Ayer iba a subir este artículo cuando twitter empezó a echar humo con comentarios al cada vez más seguro lockout en la NFL. Señores, no nos lo acabamos de tomar del todo en serio, pero esto tiene muy mala pinta. Horrible. Creo que los propietarios no están dispuestos a ceder ni un ápice y que incluso tienen asumido perder un año con tal de salirse con la suya. Los jugadores, no menos culpables y ahora aterrorizados, comienzan a buscarse la vida. Pero terminemos con 2010 antes de hablar del futuro.
NFC Este
Eagles (10-6)
Lo bueno de Vick es que consiguió que los Eagles empezaran el año como un equipo en reconstrucción y lo terminaran con aspiraciones a todo. Lo malo es que esas aspiraciones se convirtieron en nada a las primeras de cambio. En Filadelfia se han divertido mucho, y han vuelto a creer en su equipo, pero sigo pensando que Vick solo aportará fuegos de artificio y que además no le quedan más de dos o tres años al ciento por ciento. Los Eagles tienen una generación de jugadores demasiado buena como para perderla en un espectáculo circense.
Giants (10-6)
Aún no soy capaz de explicar cómo es posible que el que para mí era mejor equipo de toda la NFL libra por libra pudiera perderse la postemporada. Es verdad que se les acumularon las lesiones, sobre todo en el cuerpo de receptores, pero su defensa era letal, su ataque terrestre tremendo y Eli Manning se había entonado tras un inicio dubitativo. Cuando estaban casi matemáticamente clasificados, a falta de dos jornadas, regalaron un cuarto entero a los Eagles y desde ahí no pararon de hacerse el harakiri. Creo que Coughlin es un genio, pero que éste será su último año en NY. A los Giants les cuesta mucho cambiar de head coach y lo mantienen incluso cuando ya han perdido la fe en él, aunque el viejo guerrero se crece en los peores momentos.
Cowboys (6-10)
Ya lo comenté el otro día en el resumen de la Super Bowl. Empiezo a sospechar que el superpantallón del techo tiene parte de culpa de la desastrosa temporada. Pero con eso no voy a exonerar ni al que decidió poner el superpantallón, ni al entrenador que solo sabía decir “si bwana”. Ese equipo bien entrenado y presidido, sí que hubiera aspirado al anillo. Mimbres había.
Redskins (6-10)
Snyder volvió a mezclar el bebedizo y todos volvieron a terminar intoxicados. El padre era el entrenador principal, el hijo hacía de coordinador ofensivo, un quarterback veterano dirigía un plan de jugadas contrario a sus características, un defensive tackle estelar seguía en huelga de brazos caídos, había mil corredores al principio y ninguno al final… Seis victorias me parecen demasiadas y en el horizonte solo hay miserias. No se dónde lo leí: en ninguna empresa seria del mundo contratan a un padre y a su hijo como director y subdirector general.
NFC Norte
Bears (11-5)
Tengo la sensación de no haber visto jugar a los Bears ni un solo gran partido contra un rival de entidad en toda la temporada. Llegar a la final de conferencia tiene mucho mérito, pero es demasiado premio para un equipo que brilló mucho en defensa pero solo provocó dudas en ataque. Quieren tapar el asunto Cutler, pero su desaparición en la final de conferencia no es un tema cerrado ni mucho menos y le perseguirá toda la vida.
Packers (10-6)
Partían en el grupo de favoritos, la falta de backfield fiable estuvo a punto de acabar con ellos, las conmociones de Rodgers estuvieron a punto de acabar con ellos, las dudas de McCarthy estuvieron a punto de acabar con ellos, los equipos especiales estuvieron a punto de acabar con ellos… pero al final fueron ellos los que acabaron con todos. Son unos grandes campeones, pero con suficientes agujeros como para dudar que se puedan convertir en dinastía. Y además, la NFC vuelve a estar más cara que la AFC. Tendrán rivales temibles.
Lions (6-10)
Este año he disfrutado viéndoles jugar, ¡ya era hora! Se han sobrepuesto a sus fantasmas, al baile de quarterbacks y a una dura división, para confirmar que pueden ser muy competitivos a muy corto plazo. Lo que todos nos preguntamos es si Matt Stafford será capaz de jugar una temporada completa sin lesionarse.
Vikings (6-10)
Reconstrucción a la vista. Este año lo han hecho todo mal, desde la gestión del asunto Favre, pasando por el fichaje de Moss, el papelón de Childress… incluso el propietario coqueteó con la posibilidad de llevarse el equipo a Los Ángeles. Si durante la offseason hubiera hecho algo tan evidente como buscar un QB de garantías para el futuro (y los había), quizá ni Favre habría vuelto, ni Childress hubiera terminado en la calle. Ahora son los que más prisa se están dando y se han ido de pesca a Canadá. Creo que además han encontrado allí varios jugadorazos de futuro.
NFC Sur
Falcons (13-3)
Han sido la niña de mis ojos durante toda la temporada. Me gusta Matt Ryan, me gusta Michael Turner, me gusta Roddy White y su defensa no solo me parece estupenda, creo que va a ser aún mejor en los próximos años. Quizá solo necesiten más profundidad en el grupo de corredores para hacer historia, pero por ahora pasarán a los anales por el partidazo que hizo Rodgers para eliminarles. Sigo creyendo en ellos como en un equipo a batir en los próximos años.
Saints (11-5)
Sin carrera no hay paraíso. Reggie Bush ya ha quedado retratado y no da para más, Pierre Thomas también puede haber perdido el tren del éxito este año, Ivory tiene mucho que demostrar… Los Saints se quedan sin pegada cuando dependen de Drew Brees. No es una crítica al QB, que me parece maravilloso, sino a todo el resto de un equipo que ha vuelto a caer en la tentación de dejarse llevar, pensando que su demoledor ataque aéreo puede hacer todo el trabajo. Parece mentira que no se hayan dado cuenta todavía de que esa fórmula no funciona. Y muchos defensas que parecían perfectos, con el anillo recién ganado, están siendo cuestionados pocos meses después.
Bucs (10-6)
En pretemporada dije que eran el peor equipo de la NFL con diferencia. Ahora se que fue mi mayor patinazo de toda la temporada. Josh Freeman es un QB para muchos años y con el alma ganadora de los más grandes, LeGarrette Blount es un corredor todoterreno de los que pueden hacer época, Mike Williams puede codearse con los receptores de referencia en muy poco tiempo… y no he dicho nada de la defensa. No recuerdo un equipo en el que tantos jugadores novatos se convirtieran en estrellas en menos tiempo. Este año eran recién llegados y solo ganaban a los equipos con récord negativo, pero a partir de ahora enseñarán galones y podrán mirar de tú a tú a los más chulos del barrio. ¡Qué buena puede ser la NFC de los próximos años!
Panthers (2-14)
Han sido penosos. Lamentables. Fox sabía que estaba en la calle y tampoco se dejó el alma para salvar un barco que ya nació sumergido. Han quemado a Clausen. DeAngelo Williams está, definitivamente, más tiempo lesionado que jugando. Jonathan Stewart cojea del mismo pie que Williams. Steve Smith ya está de vuelta… Tienen por delante un durísimo camino de derrotas en una división demasiado buena. Creo que tardaremos muchos años en verles televisados en España.
NFC Oeste
Seahawks (7-9)
Ya lo dije cuando cayeron eliminados en playoff: le han hecho a Pete Carroll una putada muy grande. No voy a entrar en la calidad real del head coach (solo diré que nunca ha sido de mis favoritos), pero no tiene QB de futuro, no me creo a Lynch liderando el backfield, Mike Williams no es un receptor número uno, y su defensa, aunque sí tiene buenos cimientos, necesita mucho trabajo y refuerzo. ¿Tendrá paciencia una afición que acaba de saborear la postemporada? Otros que tienen un largo y difícil camino por delante.
Rams (7-9)
Spagnuolo nunca me ha caído demasiado bien. No es por él, sino porque los analista le encumbraron como el héroe de la Super Bowl que ganaron los Giants a los Patriots cuando yo siempre he pensado que esa defensa tenía la firma y el ADN inequívoco de Coughlin. Son muchos años adorando al viejo cascarrabias como para que me den gato por liebre. Pero la realidad es que está haciendo un trabajo lento pero muy bien cimentado en los Rams. Este año ha dado gusto verles jugar en muchos partidos y se han quedado fuera de postemporada más por pardillos que por juego. Ahora ha llegado el momento de darse prisa. Steven Jackson aún está en el cenit de su carrera y deben aprovecharlo. Necesitan urgentemente reforzar el grupo de receptores para que Bradford confirme su gran debut, pero no hay que olvidar que la temporada de reválida para los QBs es la segunda, cuando sus rivales ya han estudiado sus virtudes y defectos. Ah, y tampoco estaría mal que Spagnuolo me quite la razón y demuestre de una vez que es el genio defensivo que decían en Nueva York.
49ers (6-10)
¡¡¡Jodeeeeer, YA ERA HORA!!! Llevo dos años diciendo que Singletary era como un pulpo en un garaje en San Francisco. O mejor, que era como un elefante en una cacharrería. Ni estilo, ni clase, ni ideas. Todo a lo bestia. Al principio os engañó a algunos enamorados de los 49ers, porque el equipo al menos tenía raza, pero eso no eran los 49ers. Eran otra cosa desconocida que no tenía sitio en San Francisco. Ahora han hecho lo debido de una puñetera vez: fichar a un entrenador, Jim Harbaugh, que quiere restaurar la west coast offence en la tierra que la parió. Debería estar prohibido en los estatutos de la NFL que un entrenador de los 49ers juegue un ataque distinto de la WCO. ¡Qué herejía, Dios mío! ¡Y hemos tragado con ella! Merecemos flagelo y penitencia por ello. No digo que las cosas sean más fáciles ahora, pero por lo menos serán razonables…. Y sueño con que Orton recale en la Bahía, que eso, para mí, es gratis. Todos somos un poco de los 49ers y de Montana.
Cardinals (5-11)
Ken Whisenhunt ha perdido en un año todo el crédito que consiguió en las tres anteriores. El despido de Matt Leinart se volvió inexplicable a partir del momento en que Derek Anderson pisó el campo por primera vez. Desde entonces todo fue un baile de quarterbacks, un cúmulo de despropósitos y un regreso a la eterna realidad de los ‘pupas’ por excelencia. Ahora incluso Fitzgerald quiere marcharse. Whisenhunt intenta retornar a su idea original de convertir a los Cardinals en los Steelers del oeste, pero alguien debería detener al insensato. Creo que muy pocos entrenadores han aportado tantos argumentos para merecer el despido y que cada día que pase será más difícil arreglar el destrozo.
mtovarnfl@yahoo.es