Pedaladas

Vamos a hablar de ciclismo, pedalada a pedalada. De sus gestas y de sus miserias. Desde mi experiencia como periodista en treinta grandes vueltas y en otras múltiples batallas...

Autor: Juan Gutiérrez

Los horribles enanos de Anquetil y el tirano Indurain

Périgueux y Bergerac han sido tres veces salida y meta de una misma etapa, en un sentido o en otro, pero siempre en contrarreloj. Hoy romperán esa tradición. La última, muy reciente, fue la victoria del cuádruple campeón mundial Tony Martin en Périgueux en 2014, el penúltimo día de un Tour de Francia que conquistó con autoridad Vincenzo Nibali. El alemán tuvo dos ilustres predecesores, los dos campeones que más diferencias han marcado contra el crono: Jacques Anquetil y Miguel Indurain.

Tour de 1961. Antepenúltima jornada. Llovía a cántaros sobre el recorrido de 74,5 km: Bergerac-Périgueux. Anquetil dominó a un promedio de 43,595 km/h y aumentó su sólida renta al frente de la general. Sólo un pinchazo a 10 km del final evitó que doblara a Charly Gaul, a quien tuvo mucho tiempo a la vista. Maître Jacques aventajó al luxemburgués en 2:59 minutos y puso un ladrillo más en su apuesta de ganar la carrera de principio a fin, para desesperación del patrón, Jacques Goddet, que llamó “horribles enanos” a sus rivales por no apretar más al líder. Fue el segundo de sus cinco triunfos en el Tour, tras 1957. En París fue recibido con silbidos: el público le acusaba de haber bloqueado la carrera. A Monsier Crono le costó ganarse el corazón de sus compatriotas.

Tour de 1994. Novena etapa. Un calor aplastante de 40 grados reinaba sobre el trazado de 64 km: Périgueux-Bergerac. “El asfalto se derretía”, dijo Indurain tras una victoria a 50,539 km/h que vino acompañada del maillot amarillo, que ya no soltó hasta los Campos Elíseos. Fue el cuarto de sus cinco triunfos en el Tour. El navarro volteó unas apuestas que daban favorito a Toni Rominger (6-4). No había mucha confianza ese año en el español, que venía de perder el Giro de Italia ante Eugeni Berzin. Indurain arrolló ese día, con 2:00 sobre Rominger y 4:22 sobre De las Cuevas. Su técnico José Miguel Echávarri dijo aquel día una de sus famosas frases: “Miguel ha sido Tirano en la tierra de Cyrano: Tirano de Bergerac”.

LA RUTA DEL TOUR: 10ª etapa, Périgueux-Bergerac

Anquetil