La Sub-19 comenzó goleando a Bélgica en el Europeo de Rumanía. Lo normal, si se atiende a lo ocurrido sobre el campo y al enorme talento que atesora esta Selección. Ginés Meléndez ha conseguido reunir en la cita continental a un grupo de futbolistas interesantísimo, sobre todo por las muchas alternativas que ofrece en ataque. El asunto tiene el doble de mérito si se recuerda que los mejores jugadores de esta generación no están en tierras rumanas, sino en Colombia preparando el Mundial Sub-20 que arranca a finales de mes: Koke, Isco, Sergi Roberto, Amat o el portero Pacheco. Además, hay lesionados de enjundia como Muniesa y futbolistas que ya han dado un paso de gigante para esta categoría, como Muniain, que por edad aún podría acudir.

Todo ello da más sabor a un debut que la UEFA deslució con la suspensión inicial por la lluvia y posterior aplazamiento para el día siguiente desde 0-0 cuando España ya vencía por 1-0 en el momento del parón. Un ejemplo de que el artículo 10.4 que estipula que las repeticiones de partidos deben ser integras es absurda, fuera de lugar y claramente beneficiaria para el que se ve contra la lona. En todo caso, España se rehizo y derrotó con soltura a los belgas. Dejó para ello un primer tiempo de excelente nivel por parte de Deulofeu.

El extremo del Barça es uno de los cuatro futbolistas nacidos en el 94 que compite contra chicos dos años mayores que él en este Europeo. Su desparpajo es un tesoro y su forma de desequilibrar, también. Ya el año pasado maravilló en el Sub-17 de Liechtenstein y ahora, favorecido por la coincidencia de este torneo con el Mundial Sub-20, prosigue su formación como debe ser, midiéndose a gente mayor. Ginés lo sabe bien y se aprovecha de ello. Está claro. Hay equipo para soñar con el título. Pero sobre todo hay opciones de que varias de nuestras más firmes promesas den un paso de gigante en sus carreras. Y por eso se trata de un Europeo muy aprovechable.