Tomás de Cos
El que iba a ser el último partido profesional de Juan Carlos Ferrero resultó ser el penúltimo. Junto a su amigo David Ferrer levantó un partido que parecía perdido con el 5-1 en contra en el súper tie break final: 3-6, 6-3 y 10-8 frente al dúo Dolgopolov-Berloq. Pero su verdadera final en este Valencia Open 500 se disputaba inmediatamente después, durante el homenaje rendido por la ATP al que fuera número uno del mundo durante 8 semanas en 2003.
No faltó nadie a la cita en el Ágora y 5.000 personas embargadas por la emoción ofrecieron su cariño y admiración por el tenista genial de Onteniente. En la pista estuvo acompañado de numerosos e ilustres compañeros de profesión (Rafa Nadal, Lleyton Hewitt, Albert Costa, Alex Corretja, Feliciano López, Fernando Verdasco, Tommy Robredo, Pablo Andújar, Marcel Granollers, Marc López, Daniel Gimeno-Traver, Anabel Medina, Tita Torró, Gilles Simon, Juan Mónaco, Carlos Berloq y Alexandr Dolgopolov), además de autoridades, familiares y amigos. Con sus dos grandes colegas dentro del circuito, Ferrer y Almagro, ejerciendo de maestros de ceremonia.
Sete Gibernau y Sergio García destacaron el lado humano de Ferrero. Ferrer, uno de los primeros en llorar, elogió a su amigo: "Te voy a echar mucho de menos… Naciste con una estrella para el tenis y te vas dejando esa estrella más iluminada que nunca". “Decimos adiós a uno de los más grandes del tenis. Estoy agradecido por haber compartido contigo parte de mi carrera en la pista y en los vestuarios. Tú nos has marcado el camino", dijo Nadal. Hewitt recordó sus grandes partidos en la Copa Davis, Roland Garros, US Open y la Copa de Maestros y se despidió con un sincero “gracias por todo compañero”. Y por vídeo Murray, Djokovic y Federer también le dejaron emotivos mensajes por su retirada.
Corretja, quien en aquel ya lejano Open de Mallorca afirmara que había “nacido una estrella”, le agradeció su aportación al equipo, bromeó con llamarle para el doble en la final de Praga y le pidió que le dejara seguir siendo un poco más tiempo el capitán. Anabel Medina explicó que siempre tendrá grabado en su retina “ese revesito que tanto me embelesa” y le invitó a acompañarla como entrenador. Y cerraron las intervenciones sus dos padres, el biológico y el entrenador que modeló y tuteló al gran campeón. "Quise ser entrenador de tenis, pero ni en mis sueños podía pensar que podía llegar a tener un jugador así. La mayor suerte de mi vida ha sido estar con él", resumió Antonio Martínez Cascales. [Fotogalería del evento en la página en Facebook del equipo español de Copa Davis]
Luego le tocó coger el micrófono al propio Ferrero, que tembló por dentro durante toda la ceremonia desde que aparecieran fotos de su madre en el primero de los vídeos proyectados, y que sigue adelante en la competición de dobles. Casta de campeón. Fue un placer asistir a la despedida de un genio de la raqueta tan cercano, con el que hace poco volvimos a charlar largo y tendido, y que tantas veces nos ha emocionado con su tenis. Toda la suerte del mundo en su nueva etapa al tenista español más elegante que alcanzo a recordar.
PD: Gracias a Dove y a Edelman por permitirme vivir una jornada de tenis tan especial.