Mariano Tovar
Como ya os dije la semana pasada, este año no solo voy a publicar la programación de Canal+, sino que os recomendaré los partidos que, a priori, me parecen más interesantes. Esa recomendación no es garantía de nada, que el Falcons-Broncos del lunes me parecía indispensable y me lo he guardado para ponérmelo cuando tenga insomnio.
Domingo
Dolphins-Jets 19:00 directo (Sportmanía).
Broncos-Texans 22:25 directo (Canal+ Deportes HD/SD).
Ravens-Patriots 02:20 directo V.O. (Sportmania y C+Deportes2HD).
Lunes
Ravens-Patriots 21:00 diferido(Canal+ Deportes HD/SD).
Seahawks-Packers 02:30 directo (Canal+ Deportes HD/SD).
También podéis encontrar la programación actualizada en www.canalplus.es/NFL.
El Panthers-Giants del jueves me parece un lujo. Ya sé que con los Giants no soy objetivo, que me pierde el azul, pero no entiendo a los que me decís que es un equipo que os aburre. Nadie que pasa por el camarote de los hermanos Marx queda indiferente. Todo puede pasar. Y más si enfrente está Cam Newton con ganas de guerra, Steve Smith y un backfield resucitado. Dos equipos que quizá tengan mucho que decir en enero se dan cita cuando las tuercas comienzan a ajustarse. Yo no me lo perderé.
En la primera tanda del domingo hay un partido que me llama la atención por encima de cualquier otro. Redskins y Bengals deben confirmar su condición de outsiders y quiero seguir analizando a RGIII.
Ya puestos, voy a aprovechar para insistir en el tema del el artículo que publiqué el lunes, enfocándome ya directamente en el nuevo QB de Washington. Por un lado, la comparación entre Vick y Griffin no me parece tan absurda. Vick no era ningún idiota y durante sus primeras temporadas en Atlanta su impacto fue enorme (tanto mediático como deportivo). De hecho, incluso mayor que el que está teniendo RGIII (que ya es decir). Yo no había visto al QB de los Skins durante su etapa universitaria salvo en highlights. Me he fiado de todos los analistas que lo definían como un jugador móvil pero con el alma de un pocket passer que puede romper a correr cuando es indispensable. Solo le he visto en dos partidos. Según algunos de vosotros es demasiado pronto para hacerse una composición de lugar. Yo no estoy de acuerdo. RGIII no es aún un pocket passer. Ni por mecánica, ni por visión, ni por recursos. Pide a gritos formaciones en shotgun para sentirse cómodo y sufre cuando la jugada planeada se rompe (lo que es lógico, por que por algo es un novato). Andrew Luck lleva el pase e la sangre y se ve en cada gesto; Griffin no tanto.
NO ESTOY DICIENDO QUE NO SEA UN FENÓMENO. Que muy probablemente lo sea. Lo único que digo, y es lo mismo que quería concluir en el artículo anterior, es que si los Redskins adaptan todo el sistema de juego de su ofensiva a las actuales virtudes de RGIII, puede suceder lo mismo que ocurrió en Atlanta. Su gran estrella no evolucionará. Creo que es el momento de formarle, porque tras verle solo dos partidos estoy convencido de que puede convertirse en muy poco tiempo en ese jugador total por el que la NFL lleva años suspirando.
Estoy seguro de que Shanahan, que es un sabio, tiene como prioridad convertir a RGIII en el QB perfecto. Un pasador letal con piernas de bailarín y soluciones infinitas. Pero no sería la primera vez que un potencial genio se termina encasillando por culpa del cortoplacismo. Los vicios adquiridos son casi imposibles de corregir.
Y en ese artículo no me refería solo a RGIII, sino a todos los QBs de primer y segundo año que inundan la NFL en 2012.
Así que, una semana más, me apetece seguir sacando conclusiones sobre RGIII. Y más si enfrente está una defensa tan agresiva como la de los Bengals y otro joven prometedor como Dalton.
En la segunda tanda de partidos me atrae especialmente el Chargers-Falcons. No solo porque estén invictos. Os confieso que el lunes pasado me decepcionaron los de Atlanta. Michael Turner estaba ausente. Si además fue arrestado por conducir bebido pocas horas después de terminar el partido, quizá haya que cuestionarse su implicación en este inicio de temporada. Por mucho que Ryan esté adquiriendo más protagonismo, lo que parece evidente, sin un juego de carrera poderoso los de Atlanta terminarán por atascarse. Unos estupendos Chargers, que están sobreponiéndose sin problemas a la lesión de Ryan Mathews, pueden dar un toque de corneta a la NFL si consiguen ganar con solvencia. Y además están jugando bonito. Os recomiendo seguir el duelo con atención.
El Broncos-Texans lo televisa Canal+ y además mañana tengo intención de escribir un poco sobre Peyton Manning en el artículo de los pronósticos, así que ahí os transmitiré mis impresiones.
La bomba de la semana, el partido que nadie se puede perder, es el Ravens-Patriots. Reedición de la última final de conferencia americana. Siempre decimos que es imposible que Ravens o Patriots sufran dos derrotas seguidas, pero esta vez es un hecho impepinable. Los dos vienen de perder y, lo que es peor, de provocar serias dudas. Algunos dicen que Hernandez se estaba erigiendo en el eje sobre el que pivotaría todo el sistema de ataque de los de Boston y su baja para el próximo mes y medio puede ser letal para su equipo. También se ha hablado bastante sobre la eficacia de Flacco jugando en no huddle. Ante los Eagles, los de Baltimore echaron de menos un mayor protagonismo de Ray Rice. Como no podía ser de otra manera, todos los focos han enfocado a Flacco y vuelven las dudas sobre el rol que debe tener en el equipo. Yo no solo creo que Flacco ya está preparado para dar el paso adelante, también estoy convencido que es el único camino que puede llevar a su equipo al anillo. Solo hace falta que él y Rice encuentren el punto de equilibrio. ¡Menudo partido nos espera!
El Seahawks-Packers será un gran cierre para una jornada apasionante. El fortín de Seattle debe ser un buen termómetro para medir a unos Packers que hasta ahora han tenido dos caras. Además, quiero seguir viendo a Wilson, que ha tenido un estupendo debut. Está muy protegido por el sistema, pero no comete errores y aporta cosas sin volverse loco. La defensa de Green Bay tendrá la doble misión de frenar el ataque terrestre de un Lynch tan desequilibrante como en 2011 y de cazar al QB novato. Lo único que espero es que la ESPN se capaz de una vez de ofrecer al mundo un partido con ritmo. No sé que sucede, pero tanto el año pasado como en el inicio de éste los encuentros se hacen interminables.
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl