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Nibali flojea y Barguil es una joya

Pedaladas

Vamos a hablar de ciclismo, pedalada a pedalada. De sus gestas y de sus miserias. Desde mi experiencia como periodista en treinta grandes vueltas y en otras múltiples batallas...

Autor: Juan Gutiérrez

Nibali flojea y Barguil es una joya

Warren Barguil brilló y Vincenzo Nibali flojeó. Ese sería el resumen rápido del cierre del Tríptico de los Pirineos, que se ha resuelto las tres jornadas con escapadas. Si el sábado y el domingo eran el italiano Ratto y el francés Geniez quienes vencían en La Gallina y Peyragudes, este lunes le tocó el turno en Formigal a otro francés, Warren Barguil, en este caso un bretón, lo cual siempre supone un plus en el ciclismo (razón: Hinault). El ciclista del Argos, campeón del Tour del Porvenir en 2012, ya se impuso el pasado viernes en la 13ª etapa en Castelldefels. Y eso que en la 10ª, camino de Hazallanas, había sufrido una tremenda caída. Barguil es el gran descubrimiento de la Vuelta, un diamante de 21 años.


Barguil mostró una gran picardía y sangre helada en la resolución de la etapa. Se había escapado en solitario, pero en los dos últimos kilómetros comenzó a flojear. Entonces decidió guardarse fuerzas, porque por detrás venía en remontada el colombiano Rigoberto Urán. Ambos se jugaron la etapa en un sprint más apretado que las tuercas de un submarino. Y venció Barguil, esa joya.

Barguil

Entre los favoritos también hubo pelea. Valverde lanzó una andanada a dos kilómetros, pero inmediatamente se arrepintió, quizá por el viento de cara. La tentativa, sin embargo, reveló que Vincenzo Nibali sufría más que otros días: no respondió al ataque y comenzó a mirar hacia atrás, un síntoma claro de que las piernas no le iban. Sus rivales lo vieron y le fueron atacando en cadena. Primero, Purito Rodríguez. Luego, Horner. Después, Valverde. El ‘Tiburón' se dejó 28 segundos con el catalán y 22” respecto a su principal rival, el estadounidense Horner, que ahora se queda a 28" en la general. Mantuvo el maillot rojo, pero demostró que la Vuelta no está acabada: aún queda el Tríptico del Cantábrico (Peña Cabarga, Naranco y Angliru).



Nibali

La escapada que dio el triunfo a Barguil había ido variando su composición durante la etapa. Después del sprint de Boltaña, que cruzó Valverde en el primer puesto para bonificar tres segundos, habían arrancado nueve corredores, entre ellos Urán. Al Movistar no le debió hacer mucha gracia, porque no dejó que abrieran hueco y llegó a controlarlos a 40 segundos. Hasta que decidió cambiar de estrategia y participar de la aventura con Intxausti y Szmyd. Más adelante se incorporó también José Herrada. Además de otros ciclistas, entre ellos Barguil, que se unió a 31 kilómetros de la cima de Aramón Formigal, donde volvió a entrar victorioso. Y ya van dos.

(Mi crónica de la 16ª etapa de la Vuelta).