El Betis retiró a Di Stéfano y Puskas

En una semana, del 1 al 8 de mayo de 1966, el Betis despidió del fútbol a Di Stéfano y Puskas, ambos en el Benito Villamarín. No contento con eso, siete días después, echó de la Copa al Madrid ye-yé, flamante ganador de la Copa de Europa. Prodigios del Betis.

Rara temporada aquella. El Betis había bajado a Segunda, en el último minuto del último partido, por un gol marcado por Ontiñano en Málaga para los locales. Con el 0-1, el Betis se salvaba hasta de la promoción. Con el 1-1, bajó como último de la tabla. El gol llegó tras largo descuento y en jugada en la que el Betis reclamó dos faltas. Era el último partido que arbitraba José Plaza, aquel que luego llegaría a presidir el Colegio de Árbitros, donde fue muy denostado por el barcelonismo. El capitán del Betis, Eusebio Ríos, se irritó tanto que le levantó por el cuello hasta ponerle los pies en alto. Pero Plaza no lo puso en el acta.

Betis


Esos duros acontecimientos se produjeron el 3 de abril. Tras la Liga, tocaba la Copa. Ernesto Pons, el entrenador, aseguró que podrían llegar lejos. Pons era un entrenador singular. No había sido futbolista, sino atleta, tuvo el récord de salto de altura desde 1944 a 1958, había sido seleccionador de hockey sobre patines. Un multidisciplinar avanzado en la preparación física. Llegó al fútbol como auxiliar físico de Daucik. En la 65-66 era el ayudante de Martim Francisco hasta que éste cayó tras 12 jornadas, con sólo 5 puntos. Pons había conseguido 18 puntos en 18 jornadas.

Así que podía creer en la Copa, que empezó bien, eliminando al Oviedo. En octavos tocó el Espanyol, en el que Di Stéfano consumía su segunda temporada, tras haberse marchado del Madrid. Le quedaban poco más de tres meses para cumplir 40 años. El partido de ida, en Sarriá, lo ganó el Espanyol 2-1. El segundo gol local lo marcó el propio Di Stéfano, con un buen tiro desde fuera del área.

La vuelta se jugó el 1 de mayo en el Benito Villamarín. Di Stéfano jugó con el 6, como medio organizador. El Espanyol mezclaba veteranos ilustres, con los jóvenes delfines, que ya asomaban. Ese día debutó Marcial. El equipo fue: Carmelo; Juan Manuel, Mingorance, Granero; Bergara, Di Stéfano; Miralles, Rodilla, Re, Marcial y José María. En el Betis juega Quino, más adelante presidente-fundador de la AFE. Lleva el 8, es interior de ataque. Di Stéfano y él se marcaron mutuamente:

—Para mí fue impresionante. ¡Di Stéfano! Ni me atreví a dirigirle la palabra. Él me marcaba cuando yo atacaba, yo le tenía que marcar cuando él iniciaba la jugada.

El Betis ganó 4-0. Quino jugó bien, marcó dos goles. Borbujo, corresponsal de Marca, escribirá: “Di Stéfano, muy retrasado siempre, no funcionaba, agotado por la endiablada rapidez de la juventud bética…”. Le calificó con un 1. Eliminado el Espanyol, ahí terminó la carrera de Di Stéfano. Ese verano ya haría de periodista para Efe en el Mundial de Inglaterra. Más adelante, entrenador del Valencia, fichará a Quino, bajo el recuerdo de aquel día en el que un joven interior le ganó la última partida.

En cuartos, el rival fue el Madrid. Ida, el domingo 8 en el Villamarín. El miércoles 11, el Madrid tiene que jugar la final de la Copa de Europa, en Bruselas. Los titulares van allí ya el sábado 7, con su entrenador, Muñoz, al frente. La visita al Betis queda confiada a los suplentes, con los que va Moleiro, segundo de Muñoz. En ese equipo reserva hay dos ilustres veteranos, Santamaría y Puskas. Mayores, pesados, han caído en la suplencia mediada la temporada. Puskas, que también iba hacia los 40, como Di Stéfano, había tenido su canto del cisne en esa misma Copa de Europa, cuando en dieciseisavos le había marcado cuatro golazos al Feyenoord en el Bernabéu.

El Madrid jugó ese día con: Betancort; Calpe, Santamaría, Casado; Tejada, Miera; García Ramos, Félix Ruiz, Jaime Blanco, Puskas y Bueno. En Bruselas, jugarán once distintos: Araquistáin; Pachín, De Felipe, Sanchís; Pirri, Zoco; Serena, Amancio, Grosso, Velázquez y Gento.

El Betis gana 3-2, y eso que Betancort le para un penalti a Rogelio. Puskas, marcado por Azcárate, “es una sombra con mucha tripa”, escribe Cronos, enviado de Marca, que le pone un 0. Fue su último partido. Siete días después que Di Stéfano, también él se quita por última vez las botas en el vestuario visitante del Villamarín.

El domingo 15, día de San Isidro, el Madrid recibe al Betis en el partido de vuelta. Pero antes hay un homenaje multitudinario, porque el miércoles ha ganado su sexta Copa de Europa, esta con 11 españoles. Hay desfile de peñas y banderas. El Betis espera en el túnel a que le toque salir. Cuando lo hace, forma pasillo al Madrid y Eusebio Ríos, de capitán a capitán, obsequia un ramo de flores envuelto en celofán a Gento. Esa misma tarde, el más madridista de los toreros, Antoñete, hace en Las Ventas su célebre faena a un toro blanco de Osborne, de la que se hablará por años. A la corrida asiste Franco, llevando como invitado al presidente de Nicaragua.

El Betis sale con la misma alineación de los anteriores partidos: Vega; Aparicio, Ríos, Antón; Frasco, Azcárate; Girón, Quini, Landa, Dioni y Rogelio. En el Madrid faltan, por fatiga o golpes, tres de los campeones, Sanchís, Amancio y Grosso, reemplazados por Miera, Félix Ruiz y Jaime Blanco.

El partido será sonado, porque el Betis eliminará al Madrid tras 149 minutos de juego. El tiempo reglamentario acabó 1-0, gol de Gento. En la época no había valor preferente para los goles fuera. Prórroga. En el 96’, Pirri marca el 2-0, pero en el 118’ Landa hace el 2-1. Hay que seguir, porque tampoco había aún tandas de penaltis. Se jugaban prórrogas sucesivas de diez minutos hasta que alguien marcara un gol. La primera prórroga acaba sin gol. Cambio de campo. Diez minutos más sin gol, y Frasco expulsado por lanzar un balonazo a la grada. Cambio de campo y tercera prórroga. Cuando falta un minuto para que acabe, Landa caza otro gol. ¡El Betis, descendido a Segunda, ha eliminado al campeón de Europa!

En semifinales, el Betis cayó ante el Athletic. Pero eso no borró el buen sabor de esos 15 días milagrosos de mayo, en los que un Betis recién descendido fue noticia nacional con una alineación que los aficionados de años aún repiten de memoria. Y los más minuciosos recuerdan que fue en la bancada del vestuario visitante del viejo Benito Villamarín donde Di Stéfano y Puskas se descalzaron sus últimas botas de fútbol.


2 Comentarios

Mostrar
avatar

jordi

Dice: Plaza "arbitro muy denostado por el barcelonismo", toma, como que dijo que mientras el fuera presidente de los arbitros el Barça no ganaria la Liga, como así fue, despues de varios años, se fue porque no estaba de acuerdo en designar los arbitros por ordenador, y el Barça gano la Liga, regreso al cabo de dos años, , y el Barça no la volvio a ganar hasta que se fue definitivamente, como para no ser "denostado por el barcelonismo", como suspiran por los viejos tiempos.

09/05/2015 02:57:21 PM

avatar

Suki

Ernesto Pons también era entrenador de baloncesto. Fue uno de los mejores entrenadores que tuvo el Orense, con el que cai sube a Primera en 1960

09/05/2015 04:16:13 PM