Escribo desde el corazón. Pocas veces he visto una competición de salto con pértiga femenino con más componente emocional que la de los Mundiales de Moscú. Todo giraba en torno a Yelena Isinbayeva, una reina destronada que seguía reinando, a pesar de todo, en el alma de los aficionados. Una reina destronada (tercera en los Juegos Olímpicos de Londres) que anunciaba su retirada. Unos cuantos saltos más, en el Estadio Luzhniki, antiguo Estadio Lenin, y adiós.
Ayer hablé durante largo rato con Dana Cervantes, ex plusmarquista española de salto con pértiga, con la que me une una buena relación desde hace muchos años. “Ángel, esto parece que lo ha escrito un guionista de Hollywood”. Y tiene razón. Yelena llega desalojada del trono, dispuesta a colgar la pértiga y gana el oro ante dos saltadoras excepcionales como son la estadounidense Jenny Suhr (oro olímpico) y Yarisley Silva (plata en Londres). Y gana ante su público, en loor de multitudes.
Pocas veces la he visto tan alegre, tan feliz. Nos obsequió con algunos saltos casi circenses en la pista del estadio, se bañó en abrazos y besos (los dio y los recibió). Volvió a ser la zarina, la reina de las alturas.
Dana Cervantes recuerda que compitió con ella varias veces y que era hermética en la pista, pero simpática fuera de ella. Por cierto, os recomiendo lo que escribe en el Diario AS. También ella lo escribe desde el corazón.
¿Seguirá en el atletismo Yelena Isinbayeva, una vez campeona, de nuevo? Dana opinaba que no; yo pensaba que sí. Poco después la rusa anunció que quería ser madre y dejaba la puerta abierta al regreso. “Teníamos razón los dos”, me escribió Dana en un mensaje.
Como sigo escribiendo desde el corazón, deseo a Yelena que sea una feliz mamá. Y como también escribo desde el egoísmo, le pido que vuelva, que nos brinde otras noches como esta.
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http://blogs.runners.es/moscu2013/2013/08/14/lena-no-te-retires-nunca/