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Canal+ (Semana 14) y lo más crudo del crudo invierno

Actualizado a

Mariano Tovar

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Hay una película de Kenneth Branagh, que es casi tan afectada como todas las películas de Branagh, pero un poquito menos. Sobre todo porque habla de teatro y de cómo poner en marcha una representación con los peores actores posibles, tema en el que el director se mueve como pez en el agua. ‘En lo más crudo del crudo invierno’ (1995), ha quedado aparcada en el baúl de esas pequeñas joyas de las que nadie se acuerda. Os recomiendo verla, en mi opinión es, junto a ‘Los amigos de Peter’, la mejor película de un director bastante pedante en casi todo el resto de su filmografía.

Pero antes de comenzar los pronósticos meteorológicos, como siempre, la programación de Canal+.

Domingo

Eagles-Lions 19:00 directo (Canal+ Deportes y Canal+ Deportes HD).

49ers-Seahawks 22:25 directo (Sportmanía y Canal+ Deportes 2 HD).

Saints-Panthers 02:30 directo V.O. (Sportmanía y Canal+ Deportes 2 HD).

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Lunes

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Saints-Panthers 22:00 diferido (Canal+ Deportes y Canal+ Deportes HD).

Bears-Cowboys 02:40 directo (Sportmanía y Canal+ Deportes 2 HD). 

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También podéis encontrar la programación actualizada en http://www.canalplus.es/NFL/


Tranquilos, no tengo intención de ponerme a hablar de cine, y mucho menos de Kenneth Branagh. Llevo años teniendo pesadillas con él, vestido de Enrique V y recitando a Shakespeare en los prolegómenos de la batalla de Agincourt. Que si San Crispín para arriba, que si San Crispín para abajo. En serio, sudores fríos y garganta seca cada dos por tres. Un infierno.

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Y así, con la almohada igual de empapada, se deben despertar de madrugada muchos de los entrenadores de la NFL este año, cuando piensan en lo más crudo del crudo invierno. Que todos estamos haciendo cábalas sobre quienes serán los protagonistas de la inminente postemporada, pero se nos está olvidando un factor del que nunca nadie se había preocupado hasta ahora. La Super Bowl se disputará en el imponente y recién inaugurado MetLife Stadium de Nueva Jersey. Que, por si se os ha olvidado, es un campo abierto.

En esta vida hay muy pocas cosas seguras, pero una de ellas es que en Meadowlands el 2 de febrero de 2014 va a hacer un frío que pela. Con muchas probabilidades de nieve e incluso alguna de estalactitas en la parte inferior de las narices.

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Cuando la NFL decidió que se disputaría una Super Bowl en el MetLife Stadium, muchísima gente se echó las manos a la cabeza. No ya por el partido, que una de las cosas buenas del football es que se puede jugar incluso sobre dos palmos de nieve, y ese puede ser un gran aliciente en la próxima final, sino porque la fiesta que hay en la ciudad que organiza el evento quedaría completamente diluida. Nueva York (me olvido de Rutherford, que ahí no hay nada), es suficientemente grande como para fagocitar el evento. Por algo se elige casi siempre un estadio en una ciudad sureña, como Nueva Orleans, Miami, Tampa o San Diego. Lo de menos es el encuentro. Todas ellas son ciudades que viven en una fiesta permanente durante los días previos. Os lo dice alguien que lo ha vivido in situ. Sin embargo, experiencias como las de Detroit, Atlanta, o Indianápolis han sido un pequeño fiasco. Durante los partidos no hay problemas climáticos porque todos ellos se jugaron en un dome, pero la fiesta que rodea al partido queda bastante desangelada por culpa del frío.

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Y en realidad, para los aficionados, la Super Bowl es sobre todo una gran fiesta.

Pero la auténtica preocupación para los entrenadores no es el jolgorio, sino un partido que se disputará, salvo sorpresa, bajo condiciones climáticas extremas. Que los últimos días de enero y los primeros de febrero, en la zona de Nueva York el clima suele ser glaciar. Curiosamente, creo que el factor campo podría beneficiar al representante de la conferencia Americana en una Super Bowl en la que, a priori, la Nacional parece contar con aspirantes más poderosos.

Me explico.

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En la conferencia Nacional los favoritos para clasificarse son: Seahawks, Saints, Panthers, 49ers, Cowboys y Lions. Cardinals, Eagles y Bears siguen con muchas posibilidades. Que entrara cualquier otro equipo sería rocambolesco.

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Los más perjudicados por jugar en el MetLife una Super Bowl serían los Saints. Están acostumbrados a jugar en un estadio cubierto y su rendimiento ya suele bajar bastante solo por jugar en cielo abierto, así que el problema se multiplicaría en New Jersey y bajo un clima extremo. De entrada ya lo tienen complicado, porque están pasando un pequeño bache, tienen que jugarse la división en un doble duelo contra los Panthers y podrían perder el factor local, pero su camino pasaría casi inevitablemente por una visita a Seattle antes de viajar a MetLife. No quiero parecer cenizo, pero si fuera aficionado de los Saints empezaría a plantearme que el futuro es bastante negro.

Los Cardinals y los Cowboys tendrían un problema similar. Ambos están acostumbrados a un dome y al calor. Los de Arizona tienen un quarterback que ya es de cristal bajo techo. No me imagino a Palmer aliándose con el general invierno. Romo parece estar enterrando todos sus fantasmas, pero creo que solo hace falta un empujoncito para que la caída sea aún más dura. No me imagino a los Cowboys cabalgando sobre el frío hacia el anillo del sol en el anochecer.

Los Lions están más acostumbrados al frío. Juegan en un dome, y viajan a un dome cada temporada en Minneapolis, pero su cita anual con el Lambeau Field y el Soldier Field, dos de los estadios con clima más extremo de toda la NFL puede haberlos endurecido. Aunque si miramos su porcentaje de victorias en ambos templos del football, quizá lleguemos a la conclusión de que los Leones en la sabana y los pingüinos en el ártico. Entre nosotros, viendo su capacidad para autoflagelarse no me extrañaría que protagonizaran alguna situación hilarante que pasara a la historia si se jugara la final con ellos como protagonistas bajo un manto de nieve.


Y ya que hablamos de nieve, es más que habitual ver a los aficionados lanzar bolas de nieve a los rivales en los partidos jugados bajo un manto blanco. Sería curioso que se repitiera el suceso entre Tomlin y Jacoby Jones, pero con el retornador sufriendo una lluvia de proyectiles blancos. ¡100.000 dólares a pagar entre todo el público asistente a la Super Bowl! ¡Tramposos!

Por supuesto, habría algún equipo encantado con una Super Bowl con clima extremo. De los Bears ya hemos hablado, pero creo que ni ellos mismo creen que puedan estar en la final, y su actual estilo de juego no es precisamente el ideal con mal tiempo. Los que sí podrían frotarse las manos con muchos grados bajo cero son los Eagles. En el Lincoln Financial la climatología en invierno es muy similar a la del MetLife y Chip está demostrando que tiene soluciones para casi todos los problemas. Creo que los Eagles podrían ser el gran tapado si consiguen entrar en la batalla de enero en la conferencia Nacional.

He dejado para el final a los tres grandes favoritos para jugar el gran partido en el extremo azul. Seahawks, 49ers y Panthers. En teoría son tres bloques marcados por su durísima defensa, con lo que el clima tampoco tendría que afectarles demasiado. Si el partido se convierte en una batalla de Stalingrado, son capaces de amputarse los miembros que haga falta sin dejar de disparar, pero hay algunos matices que sí pueden marcar la diferencia.


Los Panthers no están acostumbrados a jugar en climas extremos. Además, pese a que su defensa es dominante, tampoco suele conseguir demasiados big plays. Simplemente frena en seco a los rivales. Eso provoca que sí necesiten del ataque para ganar los partidos. Por eso, sus victorias y derrotas dependen mucho de la actuación de Cam Newton. Y por ahora nadie sabe a ciencia cierta cómo juega Cam Newton bajo una meteorología extrema. Fundamentalmente porque nunca lo ha hecho. Durante su etapa universitaria, disfrutó del clima primaveral de Auburn (Alabama), en Charlotte en invierno hay que llevar abrigo, pero la nieve se convierte en noticia, y desde que juega en la NFL, no recuerdo que haya disputado un solo encuentro con temperaturas muy bajas, o nieve y viento.

El caso de los 49ers es similar. No es un equipo muy acostumbrado al frío. Sus últimas actuaciones son desiguales. En año pasado ganaron a los Patriots el 16 de diciembre en Foxboro en una noche lluviosa y fría, pero no extrema… pero una semana después fueron avasallados en Seattle en otra noche lluviosa y fría. Aquí volvemos a fijarnos en el quarterback. La defensa y Grank Gore sin duda que pueden rendir al máximo nivel bajo un manto de nieve y con muchos grados bajo cero, pero no está muy claro que Kaepernick sea capaz de hacer lo mismo y, por mucho que se diga, todos estamos viendo cual es el rendimiento de todo el equipo cuando Colin está desconectado.

Los Seahawks están acostumbrados al frío y la lluvia, aunque el clima de Seattle no sea tan extremo como pueda parecer. Su invierno quizá se parezca más al de Asturias, con algunos grados menos, que al del norte de la costa este de EEUU. Por supuesto que por sus características pueden sobrevivir en un partido bajo la nieve, pero no creo que a Carroll le haga mucha gracia la idea. Él firmaría un partido con lluvia fina en torno a los cero grados. Ese sí es el medio bajo el que se mueven a gusto sus pupilos.


Ahora, la conferencia Americana.

Aquí hay cinco equipos virtualmente clasificados. Son Broncos, Patriots, Bengals, Colts y Chiefs. El sexto puesto está tan abierto que no es sencillo hacer cábalas: Ravens, Steelers, Dolphins, Titans, Chargers…

De entrada voy a descartar a Dolphins, Titans y Chargers por lo mismo que a Cardinals o a Cowboys. Son equipos potencialmente inferiores a los gallos de la conferencia, acostumbrados a jugar en climas cálidos y cuyo estilo no puede beneficiarse de un duelo trabado en las trincheras. Por el contrario, sus armas están pensadas para tener éxito bajo el sol.

Los Steelers firmarían ahora mismo clasificarse y que el mundo entrara de inmediato en una nueva época glaciar. Big Ben, oso polar donde los haya, estaría encantado de contar con un clima extremo que aumentara las posibilidades del estilo tan físico de su equipo. Sin embargo, Ben es de los pocos quarterbacks que juega en climas extremos con las dos manos enguantadas. La pérdida de sensibilidad consiguiente le ha jugado malas pasadas a lo largo de su carrera. Además, creo que pese al arreón de las últimas semanas, los de Pittsburgh están potencialmente muy por debajo de los mejores equipos de la división. Hace pocos días, pese al resultado apretado, ya se vio que los Ravens les dominaron en casi todas las facetas. Otra cosa es que Big Ben esté jugando en el último mes a un nivel portentoso.

Lo mismo me sucede con los Colts. Ya no solo es que estén acostumbrados a un dome. Es evidente que aún les falta estatura para medirse con los más grandes. Creo que ya están encantados con su clasificación y todo lo que pueda llegar sería un regalo inesperado.


Creo que Chiefs y Bengals también firmarían que los próximos meses sean especialmente fríos y nevados. En Kansas City y en Cincinnati en invierno hace un frío de pelotas (y perdón por la expresión). Si me hablaran de un equipo al que le beneficia el clima extremo por su estilo, pensaría inmediatamente en los Chiefs. Eso sí, si recuperan a los lesionados y con ellos su presión al QB rival. Esa defensa agobiante y ese ataque paciente y sostenido, son los ideales en un teórico partido bajo la nieve. Además, su camino hacia la Super Bowl pasaría inevitablemente por Foxboro, Denver, o los dos sitios, así que ya tienen asumido que su carrera, larga o corta, será gélida salvo que empiece en Indianápolis.

A los Bengals les sucede lo mismo. Viven muy a gusto con anotaciones bajas y choques atrincherados. La defensa es dominante y capaz de anotar puntos, su ataque terrestre aporta mucho más de lo que podría parecer y solo dependen de un Dalton cuyo rendimiento no tiene nada que ver con el clima, sino con una extraña inspiración, más propia de un poeta, que transforma cada una de sus apariciones en un misterio imprevisible.

Los Ravens no están clasificados, es más, su camino no es sencillo, pero ya os digo que si consiguen el billete, el ataque de pánico va a ser generalizado. Ya se les está viendo despegar. Quizá lentamente, como un gran avión de transporte, pero su defensa empieza a repartir estopa con ganas, Flacco cada día está más en su salsa, y no tengo ninguna duda de que la línea ofensiva y el backfield rendirán al máximo nivel si tiene que jugar en enero. Además, en Baltimore hace bastante frío en invierno y los Ravens ya han demostrado que cuanto peor sea el clima mejor para ellos.


Los Broncos juegan en invierno en uno de los campos con peor clima, con frío por la altura y proximidad de las montañas y mucho viento. De hecho, cuando Peyton Manning estaba a punto de decidir por qué equipo firmar, y Broncos y 49ers se disputaban al genio en un duro sprint final, los analistas pronosticaban que viajaría a la Bahía solo por ahorrarse el frío invierno de Denver. Se equivocaron. El problema es que los Broncos como bloque sí pueden rendir a su nivel habitual en un partido con clima extremo, pero Peyton no juega bien esos encuentros. Para empezar, también usa guantes. Prefiere perder algo de tacto que la sensibilidad en la mano por el frío. Eso influye en sus lanzamientos como vimos contra los Pats, con algunos pases en los que más bien parecía que el balón se le había resbalado. Creo que los Broncos no están nada contentos con que la Super Bowl se juegue en MetLife. Pueden ganarla, pero para ellos es un hándicap.

Los Patriots firmarían ahora mismo que toda la postemporada se jugara bajo un manto de nieve, muchos grados bajo cero y viento. De hecho, su leyenda comenzó en una jornada así contra los Raiders, cuando una decisión arbitral polémica significó el pistoletazo de salida de su dinastía. Belichick es el entrenador que mejor saber adaptar su plan de juego a las condiciones meteorológicas para aprovecharse de ellas, y Brady es posiblemente, como os dije hace unos días, el mejor quarterback de la historia bajo climas extremos por encima de Favre y Kelly. Ningún equipo de la NFL es capaz de desplegar un juego de pase sostenido bajo condiciones extremas como ellos. Si llegan a la Super Bowl en MetFife, y se prevé un clima endiablado, los pupilos del diablo Belichick serán los máximos favoritos independientemente del rival que tengan enfrente.

En resumen, Chiefs, Bengals, Ravens y Patriots en la Americana, firmarían ahora mismo que MetLife se convirtiera en sede vitalicia de la Super Bowl. Sin embargo, en la Nacional quizá solo los Eagles estén poniendo velitas para que lo más crudo del crudo invierno empiece de inmediato y se alargue hasta febrero.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl