El show de Brian
Antológico el “sorteo” neoyorquino del pasado jueves, que venía precedido de una inusitada expectación. Esta vez ante dimes y diretes en cada vez más blogs que no eran MB y las denuncias ‘matemáticas’ sobre secuencias inverosímiles, se retransmitió ‘on line’ la mascarada (se ‘añoran’ aquellas horas ‘oscuras’ que pasaban cuando se líaba la cosa con el ‘factor Djoko’ hasta que se hacía público el cuadro en la sede del NYT o el del año pasado en Wimby con el postrero baile de Andy en el draw tras varias horas de ‘cantarlo’ en el lado opuesto).
La decisión no se tomó a la ligera pero sí se apuró hasta el último momento. Ante el rumor, que iba convirtiéndose en bola de nieve sobre ‘casualidades’ (ergo sinvergüenzadas pasadas demostrables, de niveles ya de millonésimas probabilidades), y una atención a la cita mayor de lo habitual, era necesario un golpe de timón. Tras las enésimas y recientes tropelías en Wimbledon y los Juegos, por primera vez en cinco años Murray “iba a caer” en el lado de Federer, justo cuando ya se estaban haciendo chanzas sobre el cruel destino de Ferrer en un escenario a priori tan propicio a seguir con la secuencia inaudita (el famoso 12 de 12, o el 14 de 15, etc.) debido al “hueco” dejado por Nadal. De esta forma, se apaciguaba cualquier teoría de la conspiración, se dejaba en el “olvido” cualquier evidencia anterior (algo fácil de cara a la instalada opinión general y ridículo desde el punto de vista del rigor) y se preparaba el terreno para un posible reinicio de la “serie” que interese a partir del próximo AO. He leído que la cadena que emitía el torneo de Winston-Salem, supongo que Tennis Channel, conectó un momento con el auditorio de USTA Billie Jean King National Tennis Center pero sólo para mostrar la salida a la palestra del ‘ticket’ de Murray, a manera de mensaje esclarecedor mostrando las bondades de un neutral azar que acallara para siempre cualquier susurro desconfiado y fabulador.
Una historia inverosímil que siempre contó con la complicidad y dejadez de los medios convencionales y la credulidad de los inocentes aficionados ante un evidente negocio de tantos ceros. [Mi amigo aún no me pagó la comida por el ‘draw’ de Londres porque está de vacaciones pero ahora sí que es el momento definitivo de completar el serial del fraude que tengo pendiente desde hace meses. Pensar que tras tropecientas caras la primera cruz aleja el fantasma de “moneda” defectuosa sería rebajar la cuestión a nivel primate. Los “escépticos anticonspiranoicos” (un estremecedor insulto a la inteligencia o a cualquier atisbo de racionalidad científica en pleno siglo XXI ante la carga de brutal prueba numérica) pueden descartar esa posibilidad. Y también seguir con sus ‘sabias’ risotadas de atrevida ignorancia, no problem.]
El interés de algunos medios británicos que ya empezaban a esbozar alusiones a las pertinazes semifinales adjudicadas al británico de moda y el propio morbo de un rentable y teórico cruce en semis (compatible con una hipotética final federo-djokovista, la más atractiva para la tv en ausencia de Nadal) se habían unido al hecho de que el suizo tenía asegurado salir del torneo como ‘number one’. Y así, en el momento propicio iban a ofrecernos el primer sorteo GS en pista rápida pretendidamente “limpio” desde hace un lustro. Claro que no es oro todo lo que reluce en este plan B de emergencia y había que hacer algunos ‘ajustes’ a modo de peaje de seguridad.
Al comenzar la ceremonia (18,00 hora española, 12,00 mediodía en NY), la primera sorpresa fue comprobar como la parte del “ordenador” (números del 33 al 128), ya se había conformado de ANTEMANO, a la INVERSA de como se suele hacer en estos eventos (aunque con idénticas repercusiones en la práctica al mantenerse en secreto el controvertido software del programa informático, cuya sola existencia es ya de por sí la sospecha más obvia, pues los 96 “unseeds” tienen el mismo derecho a salir del bombo cuando los dioses quieran y para ello valdróa ugual una urna que un elemental y público mecanismo de generación aleatoria de números). Entonces se trataba sólo de efectuar en directo el paripé de la colocación de los “seeds” (del 3 al 32) en juego presdigitador con bolitas y papelitos a cargo del corrupto director del torneo, Brian Earley (ver 3ª parte de “El fraude de los sorteos de los cuadros GS en el tenis profesional”), acompañado de un lacayo en el rol de ‘mano inocente’.
Desde primera horas de la mañana neoyorkina se había estado ‘trabajando’ con el computador sobre el diseño del cuadro referido al destino de esos 96 esforzados que carecían de la condición de cabezas de serie. Naturalmente a puerta cerrada y sin testigos ni prensa como confesó en su twitter el popular periodista del Times, Neil Harman:
“Hay algo que francamente no es correcto sobre la manera en que se hace el cuadro cuando tienes que esperar en otra sala distinta mientras se efectúa el sorteo. Todo el cuadro a excepción de los seeds (menos el nº1 y el nº2) ha sido completado cuando nosotros esperábamos fuera de la sala. ¿Significa que ha habido AMAÑO? ¿Un reparto ya PREFIJADO de antemano?”
Hartman contestaba así de contundente a los requerimientos de aficionados confusos sobre el desarrollo de los acontecimientos. Y es que tres horas y media antes del inicio oficial de la ceremonia en la web de la BBC se anunciaba que Murray iría en el lado de Djokovic, información que confirmaban treinta minutos más tarde y que desmentirían poco después. Y que también antes de las 18,00 h eran vox populi en el twitter los rivales en primera ronda de los números 1 y 2 del ranking. Noticias que se posteaban en varios foros tenísticos donde la reacción del personal (que esperaba el momento de la retransmisión por internet) iba desde el mayoritario e intrascendente desconocimiento del sistema a la minoritaria perplejidad por el “avance”.
Luego aparecería el inefable Peter Bodo para quejarse en un artículo de la novedad del show inverso y oscurantista, poniendo como ejemplo a seguir el tradicional ‘método’ wimblediano (como si el orden de los factores alterara el producto manipulador) y reflexionar sobre lo farragoso y poco transparente de los casamientos de las “lines” ya fabricadas con anterioridad.
http://www.tennis.com/news/2012/08/2012-us-open-draw-recap-bodo/38990/#.UDgrDKB4A9t
Aunque para quejas, la de este muchacho que protestaba contra la injusticia de que el goat como nº1 se las tuviera que ver con el nº3 en lugar de con el nº4 alicantino en su hipotético cruce del supersábado. Sin duda debe de haber llegado de una larga estancia en el espacio exterior para no recordar la misma “afrenta” cuando Djokovic era el líder del ránking.
http://www.nydailynews.com/sports/more-sports/u-s-open-draw-faults-article-1.1143417
En vez de semejante ejercicio de descaro, el tipo debería, ya puestos, promover en serio la solución que no interesa a las corporaciones marketineras, el emparejamiento automático (y austero por el ahorro de costes “electrónicos”) con arreglo a la clasificación: 1-128, 2-127....32-97,... etc. para la 1ª ronda (seguro que a los modestos damnificados no les importaría cambiar improbables puntos por un emocionado acceso a la central contra las estrellas del firmamento), y luego seguir manteniendo la simetría, por ejemplo,1-16, 2-15, ...8-9, etc., seguido de un 1-8, 2-7, etc. en cuartos, para desembocar en esos típicos cruces de semis téoricas, habituales en otros deportes, del 1-4 y 2-3). Pero claro, eso nunca se hará porque imposibilita en grado sumo cualquier oportuna maniobra en la oscuridad.
Por lo demás, el desarrollo del bingo volvió a mostrarnos las buenas artes y reflejos de ese director americano con aire inglés. Tremenda la velocidad en leer las bolitas que sólo él ve y los milisegundos que las muestra a no sé quien antes de guardarlas debajo de la mesa en mezcla adecuada (si las dejara en un alambre como en el Gordo loteril español el asunto iba a ser harto complejo) y anexar los seed player a las diversas “lines”, en fugaz ensalada imposible de procesar en tiempo real para el mareado espectador. (Hay algún mini clip de otros años donde ni siquiera las miraba antes de pronunciar el consabido “and seed number three to...”). En esta ocasión el aire de precipitación llevó a que el perpetuo maestro de ceremonias tuviera que advertir a los encargados del programa de ilustración telemática (los rostros de los jugadores volaban hasta ubicarse en su sitio) que cuando ya Murray y Ferrer estaban alojados en el cuadro permanecía todavía en blanco la “line 1” del “half one” que era el habitáculo destinado a Federer.
http://www.youtube.com/watch?v=OpbpLW2J9sw
Es curioso como la denuncia en 2011, antes del USO, de otro fraude cristalino, el de los “palomos” adjudicados a los top 1-2 en su primer envite en los AO, Wimby y USO desde hace una década en la ATP (y en la WTA), no mereció ni un comentario a cargo de los federastas de MatchBall, esos mismos que incansablemente se burlan de lo “conspiranoico” y descartan la posibilidad de amañe deportivo en un mundo idealizado de blancanieves financieros. El motivo es obvio. La denuncia provenía de fuentes anticonspiranoicas (ESPN) situadas en las antípodas del “antifederismo”, y aceptar ese trapicheo constatado dejaba bajo mínimos cualquier argumento sobre otras ‘ridículas’ sospechas, ya que si hace un chanchullo se pueden hacer mil. Pero las razones interesadas que movieron a la corporación a simular un tiro en su propio pie van a quedar explicadas suficientemente en la 3ª parte del serial que antes mencioné y de inminente publicación en el blog, porque aquella cortina de humo servía para tapar el resto de la corrupción, revolvía el dupolio involucrando a Rafa, reducía cuatro décadas a sólo una y se olvidaba del también tratamiento “especial” para la jornada de debut de los tenistas patrios más carismáticos.
Y, por supuesto no hubo la investigación prometida por Mr. Earley sobre el “trabajo” de la empresa informática que sigue operando a full, sino un cambio esporádico de procedimiento para bajar la media ‘numérica’ por ranking de los palomos adjudicados, pero a la vez preservando la seguridad de los top mediáticos en las siempre peligrosas jornadas de apertura (terapia para el ‘síndrome Falla2010’). Así ahora surgen a veces tops mejor clasificados, pero muy bien ‘personalizados’ en sus chances a priori. Por ejemplo a Federer le tocó en el USO-11 el terrícola Giraldo (nº54) y en Wimbledon fue el neoherbícola Ramos (nº43) el agraciado. A Djokovic le correspondió el perfil Ferrero-2012 (nº38) en Londres. Pero la tendencia sigue conviviendo sin pudor con la clásica: Kudryatsev (nº172) para Roger en el AO-12, Niland (nº197) y Lorenzi (nº109) para Nole en el USO-11 y el AO-12 respectivamente, o Golubev (nº98) y Kuznetsov (nº168) para Rafa en esos mismos torneos.
Sabiendo que la media “rankeada” a largo plazo en un GS en relación a los oponentes que abren telón contra las estrellas debería situarse a mitad de camino entre 33 y 128, esto es, sobre el 80,5, algo bien alejado de la realidad histórica como constataron los matemáticos que participaron en el informe de ESPN, nos conduce a calificar de quimera la teórica posibilidad de ver a Federer o Djoko enfrentarse ahora en Nueva York y en 1ª ronda con un Nalbandian, un Dimitrov, un Melzer, un Baghdatis, un Monfils, un Harrison, un Karlovic, un Gulbis, un Davydenko, etc. (ya no digamos un “Isner” como le ocurrió a Rafa en RG cuando eso era factible en el único GS sin esa rutina integrada en el computador de a bordo o un desclasificado por convalecencia como lo fue Delpo), por sólo citar algunos jugadores próximos pero extratop-32 o con cierto caché o un mínimo de peligro entrañable. Y lo mismo pasa siempre con la bondad de la ronda inicial de los star yanquis más populares (Roddick vs nº283). Aunque siempre quedará la excepción argentina, sin tanto carisma anglófilo, y donde Del Potro paga los platos rotos que Scotland Yard no le pudo cobrar a Nalbandian en Queens. Al rey David parece que le quieren retirar del circuito en una descarada venganza: 1ªr Wimby vs top-8 Tipsarevic, 1ªr Juegos vs seed-7 Tipsarevic, 1ªr Toronto vs Haas on fire, 1ªr Cincy vs Haas on fire, 1ªr USO vs seed-7 Delpo.
Voviendo al tema del USO y en relación a este asunto de las primeras rondas, resultó gracioso que un norteamericano (con un ranking promedio aceptable, el 80) fuera el rival de Fedex elegido por la sofisticada computadora siniestra. El “detalle” es que Donald Young, que acaba de despedir a su coach, se quedó hace unos días a sólo cuatro partidos de igualar el record de la era open de más derrotas consecutivas en la ATP que ostenta todavía el inimitable Spadea con 21 fracasos encadenados. Una “elección” mucho más estética que la de aquel salvadoreño top-500 de Pekín o la del recordado David Britton, el nº1370 con el que Rolex batió records de asequibilidad en aperturas en el Flushing Meadows de 2009. En segunda ronda Rogelio se las verá con el vencedor del duelo entre el germano Phau (nº83) y el qualy belga Authom (nº193). Como se ve, vamos ‘mejorando’ en el grado de ‘dificultad’.XD.
Luego para la tercera función federiana la baraja de posibles era la compuesta por los seed del 25 al 32. Ahí estaban Querrey, Seppi, Feliciano, Benneteau, Youzhny, Troicki, Chardy y Verdasco. Detallazo de humanidad en no ser sádico con el coronel, así que Verdasco, que lleva lesionado un mes, opción ineludible. Eso si Fer llega a tal instancia, que si no, a Fedexpress le esperarían tres “monstruos” de la hard: el terrícola Ramos de nuevo (nº51), el arcillero portugués Machado (nº131) o el incombustible wildcard Ginepri, asimismo ‘bien situado’ en el ranking (nº234). Contengan las risas.
Llegamos a los octavos y el cuarteto de supuestos contrarios del suizo lo representaba el grupo de los cabezas de serie nº13 al nº16, a saber: Gasquet, Dolgopolov, Raonic y Simon. Al cuarto del cuadro de Rogelio va a parar el pollito, un rival indeseado hace unos años pero no tanto ahora y que en cualquier caso debe sobrevivir hasta esa R16 a gente como Karlovic y sobre todo a Fish. El pescadito sería un problema si no fuera por su condición física y los meses de baja que ha sufrido por prescripción facultativa para encarar un partido a cinco sets contra el goat de forma solvente. Lo importante para Federer era descartar ahí a Raonic, que ha quedado oportunamente endosado al itinerario de Murray.
Nos plantamos en los cuartos con un póker de candidatos a priori, a la sazón los números del 5 al 8: Tsonga, Berdych, Del Potro y Tipsarevic. Aquí ha entrado el desánimo en la parroquia federiana, tan acostumbrada a “sorteos óptimos”, pues quien más y quien menos estaba esperando por tercera vez consecutiva, como en Wimby y en los Juegos, a la cenicienta del cuarteto, encarnada en el filósofo balcánico, ya que un 1 de 16 en rachas probabilísticas de asignación favorable en QF se transforma en un 1 de 64 y ni se nota. Si le hubieran consultado al de Basilea cuál de los cuatro no querría ver en ningún caso, me parece que el goat no hubiera borrado alegremente al francés o al checo, sino a Juan Martín, porque el tiempo pasa y las cosas cambian. El momento actual es lo que prima y ¿qué tenemos? Por un lado, a un Alí que desde su improbable remontada del año pasado en la hierba londinense no ha hecho más que cosechar derrotas con el goat (1-5 de parcial incluyendo la sufrida en 2011 con sets corridos en estae misma pista neoyorquina), además de caer en Toronto a las primeras de cambio, con accidente de tráfico y otras molestias que le ausentaron de Cincinnati. Por otro, a un checo que lleva flaqueando varios meses, crisis agudizada tras sus sonoros patinazos en la grass cayendo en primera ronda en los dos grandes eventos veraniegos de la capital británica y en el segundo match tanto de Canadá como de Cincy. A ambos no-hijos federianos ha atendido convenientemente durante la pasada semana un gran Isner, que se ha proclamado ganador en Winston-Salem ante Tomas, pifiando éste lamentablemente una volea pegado a la red en uno de los tres matchpoint por el título de que dispuso en el tie-break-final, fallo estrepitoso que no le favorecerá precisamente su ánimo de cara al inmediato GS (cuyo aperitivo para él será el intrépido Goffin). Por último quedaría la alternativa del ‘former champion’ de Tandil (no lo olvidemos, el único tenista aparte de Rafa que ha ganado a Federer una final de Grand Slam), de vuelta lleno de rabia y con ganas de revancha por la amarga semifinal de hace pocas semanas, en lo que fue probablemente la victoria más sufrida de toda la carrera de Roger, exigido hasta el extremo de tener que batir el record de duración de un partido en la era abierta para poder alcanzar su final soñada. Al argentino y su muñeca, en cambio, le espera, además del duelo fraticida con su compatriota cordobés, un camino espinoso en el cuadrante de Djokovic, aderezado con el ruido de locales como Harrison y Roddick. Matizadas así las cosas con el bisturí, ¿a que ya no parece tan temible la bolita sorteada? Bajo ese prisma, y dado que el triplete seguido con la papeleta de Tipsa hubiera supuesto ya “demasiada” fortuna, el hipotético emparejamiento de Baby Face (o sus eventuales verdugos si el checo insiste en patinar) con el goat no sería tan desafortunado para los intereses de este último.
Y así, de bolita en bolita, llegamos a donde el principio, a la forzada ubicación de Murray en el half del helvético para lavar la cara a este Grand Slam de “redención” cibernética. La imsólita novedad arrancó la sonrisa indisimulada de Novak cuando le llamaron al acabar la ceremonia junto a la Stosur para posar en la foto de rigor que se enviaría a las agencias dando fe subliminal de la “transparencia” de la tómbola tenística. Una experiencia inédita para un objetivo que el escocés no tendrá fácil, pues como era de prever va acompañada de un plus de sacrificio ‘compensatorio’ en su recorrido, cuyo punto de inflexión es el plato indigesto que supone la amenaza de Raonic en octavos, antes de que Andy intente resolver el enigma, probablemente contra Cilic o Tsonga, un par de jornadas antes del supersábado mediático. Si pincha prematuramente, Federer puede hasta olvidar el Ferrer que pudo ser y no fue.
En resumen, una maquillada jugada global de riesgo calculado, que alimentará la fe de los que piensen que una moneda no está defectuosa si después de tropecientas caras sale por fin una cruz y congelará cualquier atisbo de racionalidad disidente desde foros marginales. Los nuevos proyectos goatianos se mantendrán firmes y los peligros de anticipadas caidas imprevistas (Isner, Haas, etc.) del maduro superhéroe antes de que la CBS conecte con el evento el segundo fin de semana se mantendrán a distancia inapelable con la línea divisoria de la “bottom half” o como se llame. Tiempos nuevos, viejos hábitos.
08/28/2012 03:28:33 AM