Mariano Tovar

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TV en España: domingo, 19:05 (Canal+Deportes y Canal+Deportes HD).

Clima previsto: -4ºC. Nevadas. Sensación térmica de -14ºC.

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Los playoffs de la conferencia Americana quizá partan un poco descafeinados, pero la sorpresa puede salir del equipo que se imponga el domingo en Cincinnati, donde se verán las caras dos bloques rocosos, durísimos cuando juegan a su auténtico nivel, pero capaces de autodestruirse en un solo instante cuando asoman todos sus miedos y fantasmas. Bengals y Chargers son potencialmente equipos mucho mejores de lo que quizá hayan demostrado durante la temporada.

Y antes de empezar a usar el bisturí, y meter las manos en vísceras y demás guarradas, un detalle decisivo que quizá marque el partido desde sus inicios. Se está hablando del frío siberiano que hará en Green Bay, pero en el Paul Brown se espera una jornada glaciar con nieve. Y además, cada nuevo pronóstico es peor que el anterior, que el punto culminante de la ola de frío que amenaza el norte de EEUU se pronosticaba para el lunes, pero parece que tiene ganas de adelantarse. Así que los Chargers, acostumbrados a tomar el solete en enero en la bahía de San Diego, van a vivir una experiencia pseudoreligiosa de esas que no se olvidan fácilmente. Y quizá con estos dos párrafos quede todo dicho, y sobre todo el resto del artículo, que los equipos sureños tienen un límite, y los 14 grados bajo cero están muy por debajo de él.

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CUANDO ATACA CINCINNATI

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Los Bengals tienen una línea ofensiva infranqueable, que le da todo el tiempo del mundo a Dalton y que abre rutas para la carrera con bastante facilidad. Un grupo de receptores en los que está A.J.Green, uno de los mejores números 1 de toda la NFL, un segundo como Marvin Jones que se ha destapado en su segunda temporada, una pareja de tight end letales, Gresham y Eifert (aunque ambos están tocados y son duda), que abren un abanico amplísimo de posibilidades y, para colmo, un corredor rookie como Giovanni Bernard al que solo le falta ir pintando las rayas del campo mientras juega para ser el hombre para todo por excelencia. Muchos equipos matarían por un grupo de receptores así.

El problema empieza en el backfield. Bernard, como os digo, ha sido uno de los novatos más destacados de la temporada, pero Green-Ellis es un corredor muy limitado. No quiero ni pensar lo que podía haber sido este ataque con un norte-sur poderoso, capaz de arrastrar defensas, que se complementara con Bernard.

Y ya que hablamos de problemas, no sé qué deciros de Dalton. A mí me sigue pareciendo un jugador inteligente y con carácter, que sin duda ha progresado año tras año desde su debut en 2011, pero que quizá tiene a veces excesivo protagonismo cuando lo lógico sería seguir protegiéndole mientras alcanza su madurez. Este año le hemos criticado mucho por esas veinte intercepciones, pero la mayoría de ellas están concentradas en un fatídico mes de noviembre (y en el caótico último partido de temporada regular). Si nos olvidamos de esos días concretos, Dalton ha jugado una temporada fantástica y sigue apuntando a futuro QB dominante en esta NFL..

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Pese a todo me sigue provocando sensaciones encontradas. A veces me parece que se quedará por el camino, como otro Palmer con todo el talento del mundo, pero esclavo de sus rarezas. En otras pienso que el problema está más en la banda y sus planificaciones de partidos, y en la falta de ese corredor dominante del que os hablaba antes, y que obligue a las defensas rivales a jugar más cerradas. Si miramos el calendario de los Bengals, de sus cinco derrotas dos han llegado en el tiempo extra. Además, son capaces de anotar muchos puntos tanto en ataque como en defensa.

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Por tanto, si consiguen limitar los errores de Dalton en uno de sus días malos, es muy difícil que pierdan un partido.

Enfrente tendrán a una defensa que no ha estado ni de lejos al nivel de su ataque. Es más, los Chargers han estado durante todo el año lastrados por ella. No tienen pass rush, y eso está dando mucho tiempo a los quarterbacks rivales, que queman una y otra vez a la secundaria. Y eso que tienen a Eric Weddle para poner cordura, que sin él serían un coladero un coladero aún mayor. Por suerte, contra la carrera son más efectivos, pero solo faltaba, que con tan poca presión al QB rival tienen una colección de tipos para cerrar puertas.

Sin embargo, esta misma defensa fue capaz de dejar al ataque de los Broncos en 20 puntos en un partido, y en 28 en el otro, que visto lo visto está más que bien. Y en los últimos encuentros ha tenido una franca mejoría. En su enfrentamiento con los Bengals de mitad de temporada solo encajaron 17 puntos, aunque salieran derrotados. La cosa tampoco es para emocionarse, pero siempre cabe la posibilidad de que tengan un día bueno, dejen de fallar placajes, y hagan un partido serio. Su ataque es tan bueno este año que quizá les sobre con eso.

CUANDO ATACA SAN DIEGO

Muchas veces hablamos de la importancia de una buena línea ofensiva para un ataque. La historia reciente de los Chargers es una prueba empírica de ello. Han pasado de un año a otro, de tener una de las líneas más frágiles de toda la NFL, a disfrutar de un muro en el que Rivers por fin tiene tiempo para pensar, y Mathews puede encontrar huecos por los que dejar atrás sus decepcionantes primeras temporadas.

Así que este año, por fin, hemos vuelto a disfrutar del mejor Rivers, que tras dos temporadas impropias de su talento, ha vuelto a ponerse el mundo por montera y a dirigir su ataque con el empaque y la autoridad de las grandes estrellas. Además ha tenido delante más objetivos que en los últimos años. Gates también ha recuperado el nivel perdido después de tantas lesiones y Ladarius Green se ha confirmado como un heredero en la posición de TE que no desmerece de su mentor. Keenan Allen, Eddie Royal, y Vincent Brown completan un grupo de receptores que todo el año ha sido muy eficaz.

Pero no creáis que sea un ataque explosivo. Los Chargers han estado por fin muy bien dirigidos desde la banda. Cuando ha hecho falta se han comido cuartos enteros en un solo drive, también han sabido cruzarse el campo en tiempo récord y balancear el juego con eficacia letal. Han sido uno de los ataque más bonitos de ver durante todo el año, y con más recursos. También porque su backfield ha rendido a las mil maravillas.

Los aficionados de los Chargers llevaban tres años repitiendo que Ryan Mathews terminaría por manifestarse como un corredor poderoso y dominante, eficaz por dentro, por fuera y en los bloqueos. El resto de aficionados les mirábamos como si se hubieran vuelto locos, pero en cuanto le han respetado las lesiones, y ha jugado en un ataque bien planificado, Mathews ha sacado a relucir todas las virtudes que nos auguraban. 1255 yardas cuando ha compartido tantos snaps con Woodhead es una cifra casi estratosférica, con 4,4 yardas por intento. Pero es que Danny se ha complementado con él a las mil maravillas. Cuando el campo se acortaba, el pequeño corredor adquiría más protagonismo y se convertía en una válvula de escape perfecta para Rivers, tanto por tierra como por aire. Mathews y Woodhead han formado una de las parejas de moda en esta temporada.

La duda es si ese ataque será capaz de mover el balón con la misma facilidad en un clima tan extremo como el que se espera el domingo. Y la otra incógnita es si superarán la presión, que en la semana 17, ante los suplentes de Kansas City, a los jugadores les pudo la responsabilidad y jugaron completamente agarrotados. En esa plantilla hay veteranos aguerridos y curtidos de mil batallas, pero enfrente estarán unos Bengals que entran en postemporada por tercer año consecutivo, y esta vez ya no les vale solo con eso.

El problema para Cincinnati es que tienen demasiadas estrellas defensivas en el hospital. Ahora mismo, entre jugadores en injury reserve y dudosos para el partido del domingo, acumulan la barbaridad de 23 miembros de su plantilla. Y entre esos nombres está gente tan ilustre e importante este año como Geno Atkins el alma de su defensa y su gran man-eater y Terence Newman, uno de los líderes de la secundaria cuya participación aún es cuestionable.

Pese a todo, el bloque sigue funcionando y además consigue muchas jugadas grandes. Newman y Gilberry han compensado con sus sacks la ausencia de Atkins, Burfict ha hecho una temporada enorme, sensacional, y ya no hay duda de que será uno de esos linebackers que marcan una época en una franquicia. No voy a ponerme a citar nombres, porque casi todos los titulares son extraordinarios. A los Bengals es dificilísimo hacerles muchos puntos y además es muy probable que terminen consiguiendo algún touchdown de retorno de intercepción o fumble.

PRONOSTICO: BENGALS +7

Ambos equipos se vieron las caras en la semana 13 en San Diego. Curiosamente fue un partido dominado por las defensas, de esos días excepcionales en los que la de los Chargers estuvo a la altura. De hecho, ni Dalton ni Rivers tuvieron actuaciones destacadas. Al final, quien marcó la diferencia fue el ataque terrestre de los Bengals y las grandes jugadas de la defensa visitante, que provocó un fumble de Gates decisivo en su propia red zone. Creo que ese fue un partido extraño, mucho más defensivo y lleno de errores de lo que se esperaba, y que este domingo, pese al mal tiempo, alguno de los dos ataques consegurá imponerse con claridad.

Jugar en su propia casa y con un clima extremo debe beneficiar a unos Bengals que defensivamente son muy superiores a sus rivales, y ofensivamente quizá partan con desventaja por su irregularidad, pero no por nombres. Sigo insistiendo en que los de Cincinnati son el equipo más completo de la conferencia Americana y serios aspirantes al título, y que deben presentar sus credenciales imponiendose con claridad a unos Chargers que, como dije en la introducción, están lastrados por su defensa. Para San Diego, haber llegado hasta aquí ya es un premio extraordinario, y ahora lo importante es que en la próxima offseason encuentren las piezas que les faltan para ser un peso pesado en la próxima temporada.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl