Mr. Pentland

Míster Pentland fue justo lo que la mayoría llevamos dentro: un entrenador. El precursor y más innovador. Este rincón tratará de su gremio. De los inicios, las trayectorias y las anécdotas de sus sucesores. Modestos y profesionales. Españoles y foráneos. De club o seleccionadores. Bienvenido. Pase y tome asiento.

Autor: Alfredo Matilla

Emery, el gran socio de la Roja

Unai Emery vive ahora sus mejores días en el Sánchez Pizjuán tras unos meses complicados. Llegó supliendo a Míchel, metió al Sevilla la temporada pasada en Europa de rebote aprovechando las deudas de Málaga y Rayo, y en ésta le ha costado demasiado enganchar. Sin embargo, el 2014, la resurrección en el ‘Euroderbi’ y, sobre todo, su enorme triunfo ante el Madrid bien le han ayudado. Es la primera vez que el Sevilla encadena seis victorias en la Liga en toda su historia. El técnico vasco (Fuenterrabía, Guipúzcoa, 3 de noviembre de 1971) no es de los que entran por el ojo de primeras. Eso es así. Quizás porque, aunque su hermano es periodista, no se deja dar a conocer en los medios. Unos le aman y a otros les empalaga. Haga lo que haga. Vaya donde vaya. Sus resultados son su mejor escudo. Y la sobrexcitación gestual el peor de sus pecados. A pesar de una década dando el callo, no ha logrado fidelizar aún ni ha levantado títulos porque sus equipos no estaban confeccionados para luchar por ellos, pero ha dado muestras en estos diez años que de esto sabe un rato.


Quizás por ello el presidente del Lorca no dudó en darle el timón del equipo cuando Quique Yagüe fue destituido en 2005 y Unai, entonces interior, andaba lesionado. Ya tenía madera de entrenador. Cogió al equipo con el apoyo de sus compañeros, en 2ªB, y le dio un vuelco al rumbo del equipo hasta ascenderlo. No se conformó e hizo de esa plantilla la revelación de Segunda, a un paso de subir de forma seguida a lo más alto. Esa irrupción en el profesionalismo sin avisar, le valió un buen contrato. El Almería llamó a su puerta en 2006 y allá se fue para comenzar lo que verdaderamente le ha dado a conocer: catapultar nuevos y desconocidos valores con los que disfrutar. Desde entonces, se ha sacado de la manga un once repleto de internacionales y ha ido dando paso a jóvenes talentos que serán claves en el presente y futuro de la Selección.

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En Almería ya sorprendió con dos laterales a los que relanzó como ya había hecho en Lorca con Fernando Vega. Bruno y Mané causaron sensación en un equipo que ascendió a Primera en su estreno y que acabó octavo nada más aterrizar en la élite. Allí también hizo de Carlos García un campeón de los Juegos del Mediterráneo con la Sub-20 y comenzó a pulir a un gran delantero como Álvaro Negredo, que hoy se beneficia en el City y la Selección de todo lo que aprendió a su lado. Con Emery, el vallecano hizo 13 goles y fue clave en las jugadas de estrategia que tan bien estudiaba y que incluso pedía a su vestuario traer inventadas de casa para darle pistas donde profundizar. Negredo logró ser internacional justo tras la marcha de Emery al Valencia pero siempre ha reconocido lo que éste hizo por él: “Es el entrenador que más me ha ayudado”.

El éxito de Emery fue tan rotundo que el Valencia llamó a su puerta. Una plaza siempre complicada porque el Valencia, desde que se dispararon los presupuestos y las deudas, dejó de luchar con los grandes sin que algunos se percatasen. En Mestalla estuvo cuatro años y, más allá de dejar al equipo tercero en Liga en tres ocasiones (el primero de los modestos) con el pasaporte a Europa en la mano, ayudó más que nunca a la Selección. En Valencia vio cómo Juan Mata debutaba con la Absoluta. Fue convocado ante Chile en un amistoso el 18 de noviembre de 2008 pero realmente se estrenó el 28 de marzo de 2009 contra Turquía. Mata fue ese año al jugador que más utilizó Emery en Liga (3.031 minutos). El técnico se sacó además otro bajito de la chistera para la Roja: Pablo Hernández. El extremo brilló de tal manera que Del Bosque se lo llevó a la Copa Confederaciones de Sudáfrica en 2009. El Valencia no campeonaba en esos años pero brillaba con estas dos aportaciones a la Roja más las ya asentadas de Albiol, Silva y Villa (debutaron estando a las órdenes de otros).

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Emery se empeñó en contribuir al éxito nacional de nuestra Selección. Su siguiente aportación tiene más futuro que pasado. Se llama Jordi Alba. Emery le dio 15 partidos en la temporada 2009-10 y tal fue su sorpresa que la Selección lo reclutó enseguida para hacerle debutar el 11 de octubre de 2011 contra Escocia, aunque su primera convocatoria fue 12 días antes. No fue el único internacional de aquel nuevo Valencia. Con Soldado a sus órdenes, hizo el más difícil todavía. Aunque el delantero valenciano, hoy en el Tottenham, ya había debutado con la Roja en 2007 con Luis Aragonés, llevaba cinco años, que se dice pronto, sin volver a ser citado. Emery sacó de nuevo lo mejor de el goleador cuando ya le habían vendido a Silva y a Villa, y Mata estaba apunto de cerrar la puerta. Soldado hizo 18 goles en Liga en su primer año en Mestalla (10-11) y 17 al siguiente. El capitán, claro está, fue de nuevo internacional con Del Bosque.

En esa Valencia, Emery también dio sus primeros minutos a Paco Alcácer, hoy jugador más brillante del equipo de Pizzi, internacional en las categorías inferiores y futuro a corto plazo con los ‘grandes’ si continúa a este paso. Y además, no lo olviden, contó por primera vez con Bernat, otro lateral al estilo Jordi Alba, fue dando mimo a Canales (malditas lesiones), y hasta logró que Mathieu fuera con Francia por primera vez en su vida. Sin embargo no supo ver las cualidades de Isco. En esa época, Emery se vio obligado a estrenar un blog para explicarse. Pocos le entendían. Se fue del Valencia sin hacer ruido y sin apenas haber sido reconocido. La afición, acostumbrada a los títulos del más reciente pasado, quería más. Demasiado.

Emery se marchó a hacer el Erasmus a Rusia, donde no se acopló al Spartak ni el Spartak a su ideario. Así que tras unos meses estudiando (dicen que su obsesión por el fútbol no le deja descansar), esperó a que otro grande entre los modestos le llamara. De repente, apareció el Sevilla más convulso. Y allí, ha vuelto a demostrar que la juventud es para él el bien más preciado. En un equipo sin el poder adquisitivo de hace un lustro y con muchos jugadores de saldo, se ha vuelto a salir con la suya. La Champions está a tiro. De Kondogbia hizo un líder del que, por fin, tiró Deschamps. Y esta vez, su gran aportación, de nuevo en el lateral, responde al nombre de Alberto Moreno. El que secó a Bale. El que apunta al Madrid. El futuro competidor de Jordi Alba en la Selección en un carril que debería llamarse pronto, ahora que se rebautiza casi todo, la Avenida Unai Emery. Israel Puerto y Jairo, dos chavales a los que ya ha dado bola y que han formado parte de las inferiores, son sus siguientes proyectos por consolidar. España en general, y Del Bosque en particular, se lo agradecen. Lástima que a pesar de ser hijo y nieto de porteros no haya contribuido aún con una joya con guantes. Tras lo de Valdés, falta hace.

1 Comentarios

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Joss

Hombre, tampoco le gustó ni le dió oportunidades a Isco, y se fue al Málaga. Todo hay que decirlo

03/27/2014 03:21:16 PM