Bernabéu quiso tirar el Bernabéu

Estos días en que se habla de reforma o traslado del Bernabéu me recuerdan un suceso poco conocido (quizá porque casa mal con la leyenda de favoritismo franquista hacia el Madrid). Me refiero al berrinche que se llevó Santiago Bernabéu cuando quiso derribar el estadio que llevaba, y aún lleva, su nombre, vender los terrenos, y hacer uno nuevo en la salida de la carretera de Colmenar. No le dejaron.

El asunto surgió como una gran sorpresa el 8 de septiembre de 1973. Para entonces Bernabéu llevaba 40 años en el club, tenía 78, y el estadio, 37. Eran tiempos en que la principal partida de ingresos de los clubes era la de socios y taquilla. La televisión ya daba algún dinero, muy poco en proporción a lo de ahora, y luego habría que añadir las contrataciones para torneos de verano y otros amistosos. No existían los ingresos de márketing, tan suculentos ahora para los grandes clubes. Se hablaba entonces de ingresos atípicos como algo que se presentía y deseaba para el futuro, sin saber bien lo que sería.


 

Bernabeu

Aquel 8 de septiembre de 1973 el Madrid, en comunicado público, lanzó la idea. Tras una larga consideración sobre su historia, su implantación social, sus perspectivas y sus necesidades, anuncia que tiene el proyecto de construir un nuevo estadio en el barrio de Fuencarral, junto a la salida de la Nacional I (Madrid-Burgos-Irún-Francia). Por donde ahora está la zona residencial llamada Tres Olivos. Lo pensaba financiar con la venta del solar del Bernabéu, que previamente debía obtener autorización municipal para que en él se pudiera edificar una torre de imponentes dimensiones y una zona residencial.

El proyecto había sido elaborado por un estudio internacional, con razón en Suiza, dirigido por un tal William Zeckendorf, del que la propia nota aclara, quizá para endulzar la dureza fonética del apellido, que era descendiente de sevillanos (por parte de madre, se supone). También informa, para prestigiar la firma ante la opinión pública, que ha llevado a cabo, entre otros proyectos importantes salpicados por el mundo, el del edificio de la ONU de la Place Ville Marie de Montreal.

En el consejo de la empresa figura Alfonso de Borbón, primo del entonces príncipe don Juan Carlos, y casado con una nieta de Franco. Por la época eran insistentes los rumores de que doña Carmen, esposa de Franco, soñaba con convencer a su marido para que la Monarquía se reencarnara en el marido de su nieta, en lugar de en don Juan Carlos.

El nuevo estadio tendría capacidad para 120.000 espectadores, la mitad de asiento, todos cubiertos. Y 6.000 plazas de aparcamiento. Se financiaría con la venta del solar del Bernabéu, del que se preveía el siguiente uso: un 88% quedaría dedicado a parque público; el restante 12% se repartiría en una torre mayor que cualquier otra de las que entonces había en Madrid (248 metros, 70 pisos, oficinas y un hotel de 600 habitaciones) y un bloque residencial, de menor altura, con fachada a Padre Damián.

Bernabéu en persona acude a El Pardo a presentar el proyecto, con las correspondientes maquetas. Cuentan los testigos que doña Carmen se deshizo en elogios, pero que Franco estuvo más bien lacónico. No preocupó mucho, porque era su estilo.

En la opinión pública, el asunto chocó. Por un lado, la mudanza de estadio difícilmente es bien vista por parte de los aficionados, que se ven incomodados en su hábito. Además, la localización se veía entonces demasiado remota. Ahora no lo es, claro, y seguro que la presencia del estadio del Madrid hubiera tirado de la ciudad antes hacia allá, como pasa en casi todas partes con casi todos los estadios, pero entonces era lejos. Y luego estaba el problema de los reversionistas. El Madrid compró en su día los terrenos del Bernabéu para uso deportivo, darles otro destino no era fácil. Y se hablaba además del impacto brutal que sobre el tráfico de la zona significarían las nuevas viviendas y la monumental torre, con todos sus empleados entrando y saliendo a la misma hora y obstaculizando la arteria esencial de la ciudad, como es la Castellana.

Para Bernabéu, era una oportunidad. El estadio estaba viejo, se hacía incómodo. Sólo tenía 32.000 asientos. Contar con 60.000, manteniendo otras 60.000 localidades de pie y todo cubierto podría aumentar mucho los ingresos y relanzar al club, como en su día lo relanzó el viejo estadio, mucho mayor en capacidad que los de la época.

Y el Barcelona y el Atlético lo habían conseguido. El Barcelona hizo el Camp Nou en 1957 y pudo aliviar su deuda cuando en 1965, tras tres recalificaciones que forzaron mucho las cosas, consiguió vender el terreno del viejo Les Corts, que ahora está ocupado por pisos. Y, más cerca en tiempo y lugar, el Atlético vendió el terreno del viejo Metropolitano (también todo pisos hoy) para construir el Manzanares, que estrenó en 1966. Así que Bernabéu entendía que pedía lo que ya habían hecho otros.

Pero se le torció. La prensa no le siguió, como hubiera esperado. Incluso el Arriba lanzó la especie, falsa, pero que aún perdura, de que los terrenos del Bernabéu eran una expropiación forzosa al final de la guerra, algo así como un regalo al club.

En medio del debate se cruzó como un trueno un artículo tremendo en la página tres de Abc. El artículo de la página tres de Abc era entonces, y con mucho, el más leído e influyente de España. Siendo además, por ADN, el Abc un periódico decididamente madridista (a fuer de monárquico) el artículo tuvo un impacto decisivo. Se oponía duramente, casi cruelmente, haciendo incluso caricatura de los méritos del Madrid. El artículo, firmado por Luis Pascual Estevill (cuya calamitosa biografía posterior da qué pensar), estaba en línea con la opinión del ministro de la Gobernación, Arias Navarro, que había sido alcalde de la ciudad, y que se había opuesto firmemente al proyecto: “Lo que el Real Madrid pretende está prohibido por ley, como está prohibido el asesinato”, había dicho. Pascual Estevill recogía esa misma expresión, y sobre el argumento del Madrid de que otros lo habían hecho antes, recogía una frase de la revista Cambio 16 en su número 81. “También los regicidios tienen precedentes, y los parricidios, genocidios y demás actos repugnantes de que está plagada la historia de la Humanidad”. Entre las aportaciones de su propia cosecha, Estevill añadía: “Va a ser un test. Vamos a ver si el Real Madrid puede tanto que puede torcer la ley, pisotear el derecho, aplastar el bien común, perjudicar los intereses generales y hacer negocios fabulosos a capricho”.

No mucho más tarde, recibió la negativa oficial, que nunca entendió.

Ese berrinche se lo llevó a la tumba. Tanta fue su decepción que en unas memorias finales recogidas por el periodista Jaime Martín Semprún llegó a decir: “Yo luché en el bando nacional y si retornara esta situación hoy, no lo dudaría, volvería mi mosquetón contra éste”. Una exageración, sin duda. Bernabéu no podría haber luchado junto a los republicanos entre otras cosas porque probablemente le hubieran fusilado en cuanto le pillaran. Había sido activista de la CEDA y en los primeros días de la guerra estuvo escondido en un hospital y luego en la Embajada de Francia. Cuando pudo salir, se incorporó al bando nacional como voluntario y participó, como cabo, en la campaña de Lérida, donde su unidad ganó la Medalla Militar Colectiva por el copo de Bielsa.

Pero se entiende el berrinche, y más en perspectiva, cuando se ve cuántas torres se han construido en la zona, y zonas aledañas, sin miedo a colapsar el tráfico. ¿Por qué aquella negativa a Santiago Bernabéu, expresada con tanta severidad? Agustín Domínguez, secretario de la gerencia del Madrid entonces, creía saber que un altísimo personaje del Régimen, cuyo nombre me reservo porque no he podido comprobarlo, tenía intereses en el proyecto de la Torre Europa, la primera de las de la zona, esa que está en diagonal con el Bernabéu, en la esquina de la Castellana con General Perón.

Verosímil, cuando menos. El caso es que el Madrid se quedó sin lo que sí habían obtenido el Barça y el Atlético.


11 Comentarios

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Sinbalón

Lo cierto es que hoy por hoy, la situación del Santiago Bernabéu encajonado en medio de Madrid no hace ningún favor ni a la ciudad ni al club. Más que una remodelación, lo mejor sería hacer un estadio nuevo en otra parte de la ciudad o a las afueras, en un lugar más espacioso y abierto.

02/18/2015 12:06:31 PM

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josé

lo de terminar el artículo insistiendo en la comparación con el Barcelona y el Atleti (cuando ya se había citado antes) rezuma madridismo y carece de objetividad. Como siempre.

02/18/2015 01:15:35 PM

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Juan sin miedo

“Va a ser un test. Vamos a ver si el Real Madrid puede tanto que puede torcer la ley, pisotear el derecho, aplastar el bien común, perjudicar los intereses generales y hacer negocios fabulosos a capricho” Test NO superado, 4 torres se alzan donde estaba la ciudad deportiva del real madrid, y lo que falta por venir en el bernabeu, que lo han anulado desde Europa, pero no me cabe duda que se revertiran las layes que haga falta para que florentino haga lo que quiera...

02/18/2015 09:27:26 PM

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cabreado con causa

Sr josé | 18/02/2015 13:15:35, es necesario repetirlo no dos sino las veces que sea necesario porque luego nos vendne que al madrid siempre le apoyaba el regimen y a los otros les perjudicaban, así que ya ves, es necesario recordar que algunos quieren reescribir la historia para dejarnos simepre como los malos de la peli aunqeu eso no sea cierto

02/19/2015 04:46:29 PM

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enrique

En estos casos con tantos datos me resulta sospechoso que no explique de qué forma ilegal cambiaron de campo de Barcelona y el Atleti... Será porque no era ilegal?

Y aparte de esto... Si esa decisión se hubiera tomado con Franco en plena forma (digamos al final del Madrid Yeyé) seguramente hubiera sido distinta la cosa

02/21/2015 05:44:08 PM

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Yes soy Bourne

Ya era hora que algún periodista relatara algo sobre el tema.

Solo añadir que vean en wikipedia la historia de Pascual Estevill.

Siendo juez fue condenado por delitos que convertirian al malvado juez Villefort quien mando a prisión al Conde de Montecristo en un santo. Llamativo también su relación con Jordi Puyol.

Pues bien, éste personaje fue el principal causante del rechazo al fantástico proyecto de D. Santiago Bernabeu.

Quienes ignoran la verdad pueden seguir blasfemando intentando ensuciar el nombre del Real. Solo hacen el ridiculo.

02/22/2015 02:17:28 AM

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Diego Emilio

Yo siempre he pensado que el presidente más caballero que ha tenido el Real Madrid ha sido Don Luís de Carlos y el más rentable Alvarez del Manzano (que propició un beneficio de 70.000 millones de pesetas para el club dirigido nominalmente por su antiguo edil Don Florentino Pérez). Lo que cuenta ahora Relaño me reafirma en la segunda idea

02/22/2015 08:00:40 PM

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Pepin

Recuerdo el episodio. Uno más de lo que contradice la miseria de acusaciones que contra el Madrid se han vertido en el más claro espíritu de envidia española. Solo decir que en aquella época sacar el campo ya era razonable para la ciudad y que fue la administración la que sin el más mínimo decoro se opuso. Más que seguir dando explicaciones, que esas cabezas duras como ladrillos no pueden valorar, sería decir a cualquiera que no conozca la ciudad que vea el sitio, igual que la ciudad deportiva, y que luego opinara, sabiendo que entendería mucho mejor de qué se está hablando. Respecto del proyecto en concreto, me parece recordar que el arquitecto era español, y el nombre que se cita no me suena nada. Hoy como ayer, sigue habiendo oportunidad para llevar el campo del Madrid a otro sitio, sabiendo que ese club es uno de los principales sino el mayor activo de la ciudad. Algo que, salvo en un país de señores bajitos como el nuestro, que rápidamente pedirían que se lo llevaran a Toledo (Estais listos) sería motivo de valoración muy positiva.

02/23/2015 06:16:16 PM

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Fer

Sr. Relaño, si cuando dice que la Torre Europa es "la primera de las de la zona" se refiere a que es la más próxima al estadio, tiene razón. Pero si se refiere a que fue la primera en construirse, entonces se equivoca. Antes se levantaron el desaparecido edificio Windsor (1979) y el Banco de Bilbao (1981), por mencionar sólo los más altos. Torre Europa se inauguró en 1985.

02/24/2015 10:27:12 AM

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FJ

Lo que nunca podrá aceptar el barcelonismo es la gran falacia de que los árbitros favorecen por igual al Barça y al Madrid…No se puede cambiar la historia así como así. Sería vergonzoso e injusto obviar que el Barça se pasó desde mil novecientos sesenta hasta mil novecientos setenta y cuatro sin ganar una liga, y desde mil novecientos setenta y cuatro hasta mil novecientos ochenta y cinco sin ganar la siguiente. El equipo culé contaba en esas dos etapas con los mejores jugadores nacionales y extranjeros del momento. Hubo acontecimientos extradeportivos muy raros; desde un secuestro, hasta la obsesión de un presidente de los árbitros por asegurarse que el Barça no ganara la Liga mientras él estuviera en el cargo.

Antes de que Franco eligiera a mediados de los cincuenta al Real Madrid como el equipo representativo de España, Athletic Club de Bilbao y FC Barcelona eran los dos grandes equipos de España. El Real Madrid no era nada antes de que Santiago Bernabéu convenciera a Moscardó y a Franco de que la mejor propaganda para defender la Dictadura era a través de un equipo de fútbol.

A mediados de los cincuenta, Athletic Club de Bilbao y FC Barcelona comienzan a perder protagonismo en España y en Europa; todo un éxito de una propaganda franquista que trataba de anular cualquier sentimiento nacionalista vasco o catalán. El Athletic se sumerge en una depresión de la que le sigue costando salir. El Barça se sobrepuso a todo y consiguió asomar la cabeza a mediados de los setenta y de los ochenta; saliendo otra vez a la superficie una vez que Plaza se largara. La década de los años mil novecientos setenta se caracterizó por el aperturismo progresivo que experimentó el fútbol español. Tras varios casos y escándalos de corruptelas y falsificaciones para formalizar fichajes de futbolistas extranjeros con la etiqueta de oriundos, se permitió finalmente el fichaje de dos extranjeros por equipo y Plaza dimite como presidente tras el caso Guruceta (seis de junio de mil novecientos setenta)...¡Es muy curioso que por fin ganara una liga el Barça en mil novecientos setenta y cuatro con la llegada de Sotil y de Johan Cruyff! ¿Qué ocurrió después? Pablo Porta, presidente de la RFEF, lo devuelve al poder de la presidencia del Comité de Árbitros en julio de mil novecientos setenta y cinco...¡Otra larga sequía de títulos para el Barça!

Entre los años mil novecientos ochenta y ochenta y cinco, el sistema de designación arbitral se cambió, pasando a depender de un comité. Gana la Liga el FC Barcelona después de once años. ¿Qué ocurrió después? En mil novecientos ochenta y cinco, la RFEF volvió al comité y de nuevo José Plaza se encargó en solitario de las designaciones arbitrales. En la temporada mil novecientos ochenta y cuatro, ochenta y cinco la Primera y Segunda División pasaron a ser gestionadas por la Liga Nacional de Fútbol Profesional, un organismo independiente de la Real Federación Española de Fútbol, aunque ésta siguió controlando el Comité de Competición de la Liga. José Plaza se larga definitivamente el seis de mayo de mil novecientos noventa…¡y bingo, el Barça gana otra vez una liga en la temporada mil novecientos noventa y uno, mil novecientos noventa y dos!

En cuanto al Athletic, hay que destacar que tarda veintisiete años en ganar una liga después de hacerlo en la temporada mil novecientos cincuenta y cinco,cincuenta y seis.

Hay que recordar que la Copa de Europa la jugaba el campeón de liga, por lo que poco importaba que tanto Barça como Athletic ganaran copas del generalísimo. Las ligas se reservaban para el Real Madrid. Muy de vez en cuando y como mal menor, caía alguna para el Atlético.

No hay casualidades y sí corruptelas en un país todavía controlado por la oligarquía franquista de siempre.

02/24/2015 06:20:10 PM

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@hemerotecaRMCF

Las fechas están mal en el articulo. La idea surgió en mayo cuando el club cito a los medios para una rueda de prensa sin decirles de que iba. Los medios fueron y Bernabeu primero y Saporta después, les dijeron la idea que tenia el club. En septiembre fue cuando se presento a los socios las maquetas y la asamblea aprobó la idea.

Es decir, no surgió nada en septiembre, sino que se sabia la idea que tenia el club des antes de verano.

02/24/2015 09:18:02 PM