Nigeria se proclamó campeona del mundo Sub-17 en una final en la que superó a México, que hizo un torneo loable eliminando a Italia, Brasil y Argentina. Fue el campeonato en el que el fútbol europeo sucumbió ante el resto, pese a la buena participación de Suecia. Selecciones como Rusia o Italia fracasaron, mientras que Brasil se quedó por el camino en los penaltis de cuartos ante México cuando parecía el gran favorito. Mención especial para el fútbol total de Japón y, sobre todo, para el potencial de Nigeria, que empezó y acabó el torneo goleando. Este es, a nuestro juicio, el once ideal del torneo:

Raúl Gudiño (Portero, México, 1996, Chivas)

Espectacular ante Brasil en el partido de cuartos, muy seguro también en el resto de cruces frente a Italia y Argentina, dio un empaque muy necesario a México desde la portería. Grandes condiciones para ser el portero mexicano del futuro.

Erick Aguirre (Lateral derecho, México, 1997, Morelia)

Fuerza para subir la banda y calidad para poner balones en centros medidos. Muy completo, rígido en defensa pero a su vez peligroso en ataque, fue otro de los grandes tesoros de México, pese a su gol en propia meta en la final. Del año 97, lo que le da aún más nivel.

Emanuel Mammana (Central, Argentina, 1996, River)

Cumplió con las expectativas y demostró la categoría que tiene como defensa, aunque en una línea de tres centrales. Excelente al corte, elegante al sacar la pelota jugada, bien por alto y contundente, parece un central de garantías para muchos años.

Salomon Wbias (Central, México, 1996, Pachuca)

Una de las grandes revelaciones del torneo. Su gol 'a lo Panenka' en el partido de cuartos frente a Brasil dio la vuelta al mundo. Pero Wbias fue mucho más que eso. Se erigió en el líder de la defensa azteca con una personalidad propia de los mejores centrales.

Joaquín Ibáñez (Lateral izquierdo, Argentina, 1996, Lanús)

Su torneo fue extraordinario, aunque quedará marcado por la expulsión ante México en semifinales a causa de una dura entrada. Lateral o carrilero de fuerza, siempre impetuoso cuando de aparecer desde atrás se trató, hizo algún gol de muy buen nivel.

Danilo (Mediocentro, Brasil, 1996, Vasco de Gama)

El clásico mediocentro brasileño actual, con muy buenos conceptos tácticos y también criterio con el balón en los pies, dominó los encuentros de Brasil con suficiencia aunque sucumbió como el resto de estrellas del equipo en cuartos ante México.

Elias Andersson (Mediocentro, Suecia, 1996, Helsingborgs)

Zurda maravillosa, mediocentro de buena colocación e inteligencia a la hora de jugar, fue el encargado de botar todas las faltas y córners de los suecos. Engvall o Berisha se llevaron los flashes de Suecia, pero nada hubiera sido posible sin él.

Boschilia (Volante, Brasil, 1996, Sao Paulo)

Junto a Nathan, el gran nombre propio del conjunto brasileño. Zurdo pero siempre llegando desde una de las dos bandas, fue un puñal cuando apareció desde segunda línea. Agresivo, goleador y vertical. Marcó seis tantos y le dio mucha profundidad a Brasil.

Kelechi Iheanacho (volante, Nigeria, 1996, Taye Academy)

Seguramente el mejor jugador del torneo. Sobresalió en la línea de mediapuntas nigeriana por su buena potencia y visión de juego. Marcó y asisitió casi a partes iguales, capaz de decidir con un gol como en la final o hacerlo con un pase como en semifinales. Jugador a seguir.

Valmir Berisha (delantero, Suecia, 1996, Halmstads)

Hizo siete goles que le valieron para ser la Bota de Oro, tres de ellos en el partido por el tercer puesto. Físicamente curtido y con confianza en sus posibilidades, buenos movimientos de espaldas, olfato para golear... En breve llegará a la élite del fútbol sueco.

Taiwo Awoniyi (delantero, Nigeria, 1997, Imperial Academy)

Acabó siendo titular por delante de Success Isaac, que venía como una de las posibles estrellas del torneo. Pero este chico del 97, con una zancada muy interesante y un buen olfato goleador, acabó por ser el puñal que necesitó Nigeria para ser campeón.