Más sobre Petra
Como iba diciendo ayer, me intrigaban algunas cosas del franco-vietnamita. Sobre todo una: ¿por qué hay tan pocas referencias provenientes del país vecino sobre sus logros y peripecias? No es normal que su ficha en la Wikipedia francesa sea tan escueta. Porque no olvidemos, records de estatura aparte, se trata del último campeón galo de Wimbledon (y antes que él ya habían pasado 19 años desde que los “mosqueteros” Borotra, Cochet y Lacoste fueran los únicos que triunfaron allí en los años 20). Es más, tuvieron que pasar luego otros 51 años hasta que un francés, Pioline, jugara y perdiera la final londinense.
Buscando respuestas encontré una entrevista que le hicieron en el periódico “Sarasota Journal” en 1974 cuando llegaba a esa ciudad de Florida para trabajar en un club de tenis después de hacerlo durante 26 años en Chicago y en Darien (Connecticut). De momento la primera pista era una larga estancia en los USA, aunque su fallecimiento acaecería en París una década más tarde, quien sabe si en viaje postrero ante la inminencia del fin de su ciclo vital. El “exilio” americano explicaría la poca notoriedad de su imagen pública, pero aun así...
Hay que tener en cuenta que Yvon era el nº1 de su país a finales de los 30 y había ya alcanzado resultados muy dignos en Grand Slam (cuarta ronda en los USO del 36, con sólo 20 años, y del 38, cuartos en RG-37). También consiguió el título de dobles de Roland Garros con Destreneau venciendo nada menos que a Budge (en su año de oro) y Mako. Además formó parte del equipo nacional de Copa Davis y realizó exhibiciones por Norteamérica donde llamó la atención por su peculiar juego y características físicas. Un juego innovador e intutivo y una carrera prometedora con triunfos en diversos torneos europeos (incluido España) que se truncó con la Guerra.
Cuando acabó la contienda (con las vicisitudes que padeció y que él mismo relata en la interviú) tenía casi 30 años y a pesar de ello tuvo el coraje de retomar su carrera en 1946 y de inmediato jugar semifinales en París, repitiendo allí, esta vez con Bernard, título doblista (ante Pancho Segura y Morera, último argentino finalista en la modalidad hasta que lo logró en 2011 Schwank) y obtener el título en Wimbledon (tras jugar 14 sets en las tres últimas rondas, incluyendo una durísima semi ante Tom Brown, que por error confundí en el primer clip con la QF donde había batido a Pail, cabeza de serie nº1 en aquella edición). Y al año siguiente hacer cuartos en ambos eventos. Mientras, volvió a la Copa Davis donde terminó con un balance de 11 victorias en singles por sólo 3 derrotas, casi siempre jugando en tierra batida.
Era habitual verle entre los cinco primeros “seeds” de aquellos GS. Pero de repente las cosas cambiaron en 1947 cuando Bobby Riggs le invitó a incorporarse al grupo de profesionales. Un caso más del eterno conflicto entre las federaciones nacionales y los verdaderos “currantes” del tenis que eran los “pross” (generalmente, la posición social más elevada de los amateurs, aparte de las prebendas bajo cuerda que recibían de los gobiernos en lo que se denominó “amateurismo marrón”, solía permitirles el lujo de competir sin tantas preocupaciones económicas) que se prolongó décadas y que tuvo episodios vergonzosos de boicots, espúreos intereses de mercado y oscurantismo (desde Tilden hasta Gimeno), y que no cesaría hasta la instauración de la era open. Un vehículo político que se llevó por delante juegos olímpicos, “majors” o ensaladeras durante casi cuarenta años y que falseó la historia del deporte de la raqueta.
Este excepcional artículo publicado en el Mundo Deportivo en una época (1934, durante la República) en la que poco interés tenía para el tenis nacional el tema dado que atravesaba por una crisis absoluta de talentos u oportunidades (la edad “dorada” de los 20´s quedaba ya lejos) tiene el valor documental de que está escrito la friolera de ¡34 años antes del primer torneo “abierto”!:
http://hemeroteca.mundodeportivo.com/preview/1960/11/26/pagina-6/626244/pdf.html?search=maier%20torras%20tenis%20final%20campeonato%20catalu%C3%B1a
[Las siglas hacen referencia a la asociación española y a la federación internacional y la curiosidad es que todavía por entonces la palabra tenis y sus derivadas contenían doble “ene” en castellano. El diario barcelonés se empleó a fondo durante medio siglo demandando la apertura al libre concurso de los mejores en las competiciones oficiales, criticando lo que ellos llamaban el “blanco armiño”, encarnado por la tradición pseudoamateur. Gracias a su archivo se puede conocer la historia real de los profesionales como Tilden, Pancho, Budge, Kramer, Laver, Rosewall, Gimeno y otros muchos, “invisibles” para el resto de medios especializados del país]
Retornando a nuestro largo amigo, Yvon confiesa en la entrevista que cuando iba a unirse a Riggs y Kramer, apareció un “grupo” que le ofreció unas condiciones “especiales” y una “buena posición” si renunciaba a dar el paso y se mantenía en la órbita patria. Sin embargo, luego incumplieron el contrato firmado y Petra apeló y ganó en los tribunales. Aquello significó su “desaparición” en la lista de héroes franceses y el autoexilio para buscarse la vida, cuyas consecuencias en forma de inercia parece que aún perduran. El hecho de que hubiera nacido y vivido hasta los 17 años en Saigón (sus padres eran civiles “sirvientes”, según el artículo, durante la dominación militar colonial) hizo el resto.
La azarosa historia oculta del último campeón francés de Wimbledon ha de completarse necesariamente con el episodio bélico. El jugador confirma que en una batalla su rodilla quedó maltrecha y que sufrió una terrible marcha a pie hasta el campo de prisioneros. Es cierto también, como se leía en el reportaje del MD esgrimido por Enrique, que los nazis le operaron, aunque según Yvon su pierna quedó en mal estado, sin fuerza y que pensó que nunca volvería a jugar al tenis. La diferencia con el relato del probable hispano-francés Pirón es que mientras éste afirmaba que Petra después de más de un año “fue repatriado en concepto de herido incurable”, el protagonista desvela que estuvo cinco años preso. Y que sólo la ferrea voluntad le hizo reponerse física y mentalmente. No habla mucho de ello, pero supongo que debió estar la mayor parte de ese tiempo en calidad de prisionero de guerra en territorio francés, en condiciones más relajadas o quizás de semilibertad vigilada, ya que al fin y al cabo estaba el “gobierno” de Vichy en la ocupación y todo eso. Porque, aunque fuera al estilo de la película “Evasión o Victoria”, lo cierto es que pudo o tuvo que participar en un denominado “Torneo de Francia” tutelado por invasores y colaboracionistas donde se proclamó ganador en los tres últimos años de cautiverio, según reza el palmarés de la wikipedia. Menuda odisea que engrandece su hazaña posterior en la hierba del All England Club.
Sobre la debatida estatura de Yvon
Una pulgada equivale a 2,54 cm. A partir de ahí la precisión del sistema anglosajón puede oscilar en un intervalo de hasta 1,27 cm arriba o abajo. En realidad desconozco si el ajuste decimal es por exceso o por defecto. Si atendemos a las fichas de los tenistas en la ATP, se observa que la medida viene primero en pies y pulgadas, y entre paréntesis su equivalencia en metros y centímetros. ¿Significa eso que, por ejemplo, a Del Potro, a quien se le adjudican 6’6”, se le efectuó de partida la medición en esas unidades? Porque de ser así, en vez de esos 1,98 m (en rigor, 198,12 cm) la estatura real del de Tandil podría ser menor (hasta los 196,85 cm en caso de una aproximación normal de +/- 0,5’’).
Parece que en la época vietnamita juvenil de nuestro protagonista se le conocía como “el gigante de Indochina” y se le adjudicaba o rumoreaba una altura de 6’5” (1,9558 m). Lo normal es que creciera todavía notablemente y quizá con un estirón importante, habitual en este tipo de casos. A partir de ahí las especulaciones manejan una horquilla que va desde los 1,93 m que propone la Wikipedia polaca (la única que se aventura a dar un valor junto con la japonesa que lo estima en 1,96) hasta el más de los 2,05 que en alguna página web le daban a su compatriota Destremau (con certeza fotográfica, de menor talla que Yvon) como nos explicó Treque. En el medio se situarían otras apreciaciones, como la de Bud Collins que de pasada deja el lejano dato de los 6’5” en un artículo en Los Ángeles Times fechado en 1997 sobre el ambiente de posguerra tenístico:
http://articles.latimes.com/1996-06-22/sports/sp-17425_1_world-wars
o el 1,97 m al que aludía el reportaje del Mundo Deportivo. Pero aun así, siguen siendo mayoría las fuentes encontradas que concuerdan en afirmar que el apelativo “dos metros” no era una exageración y manejan como cifras reales los discutidos 6’7” (2,066 m). Yo vi varias, alguna ya la enlacé y de otras ya ni me acuerdo del laberinto que me condujo a ellas.
http://bleacherreport.com/articles/612431-pete-sampras-and-the-top-25-servers-in-the-history-of-mens-tennis/page/6
Curiosamente en esta última el dato se enmarca en una lista de los 25 mejores sacadores de la historia (se supone que en cuanto a la calidad global de su servicio), en la que no aparece el francés y sí su bajito rival de aquella final de 1946 (en la página de recuerdos del propio Brown, del que se recogía un “ace” en el segundo clip de ayer, también se da constancia de los 2 metros de su oponente), al cual sitúan en el puesto 22 (en una clasificación que encabeza Sampras) justo a continuación de Isner.
Y a todo esto ¿qué dicen las instituciones oficiales que recogen los archivos tenísticos?
Pues la ITF no sabe, no contesta:
http://beta.itftennis.com/procircuit/players/player/profile.aspx?playerid=10004214
Mientras que para la ATP Yvon Petra es un viejecito ex-campeón de 96 años que seguramente maldice no haber disfrutado en sus mejores momentos del protagonismo que ahora le ha dedicado por un par de días este blog, reconociéndole un record que permanece en el olvido.
http://www.atpworldtour.com/Tennis/Players/Pe/Y/Yvon-Petra.aspx
PD. Mañana Nadal ante otra cita con la historia. Enhorabuena a El Oso.
04/21/2012 06:54:42 PM