Pues sí, tenemos dos opciones para que la Champions se quede en casa, en España. Y estoy contento por ello, más que por haber acertado en aquel pronóstico, de ya hace tiempo, de que los dos, Ciudad Real y Barcelona, estarían en Colonia. Acertar hace una semana que los manchegos le pondrían al Hamburgo panza arriba no tiene tanto mérito: quien viese el partido de ida y los cuatro goles de renta del conjunto alemán, ya estaría medio animado a apuntarse a mi apuesta.

Y además, el fin de semana nos ha traído otra gran noticia: el Fraikin Granollers, como se esperaba, eliminó al Steaua y jugará la final de la Recopa casi 35 años después de aquella que ganó, y que fue la primera de la serie de los éxitos de los equipos españoles en el Continente. Sí, me alegro por Blanchart, el gerente de los vallesanos, con quien año tras año coincido en los campeonatos y siempre me implora un poco más de caso para su club, que sobrevive como puede pese al cainismo del Barcelona con todos los clubes catalanes. Sé por Blanchart cómo se mueve el Granollers, cómo hace encaje de bolillos y cómo sobrevive y todo lo que inventa para estar en un candelero que se le resiste, tanto en la prensa local como en la nacional. Y sí, me alegro por el Granollers, y por su patrocinador, Fraikin, en un año complicado en el que perdió a su pivote internacional, Juan Andreu, al poco de empezar la Liga.

Nombrados el Barcelona, el Ciudad Real y el Granollers, me viene a la cabeza un nexo común entre los tres, al que quiero destacar: Joan Cañellas. Su trayectoria es más o menos esta: destacó en el Granollers, le fichó el Barcelona para tenerle de espectador preferente tres años, le recuperó el equipo vallesano, y antes de empezar su segunda temporada en su segunda época, el Ciudad Real se lo lleva pagando 200.000 euros poco antes de arrancar la campaña actual para compensar la marcha de Rutenka al Barcelona.

¿Y qué? Pues que Cañellas es uno de los jugadores claves del Ciudad Real actual, un fichaje de tronío que el Barcelona desperdició cuando le tenía en su casa. Sí, Joan no estuvo en el Europeo, por lesión, y fue uno de esos jugadores que echó de menos Valero Rivera. Por muchos motivos: ataca, defiende, y es grande y con brazo, y además un central cumplidor que es capaz de lanzar con éxito cuando el juego se hace espeso. Ante el Hamburgo, en el Quijote Arena, fue uno de los jugadores determinantes…pero es que lleva todo el campeonato siendo brillante para Talant Dujsebaev. En ese triángulo el único que ha perdido ha sido el Barça, que desaprovechó un talento extraordinario; al Granollers le sirvió una temporada cómo máximo goleador del equipo, y al segundo le dejó una buena talegada; y al Ciudad Real, se ha encontrado como un comodín inusitado que se ha adaptado al equipo en un tiempo récord y además es un jugador decisivo.

Ahora que parece que el Barcelona va a recuperar para dentro de una temporada a los internacionales Viran Morros y a Mikel Aguirrezabalaga, ambos forjados en la cantera azulgrana, sí tengo la sensación de que con ellos hizo bien en dejarles marchar para mejorar y ser ahora jugadores importantes, pero a Joan lo tuvo en su primer equipo y le desaprovechó. Imagino que Enric Masip, que como Cañellas se formó en el Granollers, se dará golpes de pecho con ese robo del Ciudad Real, que más que un robo es el peor descuido azulgrana en los últimos años.