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 La escocesa Eilidh Child (derecha).

El próximo 18 de septiembre los escoceses votarán en referéndum si quieren seguir perteneciendo a Gran Bretaña o si se constituyen como un país independiente. Inglaterra, País de Gales, Irlanda del Norte y Escocia compiten separados en diversos deportes, desde el fútbol hasta el rugby, pero en atletismo (salvo en algunas competiciones especiales, como los Juegos de la Commonwealth) lo hacen como Gran Bretaña. En tiempos que ya empiezan a ser remotos también competían separados en el Cross de las Naciones o en los Mundiales de Campo a Través, hasta que formaron un equipo unificado. El cambio se produjo en 1988 y con anterioridad habían ganado un gran número de títulos por equipos y también individuales.

¿Qué pasará si Escocia se independiza del resto del Reino Unido?

Este no es un post político, sino deportivo, advierto desde el principio.

Por ejemplo, ¿qué atletas escoceses ganaron medallas en los recientes Campeonatos de Europa de Zúrich? Pues no demasiados. En hombres, Chris O’Hare, bronce en 1.500 metros, y en mujeres Lynsey Sharp, plata en 800, y Eilidh Child, oro en 400 metros vallas.

Frente a esas cifras escocesas, Inglaterra consiguió cinco oros, tres platas y cuatro bronces. La independencia de Escocia no la convertiría en una gran potencia, pero tampoco en un país desdeñable, sobre todo a nivel europeo.

Históricamente, Escocia ha tenido grandes estrellas.

No se trata de hacer una relación exhaustiva, porque sería casi interminable, pero aquí tenéis algunos ejemplos, limitados a los Juegos Olímpicos.

Eric Liddell: Oro en los 400 metros y bronce en los 200 en los Juegos de París 1924. Ya escribí sobre él no hace mucho, a propósito de los deportistas que murieron en la Segunda Guerra Mundial. Uno de los protagonistas de la película Carros de Fuego.

David Jenkins: Plata en los 4x400 metros en los Juegos de Múnich 1972. Un hombre que salía como un rayo y que a menudo pinchaba en la recta final. Uno de los más grandes de su época.

Ian Stewart: Bronce en los 5.000 metros en esos mismos Juegos.

Alan Wells: Oro en los 100 metros de Moscú 1980 y plata en los 200, por detrás del italiano Pietro Mennea y en ausencia de los grandes sprinters estadounidenses, por el boicot norteamericano a causa de la invasión soviética de Afganistán. Es el último campeón olímpico blanco del hectómetro.

Liz McColgan: Plata en los 10.000 metros de Seúl 1988.

Ivonne Murray: Bronce en los 3.000 metros de Seúl 1988.