Rubén Blanco (Celta, portero, 1995, España)

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El gran portero español del futuro, dicen los técnicos de categorías inferiores. También en el Celta las esperanzas puestas en él son enormes. No en vano, hace dos temporadas fue el gran salvador del equipo cuando en las últimas jornadas le tocó participar siendo aún menor de edad. Aquellas paradas en Valladolid o en la última jornada no se olvidan, aunque su juventud haya hecho que su asentamiento en el once titular se haya visto demorado como es lógico. Luis Enrique optó por Yoel, otro gran portero, el curso pasado, pero ya sin Luis Enrique y también sin Yoel –traspasado al Valencia- las oportunidades vuelven a presentársele a este joven y espectacular cancerbero que ahora mismo entra en los planes del nuevo técnico Berizzo. Es ágil, autoritario, todavía con capacidad para adquirir masa muscular, bueno con los pies y seguro en el juego aéreo, un proyecto de portero que por su sobriedad y valentía recuerda a Víctor Valdés. Cuesta más dar la alternativa a los porteros jóvenes que a los jugadores de campo, pero Rubén ya ha demostrado que puede jugar perfectamente en Primera.

Joseba Zaldua (Real Sociedad, lateral derecho, 1992, España)

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El año pasado fue una de las sorpresas agradables de la Real Sociedad de Jagoba Arrasate, que con su participación en Champions y una serie de lesiones tuvo que tirar del filial en más de un caso. Allí estaba esperando el lateral derecho Zaldúa, un carrilero al que no le pesó la responsabilidad de verse jugando en Anoeta y enseguida dejó buenas subidas por la banda y excelentes centros que le hicieron ser parte del primer equipo en más ocasiones de las que se esperaba. De hecho, este curso ha dado el salto definitivo a la élite y lo ha hecho para ser titular. Así lo ha dejado claro su técnico situándolo en el once inicial en los partidos oficiales de Europa League disputados hasta la fecha, relegando para ello al que durante años fue indiscutible en su misma demarcación en la Real: Carlos Martínez. Zaldua ofrece más calidad en los metros finales, quizá no tanto pundonor, pero sin duda es una excelente noticia para un lateral derecho que de momento parte con muchas opciones de hacer una temporada ilusionante.

Marc Bartra (Barcelona, central, 1991, España)

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Ha empujado y exprimido a los centrales titulares del Barça con fuerza y determinación, pero ningún técnico se ha atrevido con él a hacer lo mismo que hicieron en su día con Piqué, por ejemplo. Este verano, sin ir más lejos, el club ha fichado a Vermaelen y Mathieu, dos defensas más contra los que tendrá que lidiar este central de condiciones y capacidades incuestionables. En una última temporada plagada de lesiones de Puyol y Piqué acabó por jugar y rendir a un más que aceptable nivel, pese a que Gareth Bale le ganara una acción defensiva en la final de Copa que no debería servir únicamente para definir su campaña. En realidad recuerda al primer Piqué, aquel liviano y limpio en la salida de balón, y ahí es donde se debería apoyar Luis Enrique para considerar si está o no en condiciones de suplir en el once al que hasta ahora ha sido incuestionable central culé. Bartra es rápido, ágil, va bien por alto, domina el balón y lleva la filosofía del club en sus venas. Temporada importante para el Barça y también para Bartra. Ambos parecen necesitarse más que nunca.

José María Giménez (Atlético, central, 1995, Uruguay)

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Después de un par de fichajes poco acertados del Atlético en el mercado de jóvenes uruguayos da la sensación de que con Giménez el acierto es absoluto. El central fue incorporado poco antes del Mundial Sub-20, en el que, siendo dos años menor que el resto, maravilló por su serenidad y agresividad a la hora de defender. Tabárez enseguida lo incorporó a la absoluta e incluso le hizo titular en su defensa de tres centrales en el último Mundial. En el Atlético las cosas le están yendo más despacio. Simeone no duda de su enorme futuro, pero ahora mismo la pareja Godín-Miranda es inamovible. Por eso jugó realmente poco el curso pasado, aunque durante este las cosas tienen pinta de ir a cambiar. El uruguayo ha cumplido de maravilla en los partidos de pretemporada que ha jugado y ha superado a otros suplentes que parecían por delante de él, caso de Alderweireld. Ahora mismo Giménez tiene en Godín el espejo en el que mirarse y eso le hará dar pasos de gigante en su progresión. Este año habrá oportunidad de disfrutar de él pues contará con más minutos y oportunidades. Por lo visto en la selección, lo lógico es que las aproveche.

Saúl Ñíguez (Atlético, mediocentro, 1994, España)

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La gran irrupción de la cantera del Atlético en los últimos años junto a Óliver Torres y Manquillo. Parecía el que menos cartel ofrecía de los tres, pero sin embargo su progresión ha sido mejor y ahora mismo parece en disposición de pelear un puesto como titular en el Atlético, como ya hizo en la Supercopa ante el Madrid. Su cesión al Rayo la pasada campaña le curtió definitivamente como futbolista. Es un mediocentro de mucha corpulencia, técnicamente bien dotado, ambidextro, fantástico en el juego aéreo y táctico, defensivamente fuerte pero siempre con presencia en ataque. De hecho, encaja perfectamente en lo que es el Atlético de Simeone, pues tampoco le falta garra. Puede jugar de central, de mediocentro, de mediapunta o en una banda, como le ha situado últimamente el Cholo. Un centrocampista muy completo que recuerda a Koke, aunque con fisionomías distintas. Esa es la intención declarada de Simeone: hacer con Saúl lo mismo que con Koke hace un par de campañas. Casi nada.

Bruno Zuculini (Valencia, mediocentro, 1993, Argentina)

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Extraordinario refuerzo del Valencia proveniente del mercado argentino. Zuculini llega cedido del Manchester City, que fichó al exmediocentro de Racing con miras de futuro pero ha decidido cederlo durante un año a la liga española para que se vaya fogueando. El Valencia le recibe con los brazos abiertos. Sabe que se trata de uno de los más prometedores ‘5’ que hayan salido del fútbol argentino en los últimos tiempos. Cubre campo, defensivamente es muy inteligente, distribuye con criterio la pelota y tiene el carácter que se les requiere a los mediocentros para imponerse en una zona clave del centro del campo. Es complicado saber cuál es su techo y habrá que verle evolucionar en Europa, pero por lo hecho en Argentina muchos ya le ven como el futuro eje sobre el que vertebrar la selección. Mestalla y Valencia disfrutarán de uno de esos jugadores que ofrecen más rendimiento por su continuidad que por partidos aislados.

Denis Suárez (Sevilla, mediapunta, 1994, España)

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Uno de los mayores talentos a nivel técnico del fútbol español en los últimos años. Salió de la cantera del Celta rumbo al Manchester City con 16 años, pero allí no encontró las oportunidades para alcanzar el primer equipo y cuando su futuro como citizen estaba difuso el Barcelona anduvo listo y lo contrató para incorporarlo al filial. Después de una temporada fantástica en el filial culé en Segunda, la operación Rakitic le ha mandado a Sevilla durante dos años de cesión. Un excelente mediapunta, estiloso, no muy alto pero con una clase infinita, que recuerda en algunas cosas a Isco por su centro de gravedad bajo y su capacidad para ver huecos donde no los hay. Será su debut en la élite pero en un equipo como el Sevilla que le dará oportunidades y con la vigilancia permanente del Barcelona no hay duda de que dará que hablar. Talento tiene de sobra el gallego y seguro que no tarda mucho tiempo en demostrarlo.

Unai López (Athletic, mediapunta, 1995, España)

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Se marchó del Athletic Ander Herrera y quedó así huérfana esa posición en la mediaunta del equipo bilbaíno. Aunque Valverde ha apostado por el mediocentro Beñat en el arranque de la temporada, muchas voces piden que sea el joven Unai López el que ocupe el puesto por la excelente temporada que hizo el año pasado en el filial. Valverde le conoce bien y ya le hizo debutar para que fuera cogiendo el protagonismo que se le presupone. Unai empezó como mediocentro más posicional, aunque sus características físicas –más talentoso que físico- le han hecho trasladarse poco a poco a la mediapunta. Salió de la cantera del eterno rival bilbaíno, la Real Sociedad, pero ha sido en Lezama donde se ha hecho futbolista. Corte de jugador con mucho manejo de pelota y una naturalidad que asusta para la distribución. Este año tendrá muchos minutos y con la calidad que atesora no serán en vano.

Rodrigo De Paul (Valencia, mediapunta, 1994, Argentina)

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Entre los muchos argentinos jóvenes que han llegado a España (Vietto, Zuculini, Correa, Fariña…) uno de los que más atraerá a los aficionados es el valencianista De Paul. Integrante del jovencísimo Racing de Avellaneda hasta el curso pasado, su calidad individual coincide con las características de juego que pretende implantar el nuevo entrenador Nuno en el Valencia. Es fino pero con estatura para lo que suelen ser los mediapuntas, muy bueno con la pelota en los pies, habilidoso cuando busca el último pase y certero en sus lanzamientos desde lejos. Puede recordar en algunos aspectos a Di María, aunque es diestro. De hecho, en Argentina le comparan con el Fideo desde sus inicios, pues es igual de estirado pero maneja igual de bien la pelota, eso sí, con la derecha. De Paul es una apuesta de Fabián Ayala, el director deportivo valencianista y exinternacional argentino. Sólo por el conocimiento del futbol que pueda tener de su país se espera mucho de la temporada del joven Rodrigo.

Paco Alcácer (Valencia, delantero, 1993, España)

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Se le considera el futuro nueve del Valencia desde hace tiempo, pero fue cedido al Getafe siendo aún muy joven y le costó después hacerse un hueco en la primera plantilla. Por fin con Pizzi el curso pasado se asentó en la élite. Tiene ese don de los goleadores, capaz de estar siempre en la posición adecuada para definir con frialdad. Es un nueve referencia, pero ofrece una movilidad interesantísima para los hombres que le acompañan por detrás. En algunas cosas se asemeja al mejor Villa, el que también se exhibió en el Valencia, pues es formidable en el remate al primer toque, en el mano a mano y también de cabeza. Necesitará mantener la buena confianza que tuvo en la segunda parte de la pasada temporada para seguir a su buen nivel. Seguro que el nuevo entrenador Nuno se la ofrece después de comprobar el extraordinario rendimiento que dio con minutos y posibilidades que aprovechar. Un delantero llamado a marcar una época en el Valencia y quizá en la Selección.

Munir El Haddadi (Barcelona, delantero, 1995, España)

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La gran sensación del Barcelona en la pretemporada. Por todos era conocido gracias a su rendimiento fenomenal en el fútbol base culé y en particular la pasada campaña con el equipo en la Youth League, la Champions juvenil. Zurdo, puede jugar en cualquiera parte del ataque y aunque tiene números y condiciones para hacer de delantero centro en el Barça y en la Selección Española muchas veces le han colocado como extremo, posición en la que no pierde ni un ápice de sus buenos detalles como delantero. Es una de las grandes esperanzas de la cantera culé, aunque salió de la escuela madrileña y más concretamente del Atlético. Su lugar natural esta temporada está en el Barça B, en Segunda, con el que ya jugó y por supuesto marcó al final del curso pasado. Sin embargo, no es de extrañar que la buena pretemporada que ha hecho con Luis Enrique le permita tener minutos de los que sólo los grandes goleadores como él pueden disponer. Está naciendo una estrella y ahora corresponde al Barça y al entrenador de la primera plantilla saber llevarlo en condiciones.