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El récord de Marino

ZONA ROJA

Esta es una casa de locos por la NFL desde 2009.

Autor: Mariano Tovar

El récord de Marino


Ayer domingo, un amigo del blog me enviaba vía Twitter un interesantísimo artículo sobre el récord de yardas de Marino y las posibilidades de Rivers. El artículo del New York Times es muy recomendable y analiza las famosas 5.084 yardas de Dan Marino desde todos los puntos de vista. Después, viendo la jornada y recordando el artículo, llegué a la misma conclusión que en el pasado, cuando Drew Brees estuvo a tiro de piedra del récord en un par de ocasiones (en 2008 se quedó a solo 16 yardas): que un QB aspire a conquistar ese récord no es muy buena noticia para su equipo.

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Yo no viví la temporada de 1984 en la que Dan Marino consiguió aquel récord. Llegué al mundo de la NFL cuatro años después, pero sí que vi jugar a Marino durante bastantes temporadas. Lamento haberme perdido sus primeros años en los que era un jugador muy móvil. Sus rodillas maltrechas provocaron que, como Curro Romero, en sus últimas temporadas toreara plantado en el suelo, sin moverse un ápice.

Marino es uno de los grandes mitos de este deporte. Un jugador excepcional, con un brazo poderosísimo. Según muchos, es el QB que ha lanzado el balón con más potencia y mejor espiral de la historia. Cada vez que se hace una lista de los mejores de siempre, él aparece en lugar destacado y los Dolphins llevan más de una década buscando a un heredero que no parece llegar nunca.

Marino estuvo bajo las órdenes de dos entrenadores: el mítico Don Shula y Jimmy Johnson. Shula consiguió para los Dolphins las dos únicas Super Bowl del equipo (VII y VIII), una de ellas firmando una temporada perfecta. Era un entrenador cuya filosofía pasaba por una durísima defensa y la eficacia del ataque terrestre. Curiosamente, tras draftear a Dan Marino pocos meses después de perder la XVII Super Bowl, cambió completamente su forma de pensar y convirtió a los Dolphins en un equipo pasador. Ese cambio de filosofía pareció tener un éxito inmediato y los Dolphins llegaron a la Super Bowl en la segunda temporada de Marino, la del famoso récord de 5.084 yardas de pase, aunque perdieron ante los 49ers de Montana, pero a partir de ese momento los de Miami fracasaban una y otra vez en postemporada. Era un equipo fijo en enero, pero incapaz de ganar a casi nadie. Tras la jubilación de Shula, y la llegada de Jimmy Johnson, las cosas no cambiaron.

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Ese mal papel en postemporada casi siempre se achacaba al frío. Los Dolphins jugaban en una división en la que estaban Patriots (Boston), Bills (Buffalo), Jets (NY) y Colts (Indianapolis). El viaje a Indiana era el único en el que Marino tenía ventaja, jugaba en un estadio cubierto contra un rival tradicionalmente débil, pero el calendario casi siempre deparaba dos o tres viajes al norte cuando empezaba a caer la nieve. Marino y el frío no eran compatibles. Esas derrotas perjudicaban su récord y obligaban a los de Florida a jugar como visitantes en enero. El fracaso en postemporada era apuesta segura año tras año.

Pero más allá del frío, el grave problema de los Dolphins durante la etapa de Marino fue la falta de juego de carrera. Tras la retirada de Tony Nathan, que por otro lado no era nada del otro mundo, Mark Higgs y Karim Abdul-Jabbar fueron los corredores más destacados que compartieron vestuario con Marino en 17 temporadas. En resumen, el juego terrestre de los Dolphins durante toda la etapa marino fue, literalmente, un cagarro. Csonka no tuvo un auténtico heredero de categoría hasta la llegada de Ricky Williams en 2002.

Pero las malas lenguas dicen que Marino siempre vetó que los Dolphins draftearan o ficharan un gran corredor. Quería que el ataque completo jugara sólo para él y siempre exigió corredores que simplemente facilitaran su tarea, y que a ser posible pudieran también recibir, sin quitarle protagonismo.

He resumido una historia bastante más compleja en muy pocos párrafos, pero el resumen es que, muy probablemente, el mayor enemigo de Marino fue el propio Marino. La falta de peligro terrestre durante toda su etapa en los Dolphins, provocó que tuviera que apelar a su genialidad partido tras partido, pero también convirtió su ataque en demasiado unidimensional como para aspirar a ganar un anillo.

Brees


Algo muy similar le sucedió a Drew Brees. Durante toda su trayectoria en los Saints ha superado las 4.000 yardas siempre, y en 2008 llegó a las 5.069, pero él estaba obligado a cargar con todo el peso del ataque. Los de Luisiana no tenían un juego terrestre de garantías. Lo curioso es que en 2009 lo consiguieron con los mismos jugadores de las dos temporadas anteriores: Pierre Thomas y Reggie Bush. Este año volvieron los problemas hasta que Julius Jones y Chris Ivory comenzaron a carburar. Los Saints de Brees han llegado a postemporada las dos ocasiones en que el QB lanzó menos intercepciones (11) y menos yardas y fracasaron cuando, obligado a pasar demasiado, lanzó casi 20 pases al contrario. Este año lleva 15 intercepciones, y Payton se ha quejado, durante bastante tiempo, de la falta de un corredor dominante.

Si nos centramos en Philip Rivers, vemos que mientras tuvo a su lado al mejor Tomlinson nunca necesitó llegar a las 4.000 yardas. El año pasado ya notó la ausencia de un corredor dominante, y alcanzó las 4.254 yardas, pero este año lleva capeando el temporal desde septiembre. Ryan Matthews está siendo un fracaso enorme. Fue elegido en el draft con la seguridad de que tendría un gran impacto desde el primer día, pero un rosario de lesiones, y actuaciones más que decepcionantes cuando ha estado sano, han trastocado todo el plan de ataque de los Chargers. Mike Tolbert está surgiendo, poco a poco, como tabla de salvación y eso puede darle un alivio a Rivers.

El QB de San Diego ha sido, durante toda su carrera, un jugador muy seguro, por encima de cualquier otra virtud (y tiene muchas). El año pasado sufrió nueve intercepciones en toda la temporada pero este año lleva el mismo número en doce partidos, tras lanzar para 3.362. No son malos números, pero llama la atención que el domingo, frente a los Colts, el esperado duelo de pistoleros se convirtiera en una exhibición de Tolbert, que superó las 100 yardas de carrera, y el día del regreso del mejor Rivers alardeando de su mejor virtud. Recuperó su seguridad para completar 19 de 23 (sólo 4 pases incompletos) para 185 yardas y no necesitó lanzar ni un solo pase de touchdown a pesar de que su equipo sumó 36 puntos.

Rivers


La defensa de los Chargers vuelve a ser dominante. El juego de carrera comienza a funcionar. Si no es solo un espejismo, Philip Rivers volverá a ser el QB seguro, frío y cerebral, que necesitan los Chargers. Él es muy capaz de apelar a la heroica para firmar remontadas y victorias épicas, pero si le piden que logre un milagro cada domingo, se acercará al récord de Marino al mismo ritmo que San Diego se aleja de postemporada.

Fijaos en un detalle. El récord bueno de verdad de Marino era el de pases de touchdown en una temporada (48). Ese sí que da la medida del éxito de un equipo. ¿Y quienes lo batieron? Peyton Manning en 2004 (49) y Tom Brady en 2007 (50). Sólo otro QB en toda la historia, Kurt Warner en 1999, dirigiendo al mayor espectáculo sobre el turf, ha sido capaz de superar la cuarentena (41). Igual que en el fútbol europeo lo que cuentan son los goles, en la NFL lo que de verdad importa es atravesar la goal line contraria con el balón entre los brazos.

mtovarnfl@yahoo.es

4 Comentarios

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Jesús

El mejor ejemplo de esto lo tienes en Montana, no obstenta records, pero si cuatro anillos, y, hasta donde yo llego, el honor de ser el jugador de football más conocido entre los no seguidores de este deporte, algo que, aunque pueda parecer secundario, es el mejor indicador de que lo importante es ganar. Por cierto, anoche me quedé viendo el partido y lo de la defensa de los Chargers fue para asustarse.

11/29/2010 11:36:00 PM

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loco_aullador

Enhorabuena por tu articulo me encanta leer historias sobre viejas glorias del deporte. Es curioso lo del frio, aunque no tenga nada que ver recuerdo que algunos decian de Jim Kelly (aquel QB que jugo con los Bills y los llevo a 4 SB seguidas, perdidas todas) que si hubiera jugado en un clima mas calido habria sido el mejor de la historia (simple anecdota no lo digo porque este relacionado).

Por otro lado lo del juego de carrera muchos dicen que un equipo sin un juego de carrera, cuanto menos decente, dificilmente puede llegar lejos en los playoffs o ganar una SB. Algunos lo achacan al frio que suele darse en los partidos de playoffs, el cual perjudica el juego de pase. No se si sera asi pero al leer su articulo he caido en eso. Yo personalmente creo como ha indicado en el articulo es mas cuestion de diversificar el ataque y tener mas armas. En cuanto a los Chargers, me dan miedo la verdad, lo siento por los Chiefs pero si siguen jugando asi los Chargers...aunque no puedo evitar acordarme precisamente de los Chiefs de los 90. un superequipo que en la temporada regular se salia pero en los playoffs....

Yo creo que a un QB hay que valorarlo por sus logros: algunos tienen anillos o sabian sacar lo mejor de si en los momentos clave, otros tienen meritos mas estadisticos, creo que todos son validos solo hay que saber valorarlos en su justa medida. Yo creo que Marino consiguio tantos TD por no tener precisamente un buen juego de carrera, Montana si lo tuvo al igual que muchos otros, por lo que no necesitaron centrar todo su ataque en si mismos.

11/30/2010 12:16:16 AM

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Alberto

Lo de los Chargers es lo mismo todos los años. Equipazo en temporada regular, que va de menos a más, pero que se estrella en los play-offs. Lleva así los últimos años, yo no les tengo mucha fe, me parece un buen equipo que todavía le falta un escalón para estar arriba del todo. Ojalá me equivoque, pero...

11/30/2010 01:22:01 PM

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markel

Ya lo comentaba 555 en su blog "Rudeza Necesaria" que el hecho de que Rivers acumulase tantas yardas era por haber estado tantos partidos a remolque. Y claro la necesidad de remontar en un tiempo limitado le hacia enfocarse en el juego de pase y sumar yardas y mas yardas.

Ahora que han mejorado y estan ganando partidos, incluso dominandolos, se pueden permitir tener un ataque mas balanceado y recurrir a la carrera en los minutos finales para comerse el reloj.

Yo creo que al amigo Rivers le importa bien poco el record de Marino, hombre si lo bate pues bien, porque lo que de verdad tiene entre ceja y ceja es llegar lejos de una vez en los playoffs.

Los grandes jugadores lo que buscan son los titulos colectivos mas que los records individuales.

11/30/2010 07:09:12 PM