Nadal lo vuelve a hacer

As.com 17 de abril de 2016 - 22:03 CEST

Por Marta R. Peleteiro @MPeleteiro_AS

Por fin. La afición, y seguramente él mismo, llevaba ya tiempo deseando verle alzar un trofeo al cielo, y Rafael Nadal se puso el mono de trabajo en la tierra batida de Montecarlo y no defraudó a todos los que esperaban volverle a tener ganando con el juego de otros tiempos. El rival fue un Gael Monfils que dio mucha guerra y se lo puso muy complicado hasta que se le fue acabando la gasolina, algo que se notó mucho en el juego que hacía con las piernas. Al final, 7-5, 5-7 y 6-0 para el manacorí en la que era su décima final en Mónaco, la centésima de su carrera.

Y la hazaña no solamente se queda ahí. Con este son nueve los títulos en el Principado, 68 los de su carrera (48 de ellos en tierra). Pero además, este Masters 1000 se suma a sus otros 27 e iguala en lo alto de la clasificación a Djokovic con 28.

28: Novak Djokovic y Rafael Nadal

24: Roger Federer

17: Andre Agassi

11: Pete Sampras y Andy Murray

8: Thomas Muster

7: Michael Chang

5: Boris Becker; Gustavo Kuerten; Andy Roddick; Marat Safin; Marcelo Ríos; y Jim Courier

Si alguien se creía que al ser eliminados Djokovic o Federer podríamos esperar que sacase la cabeza alguno de la nueva generación y llegar a la final, pues no, más de lo mismo. Nadal y otro de los clásicos del circuito, Monfils. El español llegaba con una gran superioridad en el head to head, con 11-2 a favor tras verse por última vez el pasado año en Stuttgart, donde el manacorí se impuso en semifinales.

La de Montecarlo es una pista en la que sus números asustan a cualquiera, ya que hasta medirse a Djokovic en 2013 llevaba una racha de 46 partidos ganados. Para Monfils era su segunda final de la temporada tras la de Rotterdam, su sexta final sobre tierra en su carrera y la tercera en un Masters 1000 (ya lo había logrado dos veces antes en Paris-Bercy).

Los primeros sets del partido fueron un tira y afloja entre dos tenistas que parecían estar casi más cómodos al resto que al servicio, ya que no dejaron de sucederse las oportunidades de break por parte de ambos.

Empezó Nadal ganando su primer servicio y con un juego muy exigente sobre la pista. Monfils empató rápidamente (1-1) con un juego serio y defensivo. Nadal insistía en machacar el revés del francés pero este no se arrugaba, con un tercer juego donde vimos un cañonazo al resto de Monfils a la esquina a 171 km/hora que dejó boquiabierto al propio Nadal, y con el que se puso 40-30 para luego forzar el deuce y tener la ventaja. Pero Nadal revirtió el break point y se puso 2-1. Unos minutos en que vimos que el encuentro sería de una gran demanda física para ambos. Al siguiente servicio de Monfils, Nadal logró un 40-30 gracias a una equivocación del francés, que la mandó fuera, y que Nadal capitalizó para poner el 3-1 y sacar después. Pero Monfils se repuso en el siguiente y le devolvió el break (3-2 para Nadal con Monfils al saque). Después en ese saque Monfils erró y se quedó expuesto a un doble break point de Nadal. El primero lo salvó y se puso 30-40, y en el segundo alcanzó el deuce, después la ventaja, y pasó del doble punto de rotura del manacorí a cerrar el juego sin darle opción. Iguales, 3-3. En el séptimo juego, pese a que el francés era como un muro, Nadal se puso 4-3. Sacó Monfils y Nadal no perdonó para ponerse 5-3 y acercarse al set. Monfils consiguió un doble break point. El primero lo salvo Nadal. El segundo, bárbaro de largo, también, y llegaron al deuce. Y de nuevo na exigente y para aplaudir intercambio de golpes donde cogió ventaja Monfils. Doble falta para Nadal y se lo llevó Monfils (5-4 y sacaba de nuevo el francés). Aquí Nadal logró un punto de break pero Monfils forzó el deuce con una dejada que sorprendió al manacorí. Nadal logró la ventaja pero tras un tremendo intercambio la mandó fuera y se volvió al deuce, después la ventaja fue para el francés, llegó una nueva dejada de Nadal y otra vez al deuce. Nadal la mandó fuera y Monfils ya no desaprovechó para ponerse 5-5. Nadal sumó rápido el 6-5 y luego rompió el saque del galo para llevarse el primer parcial (7-5).

Nadal empezó ganando el segundo. Y Monfils igualó rápido. Al siguiente saque de Nadal, Monfils tuvo una bola de break que no desaprovechó. 2-1 parea el francés. Al servicio de este, Nadal logró la bola de break, pero no la capitalizó. Se veía una tremenda pelea sobre la pista en medio de la que Monfils se puso 3-1, confirmando el break. Consiguió incluso otra bola de rotura en el servicio de Nadal, pero la mandó a la red y se llegó al 40-40, donde se impuso el de Manacor. 3-2 para Monfils, quien tuvo un bajón físico en el siguiente juego y dio el 3-3 a Nadal. El francés parecía sin fuerzas físicas, pero aun así consiguió un punto de break, con algo de suerte también, y dio el resto para ponerse 4-3. Al saque de Monfils, Nadal logró un doble break point. Monfils salvó el primero pero no pudo con en el segundo. 4-4. El español defendió bien su servicio y se puso 5-4, lo que rápidamente igualaría Monfils. En el siguiente saque de Nadal, Monfils necesitó hasta cuatro bolas de break para llegar al 6-5, ganar su servicio después y forzar el tercer set. 7-5.

En el tercer parcial ya no hubo discusión. Las dudas que había presentado el galo sobre sus reservas de energía se vieron claramente en este set, donde estuvo fallón y sin gasolina. Fue un completo monólogo de Nadal, que a cada juego dejaba al francés en una situación más comprometida. Arrolló con un 6-0 y por fin se vio a Nadal sonreír con el tenis.

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