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Sobre empleados y jefes

ZONA ROJA

Esta es una casa de locos por la NFL desde 2009.

Autor: Mariano Tovar

Sobre empleados y jefes


Si estáis en el trabajo, levantad un momento la vista del ordenador y mirad a todos los compañeros que hay a vuestro alrededor. Vamos a practicar una de las mayores aficiones del españolito medio, la ‘disección de compañeros’. Sentaos conmigo a disfrutar de una sesión de gore en directo.

APE


Ahí, al lado, tenéis a X1. Lleva muchos años en la empresa y ya está bastante quemado. No se aclara muy bien con la informática, que le llegó un poco tarde, y está todo el rato pidiendo a los compañeros que le ayuden, aunque, todo hay que decirlo, cuando los demás le piden ayuda o consejo en los temas que él domina se suele hacer bastante el remolón. Por antigüedad, cobra un sueldo superior a la media, por lo que todos los jóvenes piensan que es injusto que cobre más porque trabaja menos y peor. Lo más triste es que si algún día le despiden habrá bastante gente que lo justificará solamente por ese sueldo superior, como si eso fuera culpa de él. A su lado esta X2, un tipo que no quiere líos. Llega siempre a su hora, o eso dice, y también se marcha en el momento que debe hacerlo, o eso sigue diciendo. No le pidas que haga algo que no le corresponda, porque se negará: “eso que me pides excede mi responsabilidad”. Él dice, y se lo cree, que trabaja bien, que hace lo que debe, y que para lo que le pagan no tiene que gastar un gramo de más. Lo malo es que, normalmente, el ser humano siente una enorme compasión por si mismo, así que, chalaneando de un lado o de otro, la realidad es que ha terminado por convertirse en un tipo escaqueado y bastante mal compañero, incapaz de hacer nada por casi nadie.

También está X3 que es un pelota diplomado. Como casi todos los de su especie tienen una doble vida en el trabajo, dos caretas distintas según esté el jefe delante o no. Dependiendo del tipo de empresa, y de la proximidad del jefe, el pelota se convierte también en un trabajador intensivo o en un escaqueado profesional. Muy cerca está X4, también conocido como ‘Calimero’. Él sólo habla de que le van a despedir, de que la empresa va mal, de que tiene ansiedad, o una úlcera sangrante. Su mujer está en el paro, su hijo no estudia, su coche siempre se estropea y en su casa no hay agua caliente. Vive enganchado a una bombona de oxígeno imaginaria, hace más horas que un tonto que le cunden bastante poco por culpa del tiempo que pierde contando sus desgracias.

VIK


X5 tiene mucha iniciativa. Siempre se le están ocurriendo cosas. El problema es que cuando le mandan algo, en vez de hacerlo como se le pide, busca la manera de hacerlo mejor, con lo que siempre la lía. Encima, se enfada cuando se lo recuerdan. Es incapaz de conjugar iniciativa con obediencia y vive en la amargura del que piensa que no le valoran y que merece estar mucho más arriba de lo que está. Ya ha habido varios intentos de reconducirle, porque un tipo tan voluntarioso podría ser mucho más rentable de lo que es, pero al final han terminado por dejarlo por imposible y encargarle cosas sencillas, para que no las rompa demasiado con su iniciativa incontrolada. X6 no está. En serio, es un fantasma. Si te cruzas con él en el baño se te hiela la sangre en las venas. Llega cada día, se sienta en su sitio, trabaja en lo que sea sin levantar la cabeza, con gesto invariable. Parece un autómata. Al final del día se marcha sin haber dicho esta boca es mía. Asusta.

Podríamos seguir así hasta el infinito. Está el chistoso, el graciosillo, el ‘con lo que yo he sido’, el que se cuelga medallas de otros, el ligón, el maestro… Es divertido ver cómo los recién llegados suelen adoptar la actitud del veterano que tienen a su lado en una especie de abducción laboral. Y no os riáis tanto, miraos a vosotros mismos y descubrid en qué grupo estáis enclavados.

Pero todos tienen una única cosa en común. Todos y cada uno de ellos critican a sus jefes, y no excluyo al pelota. Pero el éxito de un jefe es conseguir que esa fauna salvaje, que le pone a caldo, tire del carro al alimón, cada uno con sus virtudes y defectos. Podría ahora hacer una disección de los tipos de jefes, pero sería un trabajo arduo y aburrido y, al final, se podrían dividir, simplemente, en dos grupos muy claros: los buenos y los malos.

COW


Y cuando hablo de buenos no me refiero a que sean ‘teresitos de Lisieux’. Simplemente son tipos capaces de poner a todo su equipo de empleados a trabajar, situando a cada uno en el lugar en el que más va a rendir. Los métodos son otra historia. Hay algunos que usan la mano dura y otros la mano izquierda. Hay quien siempre va con el “por favor” por delante y otros que no se salen del “por cojones”. Los hay que usan el miedo y otros que tiran de incentivos, pero al final, la capacidad para dirigir equipos de trabajo se lleva dentro.

En la NFL pasa algo similar. Un vestuario es como una oficina. Están X1, X2, X3… Cada uno con sus manías, sus problemas y sus historias. El secreto de entrenar va más allá de tener un gran libro de jugadas, o una increíble mente táctica. Un entrenador tiene que ser un gran líder que sepa sacar lo mejor de sus hombres. Un jefe. Y da lo mismo que use la mano de hierro o el guante de seda.

Siempre he pensado que la moda de la última década de que el head coach sea también general manager es un grave error. Es imposible que el mismo tipo que te niega un aumento de sueldo por la tarde sea capaz de animarte a esforzarte más a la mañana siguiente.

CHAR


En la NFL hay grandes tácticos que no saben gestionar un vestuario, como Mike Martz y estrategas dudosos que, sin embargo, consiguen mantener la paz en vestuarios conflictivos, como Marvin Lewis. Pero los entrenadores que triunfan de verdad son los que aúnan las dos virtudes. Tipos como Jeff Fisher, Tom Coughlin, Mike McCarthy, Mike Shanahan, Rex Ryan o Sean Payton. Todos ellos son grandísimos estrategas que, con métodos completamente diferentes, son capaces de llevar a sus equipos a postemporada con una regularidad espartana.

Pero por encima de todos ellos está Bill Belichick que con sus métodos ha revolucionado la forma de jugar, de dirigir, de mentalizar y de gestionar un equipo como tal vez sólo hizo antes Vince Lombardi en la historia del football americano. Creo que todos los head coach que he nombrado en el anterior párrafo son capaces de llevar al éxito a una plantilla mediocre, pero sólo el bueno de Bill sabe convertir un cagarro en el plato estrella de un restaurante de la Guía Michelín.

Pero yo no quería hablar de Belichick. Mi intención era centrarme en los ‘tres tenores’ de la moderna NFL. Brad Childress, Wade Philips y Norv Turner. Tres tipos que, independientemente de su valor como estrategas, son incapaces de gestionar un vestuario y de mover jugadores con inteligencia. Año tras año, están desperdiciando unas plantillas que, por potencial, deberían ganar sus divisiones sin despeinarse y que, si consiguen salir adelante, se debe más a una conjura del vestuario que a la labor del staff técnico.

Por eso creo que no hay que hacerse grandes teorías para explicar el mal inicio de temporada de Vikings, Cowboys y Chargers. Simplemente son oficinas con empleados por encima de la media cuyo jefe no está a la altura. Una pena.

mtovarnfl@yahoo.es

6 Comentarios

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mynameis

Es cierto que el otro día viendo el Chargers-Rams algo de eso me quedó. En la primera parte los del cabestro les dieron una buena paliza a los del estado del sol y Turner ahí estaba impasible en la línea como si la historia no fuera con él, total, con los jugadores que tengo, tarde o temprano les saldrá el ramalazo y esto lo ganamos con la gorra. Y la verdad, es que desgraciadamente casi fue así, si no llega a ser por el field goal errado por Kaeding habrían empatado el partido y con muy buenas posibilidades de haberselo llevado, lo que pasa es que el kicker se le resbaló en el peor momento y luego ya estuvo corto, en los últimos 3 minutos no vi nada de SD para intentar salirse del guión, todo previsible. En ese momento, me acorde de magos como Rex Ryan, Bellichik o incluso Payton que son capaces con una decisión de cambiar el ritmo del partido y darle la vuelta al "momentum".

Es una lástima pero me temo que un equipazo como los Vikings se acabarán echando a perder sin ganar ni un sólo título y todo gracias a no haber sido capaces de cambiar la pieza más elemental de todas.

10/20/2010 09:57:00 PM

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Jordi

Brad Childress tiene un mérito indiscutible: desde su llegada y a imitación de lo que en su día consiguiera Bill Belichick en Boston, ha logrado construir un magnífico equipo; sólido en defensa y poderoso en ataque. Únicamente hay que comparar, posición a posición, lo que se encontró a su llegada y lo que heredaría un hipotético sucesor si es que el reino de Minnesota decidiera cambiar de monarca.

Lo que ocurre es que en cualquier comparación con Bellichick, irremediablemente todos saldrán perdiendo; el head coach de los Pats es un supercomputador INTEL INSIDE en un mundo repleto de ábacos: se basta y se sobra para fichar, draftear y canjear jugadores con una mano, mientras que con la otra consiguer un nivel de preparación física, táctica y psicológica como jamás se ha visto en la NFL. Childress cogea en lo segundo, es decir, en la conducción del equipo durante la temporada; está por ver si Payton puede hacer frente a una tormenta que amenaza con resultar un huracán, Ryan se ha movido bien durante la offseason pero no empezó repartiendo la necesaria confianza sobre algunos puestos clave y para qué hablar de Andy Reid!.

Opino que Childress seguirá, por lo menos un año más, porque a veces el temor al cambio es más fuerte que las ventajas que puedan obtenerse. Si los Vikings tienen un mal resultado -no entrar en los playoff- siempre se podrá cargar el muerto a Favre. Cuando este ya se haya retirado, no habrá muro de contención para Brad.

En el caso de Dallas, el muro está resquebrajado y la presa amenaza con reventar. En realidad ya hay una fecha marcada por el propio dueño de la franquicia quien declaró que no iba a cesar a su head coach hasta que la temporada no hubiera acabado. O lo que es lo mismo: una vez los Cowboys vuelvan al rancho, aparecerá la soga.

Y en San Diego, yo es que creo que ya se han acostumbrado a estar sin estar, llegar para irse y saludar desde el campo una vez apeados del playoff.

Y es que, ser bueno no es suficiente cuando solo queda ser el mejor.

Saludos!

10/20/2010 11:36:03 PM

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Manuel J.

Yo ya comenté el año pasado con mis compañeros de foro de NFL que los Chargers cada vez se parecen más a los Cowboys, como tú dejaste caer la semana pasada; grandes plantillas, dos pedazos de QB (en números) irregularidad manifiesta en su juego, incompetentes kickers (cuando estaba Folk, pero el Folk de el año pasado, que este año parece otro) y tarados mentales en las bandas.

Pero creo que con "Bad" Childress pecas de cierta injusticia, seguramente mal influido por Manolo Arana; Childress es bastante mejor HC que lo que parece, primero porque a pesar de que tiene una gran plantilla, ésta no está hecha a su gusto, sino a golpe de jefes; los Vikings de este año, no se parecen en nada a los de hace tres o cuatro años, cosa que no se puede decir de San Diego o de Dalllas, equipos en los que parece evidente que, a pesar del proyecto, lo que falla es la dirección técnica. Childress es un empleado jodido al que le están exigiendo demasiado a demasiado corto plazo.

Me extraña que te hayas olvidado de Caldwell; el otro día, en la retransmisión del Redskins-Colts me sorprendió que le enchufaran y verlo hablar, vale, era un challenge y hablaba con los árbitros, y seguramente eso sea demasiado trabajo para Manning, pero jamás he visto un head coach que parezca hacer tan poco como él; para ser un buen HC no sólo hay que serlo, sino también parecerlo ...

Un saludo.

10/21/2010 02:05:18 AM

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espontaneo

A mi mi jefe no me valora.

10/21/2010 07:58:51 PM

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Carmen

Manuel J. : aunque eres de la minoría tan selecta y rara, que cree que Childress es buen entrenador coincido contigo en que Childress ha significado un cambio en los Vikings.

El problema este año es año es que está usando un librito de jugadas que no le viene bien, como si quisiera lucirse ante la chica guapa de veinte años. Childress es cauteloso y controlador, este año juega a ser audaz y aventurero: jugándosela en cuarta oportunidad, inventando deliriios como la primera jugada contra Jets, cambiando jugadores de posición y buscando la conversión de 2 puntos.

Cuando Favre dijo en la semana 3 que no tenian mucha idea sobre la ofensiva pensamos que era su problema, pero ahora creo que solo expresaba una realidad de la unidad ofensiva.

Ojala que a Childress se le pase pronto la fiebre de aventura, que ser arriesgado de plano no es lo suyo.

10/21/2010 10:13:21 PM

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Julio

Pues sigo la corriente que impera por aqui. La verdad es que Brad Childress no ha hecho otra cosa que crecer con los Vikings. Salvo esta temporada, y si mal no recuerdo, ha ido teniendo mejores records de victorias año tras año. Y no hay que olvidar que el pasado año, todos ( Tu tambien, Mariano, hijo mio jejeje) opinamos que pese al gran partido de los Saints, la clave de la victoria fueron los Vikings y sus fallos garrafales en determinados momentos del partido.

Quien sabe, quizas ahora los Vikings tuvieran un SuperTazon en sus vitrinas y nadie hablaria mal de Childress, que sin ser un Grandismo entrenador, si esta entre los mejores actualmente en la NFL.

Al menos, en mi modesta opinion.

10/21/2010 10:18:24 PM