Mcquaid-verbruggen
La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha anunciado que abrirá una serie de consultas y grupos de trabajo en el primer trimestre de 2013 para intentar rescatar al ciclismo de las arenas movedizas en las que ha caído por los devastadores efectos del caso Armstrong. Me parece una iniciativa plausible, pero…
…Pero hemos oído ya muchas veces este tipo de reflexiones y nunca sirvieron para limpiar el ciclismo. Desde aquel famoso caso Festina de 1998 ha habido horas y horas de reuniones, se han tomado múltiples medidas, se han propuesto numerosas ideas (hasta se habló de un año en blanco)... El propio Jaime Lissavetzky, ex secretario de Estado para el Deporte, aconsejó aquello de “una gran sentada”, más o menos lo que ahora sugiere la UCI. No quiero caer en simples demagogias, así que voy a poner un ejemplo rotundo: ¿recordamos que el redactor del Código Ético del UCI ProTour, aquella brillante iniciativa regeneradora, era Manolo Saiz? Esto me lleva a un segundo razonamiento, a otro pero…
…Pero hasta la propia UCI, impulsora de esta ‘cumbre para salvar el ciclismo’, aparece implicada en el informe de la USADA. Esos famosos donativos que Armstrong hizo para ayudar en la lucha antidopaje y que presuntamente podrían haber servido para tapar positivos. Hasta la empresa Nike se ha visto señalada en este sentido. El caso es que durante la etapa de Armstrong, el US Postal (o Discovery) no tuvo ni un solo positivo y, como se ha podido comprobar ahora, no era precisamente porque nadie se dopara. Curiosamente, algunos de sus ciclistas más significativos sí fueron cazados después, pero en diferentes equipos: Landis, Hamilton, Heras, Beltrán… La propia UCI va a abrir una comisión independiente para depurar responsabilidades, pero ya veremos. De momento no ha dimitido nadie y la única sensación que dejan es que era ‘la zorra quien cuidaba de las gallinas’. Y llego así a mi tercer y último pero… Al de las gallinas.
…Pero las gallinas, en muchos casos, estaban igual de implicadas que la zorra. Y van a ser algunas de esas gallinas, en muchos casos, las que van a ser convocadas en esta cumbre. El problema del ciclismo es cultural y hereditario: los ciclistas de los 70 guiaban a los de los 80 y así sucesivamente hasta encontrarnos cómo los ciclistas de los 90 dirigen al pelotón actual: cito a Johan Bruyneel, implicado en este mismo caso de la USADA, o a Biarne Riis, confeso de dopaje, por poner dos ejemplos. Estoy convencido de que hay gente ensuciada en su pasado que podría reciclarse, pero como es tan difícil separar el grano de la paja, lo mejor para este deporte (si de verdad lo aman) es que durante esta cumbre llegaran a la conclusión de que tienen que marcharse todos aquellos que hayan estado pringados. No veo otra solución: entre otras cosas, porque en 1998 ya oí muchas de las propuestas que escucho ahora, y doce años después tenemos un escándalo aún mayor. El ciclismo ya tuvo entonces su oportunidad de reconvertirse y la desaprovechó… Ahora solo queda la opción de poner el cuentakilómetros a cero. Sin zorras ni gallinas.
