo que ha tardado, os preguntariais quien y como define en realidad lo que es doping, deduciriais de la necesidad que tiene esta gente de encontrar chivos expiatorios de primera fila que justifiquen el chiringuito y aumenten sus presupuestos y hasta a lo mejor encontrariais las luchas de poder, venganzas y "vendettas" que se ocultan bajo esta tapadera del juego limpio.
Yo, lo que tengo claro, la historia lo demuestra, que toda cruzada puritana extremista como esta del juego limpio siempre oculta odio y deseos de destrucción y jamás justicia. Ya es hora de que los deportistas dejen de soportar este acoso y tomen las medidas que deben tomar, entre ellas, por supuesto, ser ellos mismos quienes regulen las competiciones y el código deportivo.
Por cierto, he cuestionado algunas veces a Rafael Nadal por su falta de compromiso social en algunos temas, incluido el deportivo. En este caso de Contador me quito el sombrero ante él. Sus declaraciones han sido valientes, lúcidas y contundentes, sin paños calientes y sin temor a las consecuencias. Esos son los campeones que necesita la sociedad.
Como la sociedad necesita como agua de mayo periodistas que, en lugar de hacer el caldo gordo a las instituciones, las investiguen y fiscalicen. Lo que has twiteado al respecto o los comentarios de Relaño, periodista de indudable y merecido prestigio, no son dignos, en mi opinión, de la profesión que ejercéis. Y mucho menos escudarse en que no hacéis "periodismo de boina". Porque aquí no se trata de gritar "viva España", "no aceptamos injerencias extranjeras", "la pérfida Albión" o los "cabrones de gabachos". No. Se trata de lo que siempre tiene que hacer un periodista. Preguntarse que, quien, como, donde y, sobre todo, por qué.
Y que la verdad se revele aunque se abra el cielo
Saludos
02/08/2012 01:53:23 PM