No hace tanto señalábamos en el calendario la Challenge de Mallorca como el inicio de la temporada ciclista, el pistoletazo de salida del pelotón más o menos a la par del Gran Premio La Marsellesa en Francia (que para eso se llama también Gran Premio de Apertura) o el Gran Premio Costa Etruscos en Italia. Europa es la madre del ciclismo, por eso el arranque se marcaba ahí a primeros de febrero. Entonces la programación de carreras no estaba tan cribada como en la actualidad, no había una obligación por reglamento para que los grandes equipos se desplegaran en las grandes pruebas. Y así podías encontrarte a los líderes durante el primer tramo de la campaña en cualquier sitio, en Andalucía, Valencia o Murcia.

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Eso ha cambiado con el WorldTour (antes ProTour) y también con la globalización. La expansión universal del ciclismo no es una idea nueva, ya la buscó Hein Verbruggen con la Copa del Mundo, aunque al final tuvo que reducir aquellas clásicas a las de siempre porque su plan no funcionó. Ahora los tiempos traen otros vientos y la globalización es un fenómeno real y contrastable. Al palmarés de las grandes rondas se han unido australianos (Cadel Evans), africanos (Chris Froome, aun con nacionalidad británica), canadienses (Ryder Hesjedal) o kazajos (Alexandre Vinokourov). Por ejemplo.

El calendario también es más internacional y el pistoletazo se ha adelantado al mes de enero en el verano del hemisferio sur, en concordancia con lo que ocurre con otros circuitos profesionales (tenis, golf…). El WorldTour arranca este martes en Adelaida con el Tour Down Under, con Gesink, Evans, Ulissi, Greipel, Rojas, Gerrans, Porte, Kittel, Frank Schleck… Y este lunes también echa a rodar el Tour de San Luis en Argentina, una joven ronda (nacida en 2007) que aunque no tenga etiqueta ‘WorldTour’ ha sido capaz de congregar a un brillante elenco con Nibali, Purito Rodríguez, Sagan, Quintana, Cunego, Scarponi, Cavendish, Boonen…

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Aunque una semana antes hayamos estado siguiendo ya las peripecias del Caja Rural con Luis León Sánchez y del ‘cofidis’ Egoitz García en La Tropicale Amissa Bongo, en Gabón; ahora son Down Under y San Luis las que marcan ese simbólico punto de partida de la temporada, que se alargará hasta octubre. A mí me gusta esta expansión del ciclismo, siempre que no suponga una irreverencia o una agresión hacia las carreras tradicionales que han forjado la grandeza de este deporte. Las cosas ya van en serio. O si no que se lo digan a Giovanni Visconti, que se fracturó una tibia el domingo en la People Choice Classic, el critérium que sirve de aperitivo para la carrera australiana y que ganó Marcel Kittel.

 El ciclismo profesional de ruta ya ha arrancado… Buena temporada a todos.